Correo
Apellidos y colores
Llama la atención la postura de diversos líderes políticos y sociales frente a la masiva llegada de extranjeros y la crítica situación en la comuna de Colchane en el extremo norte del país.
Algunos proponen la creación de zanjas y la militarización de la zona. Otros -en esta sección de cartas- hablan de "puertas abiertas" y de que casi están atacando la frontera. Frente a tanto discurso sin sentido cabe recordar las importantes llegadas masivas de extranjeros al país desde hace más de un siglo.
La diferencia radica en que eran de Europa, de apellidos rimbombantes y tez blanca. Hoy son de Sudamérica, el caribe, sin nombres estridentes y con la piel más oscura. Sin desconocer el problema de fondo de la migración, nunca está demás recalcar que el trato y las formas importan porque, al fin y al cabo, seguimos hablando de personas.
El apellido y los colores, botémoslos al tacho de la basura.
Michael Seguel Picunche
Defensa de la democracia
La democracia es digna y generosa porque acepta su reemplazo por otro sistema político, si esa es la voluntad de la ciudadanía. Lo que no acepta es la violencia en reemplazo del sufragio como medio para imponer ideas.
Las autoridades elegidas con la misión de defenderla y mejorarla no pueden desentenderse de la reciente declaración de la presidenta de un partido que justifica y promueve quemarlo todo, o sea quemar Chile, como castigo o como solución a nuestros problemas.
La destrucción de nuestro patrimonio público no se puede aceptar bajo ningún pretexto y si proviene de un partido este se debe disolver. No actuar en consecuencia es compartir dichas expresiones o desidia inaceptable.
Miguel Paúl Latorre
Vacunas y oposición
Las declaraciones del alcalde Daniel Jadue son el claro ejemplo de ese conocido que todos tenemos, que, tal como pájaro de mal agüero, está siempre al acecho de alguna equivocación, pero al momento del triunfo es el primero en estar a tu lado.
En marzo pasado señaló que el Gobierno no ha hecho una buena campaña sanitaria, en junio, que Chile es el peor ejemplo sanitario y en septiembre que el Gobierno no tendría las vacunas suficientes.
Si bien el alcalde de Recoleta ha sido uno de los más críticos con la gestión realizada durante la pandemia, esta vez reconoció la correcta aplicación del plan de vacunación masiva que inició La Moneda.
Al menos, se valora la valentía de reconocer una actuación bien realizada, a diferencia de muchos de su sector que prefirieron esconderse en casa.
Santiago Amenábar M.
Vehículos blindados
El coordinador de la Macrozona Sur, Cristián Barra, en relación con la "escalada de violencia rural", dijo que "aquí no se trata de delincuentes armados. Estamos hablando de grupos paramilitares, preparados, fuertemente armados… el Gobierno aumentará los medios para mejorar la acción policial, con la adquisición de vehículos blindados… Lo que tenemos que hacer es fortalecer las herramientas que tiene todo Estado en democracia, que en nuestro caso son las policías, Carabineros y la PDI".
Barra omitió incluir a las FF.AA. entre las herramientas fundamentales que tiene todo Estado democrático para asegurar, en última instancia, el orden público, la seguridad interior y la soberanía nacional; obligaciones esenciales de los gobernantes de un Estado, para cuyo cumplimiento cuentan con el monopolio de la violencia física legítima.
Por otra parte, cabría comentar que no estamos ante simples actos de violencia rural, sino que ante grupos de combatientes que están llevando a cabo una guerra de guerrillas, lo que constituye una verdadera guerra contra el Estado de Chile y que, por lo tanto, debe ser enfrentada como tal; no por organismos policiales (que no cuentan ni con los medios suficientes -sus armas tienen menor poder de fuego que las empleadas por los guerrilleros y los vehículos blindados no contribuirían mayormente para enfrentarlos eficazmente- ni con la voluntad de sus miembros para usar sus armas; ya sea por restricciones impuestas por el escalón político o por temor a ser condenados por "violación a los derechos humanos", por "uso excesivo de la fuerza" u otras figuras delictivas) sino que por fuerzas militares que actúen con todo el potencial bélico propio de su función que fuere necesario para derrotarlos, aplicando los procedimientos de tiempo de guerra, sin las restricciones para el uso de la fuerza que rigen en tiempo de paz.
Adolfo Paúl Latorre