"Chile tiene una deuda pendiente con la cultura en general"
Con su libro "Idolatría del huésped", César Cabello Salazar, exestudiante de la Universidad de La Frontera, logró recientemente el primer lugar en el concurso internacional "Poesía Nueva York Poetry Press". El periodista, quien además de poeta es escritor y editor, se impuso entre 264 autores y autoras procedentes de 20 países de habla hispana y otras lenguas.
El escritor vivió 22 años en La Araucanía, por lo que siempre estuvo fuertemente ligado a esta tierra, donde se empapó de inspiración para los libros de poesía que ha escrito. Actualmente -indicó a El Austral- está concentrado en escribir una novela que espera ver la luz en 2021.
- ¿Cuándo surge su interés por la poesía?
- Antes del interés por la poesía surge un interés por la literatura en general. Parte en la adolescencia, específicamente en el colegio, en un Chile distinto, gris, impuesto taxativamente por el peso de la bota militar. La literatura tuvo el efecto de ser liberadora, de mostrarse primero como un espacio de evasión, quizás ingenuo o cándido y, luego, de transformarse en un ejercicio de conciencia que te compromete no solo contigo, sino que también con los demás. En este camino, a veces irresuelto, uno se topa con la poesía, con su canto y su enigma, con la oscuridad de las palabras que se niegan a ser descifradas, pero que de alguna manera te invitan a seguirlas.
- ¿De qué manera lo inspiró La Araucanía al momento de escribir poesía?
- La Araucanía la conocí en mi infancia por el relato de mis abuelos, que son de acá, específicamente de Diego de Almagro, Nueva Imperial, y que como tantos otros emigraron en busca de oportunidades hacia Santiago. En estos relatos, donde se mezclan sus experiencias, creencias y tradiciones, en un contexto de cruces y quiebres socioculturales propios de la modernidad, se alojaba íntimamente el deseo de cierta restitución utópica, de regreso a una Arcadia que, de alguna forma, también hice mía y que se ve reflejada de manera mucho más manifiesta en mis dos primeros libros, Las edades del laberinto e Industrias Chile S.A., que escribí, ya siendo adulto, precisamente allá, y en el resto de mi trabajo que continúa y sostiene este deseo ahora desde distintos tópicos y lugares.
- ¿Cómo influyó su paso por la Ufro en su carrera de poeta?
- La Universidad de La Frontera influyó de manera directa en mi poesía y en lo que señalas como mi «carrera de poeta». Allí leí y aprendí, valga la redundancia, a leer poesía; también la escribí, lo mismo que otros tipos de textos que se agrupaban bajo el rótulo de periodismo, que fue lo que estudié. Asimismo, tuve la oportunidad de acercarme a un tipo de conocimiento que es muy distinto al de la intuición literaria y al de la creación artística, pero que de alguna manera me ayudó a sistematizarlas y darle una forma que se anclara más en la elaboración que en la mera expresión de un intento de texto o poema. En este sentido, me ayudó mucho la presencia de algunos profesores que fueron muy significativos, como el caso de Juan Manuel Fierro, que me prestaba libros de poesía y novelas que en ese entonces eran difíciles de conseguir en la Región. Sobre todo, para un estudiante desempleado que quería ser escritor. Lo mismo con otros profesores, como Hugo e Iván Carrasco, Orietta Geeregat, Jaime Otazo, Raúl Caamaño, Jaime Flores, Enrique Eilers, entre otros. En ese tránsito por la vida universitaria también quedan el recuerdo de los amigos, la muerte de otros, el amor, la soledad, el viaje, el reencuentro, en fin: la vida jugando sus cartas.
- ¿Qué opina del escritor mapuche Elicura Chihuailaf?
- Elicura es una figura trascendental en el ámbito de la poesía mapuche y no tan solo eso, sino que en la literatura en general e incluso en el arte en Chile. Digo esto porque su aporte no se remite exclusivamente al espacio literario, por el cual se le acaba de reconocer con el Premio Nacional; también fue uno de los principales articuladores y propulsores, a principios de los 90, de todo un movimiento intelectual y artístico (si es que esas áreas se pueden diferenciar hoy en día) en pro de la configuración de un discurso mapuche empoderado de sí mismo, que hoy le ha permitido a un grupo importante de escritores situarse en un escenario otrora inexistente.
- ¿Cree que Chile tiene una deuda pendiente con los poetas?
- No solo con los poetas, Chile tiene una deuda pendiente con la cultura en general; con la educación, con la justicia, con la memoria, con la ciencia, con el medio ambiente, con la salud, con la vivienda, con el empleo, con el deporte, con la infancia, con los jóvenes, con la tercera edad, con las regiones, con el país completo, etc. Esto, sin ánimo de queja, sino con esperanza de que lo podremos solucionar.
- ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
- Terminar de escribir una novela de temática mapuche, ambientada en La Araucanía y publicar en papel otros dos libros de poesía que ya están terminados.