Fuerte disminución en actividad física de preescolares por el confinamiento
COVID-19. Estudio de investigadores Ufro muestra el impacto que ha tenido el encierro prolongado en niños y niñas, pudiendo afectar incluso su desarrollo cognitivo.
Una fuerte caída en la actividad física habitual de niños y niñas preescolares provocaron los encierros prolongados derivados de la pandemia durante el año 2020, afectando de manera transversal a todas las regiones y a los diferentes grupos socioeconómicos.
Así concluyó un grupo de investigadores que conforma Ufro Actívate, tras realizar un estudio sobre el impacto de las restricciones de la pandemia en la conducta física de niños y niñas preescolares de Chile.
Según explicó el kinesiólogo, académico e investigador responsable del estudio, Nicolás Aguilar, los resultados son concluyentes en cuanto a la reducción de actividad física, el mayor acceso a pantallas y alteraciones del sueño en los menores de cinco años. Se analizaron los datos de unos 3 mil pequeños de todas las regiones, siendo la primera investigación a nivel mundial que reporta el impacto de la pandemia en la actividad física en preescolares.
"La actividad física se redujo en 45 minutos al día, lo que es muy considerable para un niño o niña. El uso de pantallas aumentó en una hora y media, es decir, casi se duplicó y la duración del sueño no cambió tanto, solo varió en cinco minutos, que es bastante poco aunque sí se afectó la calidad del sueño", señala Aguilar, quien a la vez añade que estos cambios pueden llegar a afectar no solo la salud física de los menores, sino también su desarrollo cognitivo y emocional por la baja interacción con otros niños a través del juego.
"El llamado que estamos haciendo es que se deben entregar mensajes más claros en el sentido de promover el juego y la recreación para niños y niñas, porque en el futuro se puede ver afectado su desarrollo congitivo. Los más pequeñitos necesitan moverse para conocer, para el lenguaje, para aprender palabras, entonces ya ha sido casi un año de no estar en contacto con otros", indica el investigador.
Parques y plazas
De acuerdo con lo manifestado por Nicolás Aguilar, resulta urgente que las autoridades oigan la voz de los expertos en cuanto a permitir el acceso a plazas y parques de los niños, considerando que un año en la vida de un niño menor de cinco, puede significar la mitad de su vida encerrado muchas veces en un departamento sin tener mayor movimiento o interacción con sus pares. "Es urgente buscar oportunidades para que ojalá toda la familia pueda recrearse en el sentido de ser más activo físicamente, obviamente con todas las medidas de autocuidado. Creo que se debería reforzar más ese mensaje", asegura el académico, quien a la vez destaca que ciudades como Rancagua han sido un ejemplo en cuanto a algunas iniciativas municipales como cierre de calles para incentivar el movimiento y el juego. "Chile fue uno de los pocos países donde no existían permisos para que los niños pudieran salir a jugar al principio de la pandemia. Después de varios meses se implementó un permiso para que pudieran salir 3 veces a la semana. Es por eso que además de la obesidad nos importa el desarrollo integral", cerró Aguilar.
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"Los más pequeñitos necesitan moverse para conocer, para aprender palabras, entonces ya ha sido casi un año y nos preocupa su desarrollo integral".
Nicolás Aguilar,, académico Ufro
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"Es urgente buscar oportunidades para que ojalá toda la familia pueda recrearse en el sentido de ser más activos físicamente".
Nicolás Aguilar,, Investigador Ufro Actívate