Preocupante percepción
Solo ayer en La Araucanía se reportaron 4 muertes por covid-19. El virus sigue siendo un riesgo preocupante, a pesar de que parte de la ciudadanía crea lo contrario. La autoridad ha insistido en llamar a la ciudadanía a tomar las medidas de prevención para evitar que sigan falleciendo personas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Chile está décimo entre los países con más casos de covid-19 por cada 100 mil habitantes. Considerando una población de 17.762.683 personas, tiene una tasa de 2.840,4, y está, también, entre los 10 con mayor tasa de decesos por cada un millón de habitantes.
Frente a estas cifras, la autoridad ha insistido en llamar a la ciudadanía a tomar las medidas de prevención para evitar que sigan falleciendo personas a causa del covid-19.
Para los expertos, existe la percepción de que el virus no está generando un efecto significativo, pese a que ayer solo en La Araucanía se reportaron cuatro nuevos fallecidos.
Esa caída en la percepción de riesgo es, claramente, una condición altamente preocupante, porque puede llevar a la comunidad a la falsa sensación de que "lo peor pasó", cuando -en rigor- es perfectamente posible que lo peor esté por venir. Esto, sin ánimo de parecer catastrofistas, pero tomando como antecedentes los efectos de la segunda ola en el hemisferio norte.
Algo parecido ocurre en países europeos como España y Francia, donde han vuelto los confinamientos masivos y la alerta es extrema en virtud del significativo aumento de los contagios en las últimas jornadas. Los antecedentes en el Viejo Continente son altamente inquietantes.
Estas realidades deben hacernos reflexionar sobre lo importante de que cada uno haga su trabajo adecuadamente. Partiendo por las autoridades, que deberían preferir la mesura al triunfalismo a la hora de comunicar adecuadamente la evolución de la pandemia, pero también considerando la responsabilidad de cada ciudadano, que requiere de tomar conciencia sobre la importancia del autocuidado y de aprender a convivir con un virus que -más allá de las esperanzas puestas en las vacunas- nos acompañará por mucho tiempo más.