Un matrimonio en crisis por culpa de la lavadora
Entre la propia experiencia y múltiples lecturas se escribe este libro que narra las paradojas de la vida común. "El matrimonio", de la escritora argentina Marina Mariasch, apunta con dardos a los roles de género.
La vida en pareja está llena de dificultades. Y este tiempo de pandemia obligó a compartir 24/7 con "el otro" u "otra". Previo al teletrabajo, la vida en la oficina o los trayectos hacia ella, permitían un espacio de soledad o estar fuera -un rato- del hogar en común. Ahora la tortilla se dio vuelta hacia un solo lado: la casa.
La esposa protagonista de El matrimonio (Los Libros de la Mujer Rota), de la escritora argentina Marina Mariasch, no tiene nombre. Es solamente llamada por su rol de "esposa" igual que el "marido" y los "hijos". Son todos arquetipos que hemos ocupado en algún momento de la vida. Somos o fuimos ellos. Reconoceremos a varios en esos roles.
"La esposa" inicia el trayecto del libro recogiendo el cesto de la ropa sucia. Mariasch escribe, por ejemplo: "La esposa envidia el aire fresco de los motores a la mañana, pero aprecia sus propias rutinas, lavar la ropa antes de lavarse". Los objetos de la casa cobran un sentido nuevo a medida que se incorporan a nuestra rutina.
La protagonista encuentra amigos en el hogar: "La lavandina es su principal aliada en la batalla contra la ropa sucia. Arrasa con todo, blanqueamiento total. Empezar de cero, de nuevo (...) La lavandina es un arma blanca, poderosa, de destrucción masiva".
La autora de esta especie de juego rubik de un matrimonio cuenta con amplia trayectoria poética, periodística y docente. Quizá en la poesía haya que rastrear su forma nueva de descubrir lo cotidiano. Mariasch publicó originalmente "El matrimonio" en Argentina hace 10 años, y hoy este libro es reeditado en Chile. Antes, fue editada acá otra obra de Mariasch: "Estamos unidas" (Overol), protagonistas mujeres de distintas generaciones reunidas en los noventa, años en los que la escritora ingresó a la literatura.
En "El matrimonio" hay diferencias de roles muy marcadas. Sobre cuánto han cambiado los estereotipos después de las intensas movilizaciones feministas, la escritora aclara: "Yo creo que los cambios en los roles son cambios que se producen por movimientos de capas tectónicas y toman mucho tiempo. Y si bien 10 años es bastante, y ha habido movimiento, hay cosas que aún están muy anquilosadas".
"Esto no quiere decir que no deban cambiar, sino todo lo contrario. Yo también siempre pensé mientras escribía 'El matrimonio' que los roles eran intercambiables. Cuando escribía de la esposa eran cosas que podían acontecerle también al marido. Y cuando escribía sobre el marido, escribía en primera persona, el marido podría ser yo también deambulando por la ciudad".
"El matrimonio" ha sido leído como una novela (así es presentado por la editorial también), pero la autora lo define como un ensayo. Un ensayo con partes en primera persona, escritas por ella: por Marina Mariash.
-Se podría leer "El matrimonio" como una novela de autoficción, pero es presentado como un ensayo novelado. ¿Cómo investigaste?
-Es así. Siempre creo que la ficción está atravesada por la mirada subjetiva. Incluso aunque sea un universo completamente inventado está atravesado por la experiencia. Mientras escribía "El matrimonio" estaba cursando un posgrado en "Análisis de la cultura" y aproveché este tiempo de investigar sobre la cuestión del matrimonio, su origen. 'Estética del matrimonio' de Kierkeegard, 'Matrimonio y moral' de Bertrand Russel, "La familia" de Jacques Lacan y otros que no tengo a mano. Fue una cantidad enorme de libros que fui investigando. Leí todo lo que pude para nutrirme y tratar de entender. Fue un laboratorio de la cuestión.
-¿Cómo ha sido tu vida en esta pandemia? Te pregunto porque los roles domésticos en estos días han aumentado muchísimo.
-Las labores domésticas han aumentado porque tenemos que cuidarnos mucho, ser estrictos con la limpieza. Por otra parte, yo contaba con más ayuda y en este momento no la tengo. Pero también tengo más tiempo para estar en mi casa y darme cuenta que puedo arreglármelas perfectamente para hacer la limpieza y que no me lleva tanto tiempo como creía, que la puedo incorporar en mis actividades.
-Volviendo al libro, ¿cuántas esposas son la esposa de "El matrimonio"?
-El personaje la componen muchas personas, muchas mujeres que estuvieron o están en ese rol. Son una construcción de laboratorio más que un sujeto. Por eso no tiene nombre. Parece ser una primera persona, pero ella está mirada desde afuera.
-Escribes: "San Valentín es arrasador. El calor de la casa ataja las flechas que dispara el mundo, las vuelve inofensivas, triviales". ¿Qué hiciste tú el último 14 de febrero? ¿Algo trivial?
-El día de San Valentín es una fecha con tintes norteamericanos, colonialistas. No es propia de acá, de América del Sur. En estos últimos años ni lo festejé, por más que estado de novia.
-Entiendo que te separaste justo cuando terminabas este libro. ¿Reincidiste en el matrimonio?
-Llevo ya 15 años divorciada y separada de mi ex marido, el poeta Santiago Llach, con el que tengo una excelente relación. De hecho escribí este libro en los últimos años de matrimonio y fue como una manera de exorcizar ese duelo. He reincidido -no precisamente en el matrimonio- pero sí en la pareja y en el amor.
- ¿Crees aún en el amor?
-Las relaciones son una corriente que no para, como diría el cineasta John Cassavetes, son un fluido que va cambiando de forma y de persona. Sigo creyendo en el amor y las relaciones de pareja, sí.
Marina Mariasch es una escritora argentina dedicada también al periodismo.
Por Cristóbal Gaete
Carsten Meltendorf