Proceso de vacunación
Hay que recordar que la vacunación es una forma sencilla, inocua y eficaz de protegernos contra enfermedades dañinas antes de entrar en contacto con ellas. La evidencia científica es abundante y también la forma en que ha sido posible avanzar en el proceso de validación de las vacunas contra el covid-19.
La Araucanía fue una de las primeras regiones donde se inició el proceso de vacunación contra el covid-19. Que Chile ya haya iniciado este proceso es una muy buena noticia, pero evidentemente todavía insuficiente para pensar que la pandemia está superada. Para que eso ocurra debe inocularse un alto porcentaje de la población y todavía pasarán varios meses para avanzar en esa línea. En el intertanto, es muy importante insistir en la seguridad de las vacunas y minimizar los temores de la comunidad, enfrentando con especial intensidad a quienes con liviandad intentan sembrar dudas en torno a la seguridad e inocuidad del proceso.
Hay que recordar que la vacunación es una forma sencilla, inocua y eficaz de protegernos contra enfermedades dañinas antes de entrar en contacto con ellas. Las vacunas activan las defensas naturales del organismo para que aprendan a resistir a infecciones específicas, y fortalecen el sistema inmunitario.
Cuando nos vacunamos, no solo nos protegemos a nosotros mismos, sino también a quienes nos rodean.
La inmunización evita entre dos y tres millones de muertes anuales por enfermedades como la difteria, el tétanos, la tos ferina, la gripe y el sarampión.
La evidencia científica es abundante y también la forma en que ha sido posible avanzar en el proceso de validación de las vacunas contra el covid-19, donde pese a la premura se han debido seguir todos los protocolos y fases consideradas por las acreditadoras internacionales y, en el caso de Chile, el Instituto de Salud Pública, que aprobó el uso de la vacuna de Pfizer/BioNTech tras un exhaustivo análisis que se extendió entre el 27 de noviembre y el 16 de diciembre.
Hay muchos países donde el problema está hoy en que no cuentan con los recursos para adquirir las dosis para vacunar a su población.
No es el caso de Chile, que rápidamente ha podido contar con dosis para iniciar un proceso que requiere de responsabilidad y amplio respaldo.