Confesión
Por Agustín Squella Adelanto del libro "Desobediencias"
Si el autor de un libro ha de hacer una confesión, más vale que lo intente al comienzo que al final. El texto que el lector ha comenzado a leer será parecido a otros del mismo autor, concretamente
Igualdad, Libertad, Fraternidad, Democracia, este último con un subtítulo inquietante - ¿Crisis, decadencia o colapso?- porque no soplan buenos vientos para esa forma de gobierno. Ahora pienso que cabía una alternativa más auspiciosa: ¿transformación? Esos cuatro libros, e incluso un quinto, Derechos humanos, procuraron aclarar qué hay detrás de cada una de las palabras que les dieron título. Valoramos tales palabras -igualdad, libertad, fraternidad, democracia, derechos humanos-, puesto que están relacionadas con nuestros mejores ideales políticos y morales, los ideales de la modernidad, una época de liberación que algunos dan ya por concluida y sustituida por otra para la que no tienen más nombre que el muy pobre de «posmodernidad».
En el caso de Desobediencia, la similitud con aquellas obras es que se trata nuevamente de una palabra, pero a diferencia de las anteriores, tiene mala prensa. Desde niños nos ordenan ser obedientes, nos castigan por ser desobedientes, y la mayoría sigue obedeciendo a lo largo de su vida. Hay aquí, en consecuencia, una diferencia de este libro con los anteriores, puesto que la desobediencia sería algo anómalo, contrario a las normas, socialmente reprobable, y que no valdría la pena explorar y menos celebrar. Tratándose de las obras previas a esta, junto a un análisis de cada una de las palabras, había un compromiso con ellas, una actitud positiva, una defensa, una apología de la igualdad, de la libertad, de la fraternidad, de la democracia, de los derechos humanos.
Otra diferencia es que en las páginas que siguen habrá de parte del autor una actitud ambigua frente a la desobediencia, de atracción y también de censura, como si se tratara de algo que, según decimos, nos produce sentimientos encontrados, aunque ya sabemos qué pasa con ese tipo de sentimientos: siempre acaba por prevalecer uno sobre el otro.
Pero la diferencia principal estará en el tono, en el caso de este libro más suelto, espero, más coloquial, y también más personal. También es probable que en Desobediencia el análisis ceda muchas veces ante la anécdota y que bajo aquella palabra se puedan confundir actitudes que no son iguales, tales como protesta, contestación, resistencia, insubordinación, rebeldía, insurgencia, incorrección, independencia, vagancia, extravagancia, emancipación, revuelta, insumisión, disidencia, excentricidad, deserción, revolución. Algunos ejemplos -de individuos, de libros, de películas, de canciones- nos ayudarán a entender mejor de qué hablamos cuando hablamos de desobediencia.
"Desobediencia"
Agustín Squella
Editorial Universidad de Valparaíso
160 páginas
$10 mil