Niños aprenden a leer en pandemia
Fundación AraucaníAprende desarrolla una intensa labor para ayudar en el proceso de enseñanza de la lectura a cerca de 4 mil niños en la Región. Las complejidades impuestas por la pandemia fueron superadas gracias a las tecnologías, el esfuerzo y la pasión de los profesionales comprometidos en esta tarea.
Uno de los mayores temores que trajo este 2020, una vez conocida la alerta por la pandemia de coronavirus, era qué iba a pasar con el año escolar, toda vez que las clases en sala fueron suspendidas como una manera de evitar contagios de covid-19. Y si bien, en la medida que la población y las instituciones fueron asimilando la nueva realidad, aparecieron diferentes alternativas para echar a andar de alguna manera los procesos de enseñanza lo que, por cierto, se logró con mediano éxito, especialmente en los cursos de enseñanza media y en institutos profesionales, centros de formación técnica y universidades.
Sin embargo, surgió la interrogante de cómo adaptar este proceso a aquellos niños que aún están en etapas primarias de la enseñanza y que incluso aún no saben leer. Fue ese el contexto en el que la Fundación AraucaníAprende adoptó un sólido compromiso por concretar el aprendizaje lector en niños y niñas de primero y segundo año básico, el que no se detuvo pese a las complejidades del contexto impuesto por la pandemia.
Fue así como un año en extremo complicado no mermó el trabajo para ejecutar en la Región el Programa Fomento Lector de AraucaníAprende, suscrito con el Ministerio de Educación, y que busca mejorar la calidad lectora de los niños y niñas, lo que se logró gracias a que la Fundación desplegó toda su capacidad técnica para crear un nuevo programa de trabajo, dando paso al Rescate Lector Remoto, en el cual se modificó la modalidad de enseñanza. De esta forma, alumnos de primero y segundo año básico aprendieron a leer con el apoyo de sus familias y de profesionales que, gracias a diferentes tecnologías pudieron desarrollar clases virtuales o videollamadas que se adecuaron a las necesidades educativas de cada niño. Este gran esfuerzo permitió apoyar a cerca de 4 mil familias de las 32 comunas de la Región, cuyos niños, finalmente, aprendieron a leer.
Iniciativas de este tipo son altamente valorables, toda vez que pese a las adversidades encontradas en el camino de un año a todas luces difícil, no escatiman esfuerzos en llevar adelante una tarea tan noble como vital para el desarrollo de los niños, como es el que aprendan a leer. De ahí que no solo hay que aplaudir el trabajo de AraucaníAprende, sino que también velar porque una labor tan importante pueda seguir manteniéndose en el tiempo.