LA SEGUnda iglesia san francisco: un templo de estilo neorománico
La orden religiosa ha estado en el mismo lugar de calle Prat desde 1578.
Datos históricos: Rodrigo Rodríguez / cronica@australosorno.cl
Los franciscanos están desde los inicios en Osorno. Llegaron en 1565, tras la fundación, provenientes de su sede en Santiago. Recibieron en 1578 la propiedad que ocupan actualmente, no obstante, la ciudad fue destruida en 1600 y se retiraron junto a los sobrevivientes.
Retornaron con la repoblación a fines del siglo XVIII, oriundos del Colegio de Chillán, que correspondía a la Orden Franciscana de la Regular Observancia, la misma rama que atendía las misiones de California, cuando ese territorio de Estados Unidos pertenecía a México. Pero no se establecieron en Osorno mismo, sino en las misiones de San Juan, Quilacahuín, San Pablo y Coyunco (situada al final de Francke, camino a Los Boldos).
Su permanencia se interrumpió en 1820, ya que debieron partir del país, por su lealtad a la corona española. Algunos se fueron a Perú y otros a Chiloé, que aún seguía siendo español. No obstante, un fraile se quedó en Quilacahuín, ya que era chileno.
En 1838, uno de los frailes españoles que estaba en Chiloé viajó a Italia a pedir que envíen sacerdotes y consiguió con el Papa Gregorio XVI la asignación de misioneros franciscanos italianos que se instalaron en Castro, donde establecieron un colegio. Desde ahí atendieron Valdivia y Osorno.
Ubicación actual
Luego, en 1844, pidieron fundar un convento y el municipio osornino les entregó el 6 de mayo de 1844 el mismo terreno que ocuparon en el siglo XVI, que originalmente estaba entre las actuales calles Los Carrera, Prat, Lynch y Colón.
En esa ubicación se levantó un templo de estilo chilote, frente a la calle Ramírez, donde abrieron una escuela que funcionó hasta 1926. Entre 1854 y 1879 también fue un seminario en el que se formaron 31 sacerdotes.
Un incendio redujo a cenizas todas las instalaciones en 1896, donde se perdieron archivos de Osorno y la crónica del convento de Castro. Desde que se establecieron en Osorno en 1844 y hasta 1940 atendieron religiosamente a la población indígena y rural de la zona norte y oeste, tales como Remehue, Barro Blanco, Pilauco, entre otras áreas.
Años más tarde se reconstruyó el convento y en 1910 partió la edificación del templo con dos torres que vemos en las imágenes.
Fue inaugurado en diciembre de 1918. El hermoso edificio era una copia de la iglesia de Castro, ambas diseñadas por el arquitecto italiano Eduardo Provasoli, de estilo neorománico. El fuego lo hizo desaparecer el 30 de agosto de 1943. Y el 24 de diciembre de ese mismo año se quemó el estudiantado franciscano, donde resultaron calcinados 15 alumnos que más tarde fueron conocidos popularmente en la zona como "los quemaitos de Osorno".
La torre del actual templo se erigió en los años '50 y quedó sólo en eso por más de dos décadas. Las misas se hacían en un salón en el segundo piso del convento por calle Lynch. Hasta que en 1970 se resolvió hacer la estructura metálica actual, diseño a cargo del Premio Nacional de Arquitectura, el osornino Carlos Buschmann. Sin embargo, la última remodelación se ejecutó en 1983, la que perdura hasta nuestros días.
Las tres imágenes muestran al segundo templo emplazado en la actual calle Prat, frente a la plazuela Yungay. Era una copia de la iglesia de Castro, en Chiloé, ambas diseñadas por el arquitecto italiano Eduardo Provasoli, de estilo neorománico. Fue destruido por un incendio en 1943.