El perfil más común de la trata de personas en Latinoamérica
Pandemia impulsó el delito y crisis en Venezuela lo potenció en Sudamérica. Reporte ONU sobre esta forma de esclavitud moderna, donde hay trabajos forzados, explotación sexual, venta de mujeres desde 36 dólares y extracción de órganos.
En América Latina la gran mayoría de las víctimas de trata de personas son mujeres y niñas explotadas sexualmente, aunque en algunos países, como Argentina y Chile, los casos de trabajos forzados son mayoritarios.
De las más de 3.400 víctimas rescatadas en 2018 en América del Sur de esta forma de esclavitud moderna, el 69% eran mujeres, el 5% niñas, mientras que los hombres representaban el 25% y los niños el 1%, según el Informe Global sobre Trata de Personas que difundió esta semana la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD).
La explotación sexual era el delito más frecuente con el 64%, mientras que los trabajos forzados suponían el 35%, y el 1% restante estaba sometido a otros tipos de explotación.
La trata es un delito que consiste en captar, trasladar y retener a una persona mediante la fuerza o la amenaza para explotarla durante largos periodos de tiempo.
Las personas más vulnerables económica y socialmente son las que tienen mayor riesgo de caer en las redes de trata, que se aprovechan de esas circunstancias.
Aunque la explotación sexual es la más común, otras víctimas sufren trabajos forzados en agricultura, pesca o minería, condiciones de esclavitud en trabajos domésticos o son obligadas a cometer delitos, mendigar o incluso sometidas a extracciones de órganos.
Las víctimas liberadas de esta forma de esclavitud son solo un pequeño porcentajey se teme que en todo el mundo los explotados asciendan a millones.
Los hombres representan -con dos tercios del total- la mayoría de los procesados por este delito en Sudamérica. El 84% de los condenados son nacionales del país en el que deben cumplir sentencia.
El Informe señala que en la mayoría de los casos las víctimas son captadas y explotadas en sus propios países.
La crisis de venezuela
"Los datos globales sobre víctimas de trata identificadas ofrecen ejemplos claros de aumentos repentinos de víctimas de países que caen en profundas recesiones económicas", indica el reporte.
Un ejemplo de esta correlación entre aumento de la pobreza y número de personas que caen en la trata lo representa Venezuela, que ha sufrido un desplome económico en el último lustro. "En 2018, un total de 430 víctimas venezolanas de trata de personas se identificaron en 21 países de América del Sur, Centroamérica y Europa", indica el informe.
Esa cifra contrata con los datos de otros años: en 2011 se contabilizaron únicamente cinco víctimas venezolanas en el extranjero, en 2012 fueron once, y en 2013, sólo dos.
Pib y trata infantil
El informe muestra una correlación entre un menor PIB per cápita con un mayor porcentaje de niñas que caen en la trata para ser explotadas sexualmente.
Así, por ejemplo, en Guatemala, con un PIB per cápita de 8.995 dólares, el 45% de las víctimas detectadas eran niñas, mientras que en los países con PIB per cápita mayores, como Panamá, Argentina, Chile o Uruguay, las menores representan menos del 3% del total de las víctimas.
Pese al largo camino para acabar con la impunidad, la ONUDD celebra que casi todos los países de América Latina, excepto Venezuela, hayan adoptado en su legislación el delito específico de trata de personas tal como recogen las convenciones internacionales y que las condenas hayan aumentado en los últimos años.
El efecto pandemia La ONU denunció también que la pandemia de covid-19 impulsa la trata de personas.
Los datos revelan además que la proporción de niños entre las víctimas de trata detectadas se ha triplicado en los últimos 15 años. Las niñas suelen ser explotadas sexualmente, mientras que los niños acaban en trabajos forzados.
La mayoría de las víctimas son femeninas: de cada diez personas rescatadas de las mafias en 2018, cinco eran mujeres adultas y dos eran niñas, lo que supone el 70% del total.
En 2018, 148 países detectaron a unas 50.000 víctimas de trata de personas. Esa cifra es sólo la punta del iceberg de un delito en ocasiones transnacional que puede afectar a millones de personas. En numerosas ocasiones las víctimas son vendidas a lo largo de su cautiverio. La ONU ha documentado ventas de mujeres por entre 36 y 23.600 dólares.
El previsible aumento de la pobreza en el mundo por primera vez en décadas debido a la crisis desatada por la pandemia, el cierre de escuelas y el incremento de la horas expuestos a internet abren nuevas oportunidades para los criminales, denuncia el informe. "Millones de personas en todo el mundo están sin trabajo, sin escolarizar y sin apoyo social en la crisis del covid-19, lo que los expone a un riesgo mayor a la trata de personas", declaró la directora ejecutiva de ONUDD, la egipcia Ghada Waly, y pidió frenar esta forma de crimen.
desde mendicidad hasta trabajos forzados son formas de trata de personas.
148 países detectaron unas 50 mil víctimas de trata en 2018. De cada 10 personas que ese año fueron rescatadas de las mafias, cinco eran mujeres y dos eran niñas.