"Voté Rechazo, pero no me puedo restar de una instancia tan importante para el país"
Con voz firme y su característica sonrisa, Luis Mayol (68 años) bromea diciendo que "no pasó ni un día sin nada que hacer" después de haber renunciado como intendente de La Araucanía. Luego de presentar su dimisión al cargo de jefe ejecutivo del Gobierno Regional, días después del asesinato de Camilo Catrillanca en noviembre del 2018, el abogado dice que retomó inmediatamente sus actividades particulares, asociadas a asesorías jurídicas, consultorías con empresas públicas y privadas, actividades gremiales y, por sobre todo, la agricultura.
"Con esto de la pandemia, en el año 2020 estuve casi el 80% de los días allá en la Región", cuenta refiriéndose a su fundo en la comuna de Cunco.
El ahora ciudadano Luis Mayol Bouchon confirmó que se inscribió para ser candidato para representar a la provincia de Cautín (Distrito 23) en la Convención Constitucional. Y aunque dice que primero estuvo por el "Apruebo", una "seguidilla de decepciones y malinterpretaciones de un acuerdo de diálogo" lo terminaron por cambiar de opinión y votar "Rechazo" el 25 de octubre del año pasado.
"Pero ganó el "Apruebo" y, ya que estamos ante este proceso tan importante, es imposible no restarse y por eso me pongo a disposición, porque quiero ayudar en lograr acuerdos que permitan construir un mejor país para las próximas generaciones", plantea el también exministro de Agricultura del primer gobierno de Sebastián Piñera y miembro del directorio de la sanitaria Aguas Andinas.
- ¿Cuándo tomó la decisión de ir como candidato a constituyente?
- Cuando dejé la Intendencia, un grupo de gente me propuso que fuera candidato a gobernador, cosa a la que siempre manifesté que no tenía mayor interés, porque creo que el cargo de gobernador establecido en la ley, puede estar inspirado en buenas intenciones, pero es poco consistente y solo va a sembrar muchas expectativas a la gente, cuando tiene muchas limitantes. Siempre dije que no quería ser gobernador porque no quiero sembrar falsas ilusiones ni mentirle a la gente. Me mantuve activo, opinando y comentando acciones, así como también en contacto con los gremios de La Araucanía. Desde ahí hay mucha gente que me dice que dejé una buena imagen en la gente y creen que puedo ser un muy buen aporte para este proceso, que es por lejos el más importante en los últimos 60 años en nuestro país, ya que va a marcar el destino de la república por las proximas décadas.
- ¿Qué lo motiva para postularse para esta instancia?
- Creo que hay que sumarse para que las cosas salgan bien. Una constitución es la gran ley bajo la cual están todas las demás y es lo que permite que una república se desarrolle armónicamente. Es una cosa de corto, largo y mediano plazo. Tenemos que contribuir todos. Personalmente, siento que tengo que trabajar por mis hijos y por mis nietos, y para las próximas generaciones. Para el cargo, hay que ser tremendamente generoso, deponer los fanatismos y buscar acuerdos, consensos, hay que dejar los fanatismos e hipocresías y pensar en las generaciones que vendrán.
- ¿Cree que una Nueva Constitución podría resolver el conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche?
- Sobre lo que ocurre en La Araucanía tengo un sabor un poquito amargo. Cuando me tocó estar a cargo, recibimos la Región en problemas. Asumimos con la PDI y Carabineros divididos por la Operación Huracán, con (el machi) Celestino en huelga de hambre, con una altísima cesantía y retrasos estructurales. Pero nos pusimos a trabajar, pusimos en marcha el Plan Impulso y en poco tiempo logramos subsanar múltiples necesidades. Cuando ocurrió la lamentable muerte del señor Catrillanca, eso nos envenenó el ambiente, porque mucha gente intentó sacar provecho político. Yo renuncié para descomprimir ese ambiente. Y lamento que los ánimos no se hayan apaciguado, porque la delincuencia que hemos visto no da seguridad ni confianza a que se puedan realizar proyectos de cualquier tipo. En ese sentido, respecto a la pregunta, creo que las constituciones tienen que ir adaptándose a los problemas de la sociedad. La incorporación de los pueblos originarios al Parlamento, la interculturalidad, son temas que no se hablaban hace treinta años. Y ahora sí. Por eso espero que la gente que participe en esta Convención Constitucional tenga el nivel de cultura, de responsabilidad y de seriedad que se necesita para que hagamos un gran acuerdo. Que no vayan con la intención de imponer sus posturas e ideologías, sino que salgan de sus trincheras y dialoguemos en torno a un tema muy serio que definirá el destino del país por muchos años más.
- Va a tener que hacer campaña... ¿cómo lo hará?
-Sí, estoy organizándola. Será difícil por la pandemia. Solo puedo decir que voy a trabajar con la misma seriedad de siempre. Resumo diciendo que este desafío es tan importante que siento que no me debo restar.