Un análisis que sometió a evaluación a 99 comunas del país, las que conforman el 79,3% de la población, determinó que Temuco pasó de estar en el puesto 25 en el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU), al lugar 38.

La medición que realizó la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) en conjunto con la Pontificia Universidad Católica, determinó que si bien la capital regional de La Araucanía continúa estando en la categoría de calidad de vida en nivel "medio-alto", cayó trece puestos en diez años, ya que los datos comparativos anteriores son del año 2011.

Se trata de indicadores que -a juicio de los encargados del estudio- demuestran que la capital regional ha estado en una especie de letargo en la última década, toda vez que si bien Temuco es clasificado como un área metropolitana, aún persisten importantes brechas que no se han corregido en el sentido de convertir a la ciudad en una locomotora dinamizadora del espectro social, político y económico de toda La Araucanía.

Dentro de las debilidades que observó el estudio, se aprecian variaciones con respecto a 2011, tales como las variables de "ambiente de negocios", que descendió de nivel "alto" a "medio bajo", o bien problemas de conectividad y movilidad urbana, que han contribuido a ir generando patrones de segregación tanto en Temuco como en comunas aledañas, como Padre Las Casas y Vilcún, cuya población tiene una alta dependencia con la capital regional.

Ahora bien, en los últimos años se están desarrollando importantes proyectos que buscan avanzar en la línea modernizadora que le cabe a Temuco como capital regional, sin embargo, se debe ir corrigiendo estas debilidades apelando a una planificación no solo centrada en la ciudad, sino sobre la base de un proyecto más global que observe y planifique pensando en un área metropolitana interconectada entre sí que requiere de una mirada más de contexto en su desarrollo, ya que según el mismo ICVU, el andar y desarrollo de Temuco no ha sido generoso con el resto de las comunas que lo rodean.

Por ello, se debe avanzar en políticas que tiendan a evitar el centralismo y abrirse a un desarrollo más equitativo no solo de Temuco, sino de la Región, tomando en cuenta que toda La Araucanía necesita modernizarse. Ese es el gran desafío de los nuevos tiempos.

El centralismo se sacude como el "gallo Giro" y le dice al país que nuestro Temuco ha bajado nada menos que en trece puntos en el Índice de Calidad de Vida, además junto a Magallanes y Los Ángeles somos una las tres ciudades con mayores contagios de covid 19 y de muertes en proporción.

A pesar de ello y muchas cosas más, el Gobierno se permite tomarnos una vez más el pelo y con trompetas anuncia la creación hace ya más de un mes de una Comisión Presidencial dirigida por un señor de apellido Barra que ha tenido pega en los dos Gobiernos del actual Mandatario y eso que cursó hasta Cuarto Año Medio, siempre en responsabilidades de varios millones de pesos mensuales. ¿Ha sabido usted de resultados de la mentada Comisión Presidencial?

En estos días se anuncia la compra de unos trenes chinos para unir las ciudades de Victoria, Púa, Perquenco, Quillem, Lautaro, Pillanlelbún y Temuco. Entonces, como diría un huaso corralero "¡al menos un punto bueno!".

Mi primer viaje a Santiago, cuando tenía 20 años, fue en la llamada "Tercera Clase", carros con asientos de madera duros y que tratábamos de hacer más suaves con una sencilla Pilsener que vendía quien tenía la concesión en su canasto de mimbre.

Con fecha reciente la empresa que tiene la concesión ferroviaria de este tramo anuncia la compra de trenes chinos para cubrir la brecha sureña de la Región. Con ello se verán favorecidas personas de todas las edades que estudian en las universidades e institutos de Temuco, médicos e instituciones especializadas.

Sobre esta materia quiero contarles una experiencia. Años atrás fui invitado por el gobierno asiático por ser "presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado Chileno". En el programa figuraba un viaje en tren desde Beijing a otra ciudad que estaba a seiscientos kilómetros de distancia. Pues bien, nos demoramos una hora y cinco minutos en llegar.

Por eso no entendí y reclamé en su momento que un Gobierno que apoyé como parlamentario hace más de tres décadas adquiriera trenes españoles que duraron menos que "un grano de trigo en el pico de un pavo", pero seguramente alguien ganó comisión por tan torpe compra.

Ante esta noticia de trenes nuevos para nuestra Región sólo cabe esperar que el usuario los cuide bien, que se proteja contra la irresponsabilidad de algunos que cada cierto tiempo cometen daños como banderas de nobles causas y que ya está bueno que autoridades no sólo escuchen sino fundamentalmente resuelvan.

En el mundo, los trenes vuelven en gloria y majestad, incluso en nuestro país ya tenemos recorridos de Santiago a Chillán y ahora en nuestra sufrida Araucanía. Sueño con esa vuelta para reencontrarme en las estaciones con las Tortillas de Ranahico, el café con malicia de Chillán, las Tortas de Curicó, y el "causeo de patas" de Rancagua.