Acusaciones de racismo por parte de Meghan y Harry remecen a la Corona
REVELACIONES. Afirmaron en entrevista que miembros de la realeza británica estaban preocupados por el color que tendría su hijo.
El Austral
La familia real británica tuvo que digerir ayer las declaraciones de una inusual entrevista que la animadora estadounidense Oprah Winfrey hizo en el canal estadounidense CBS al príncipe Harry y la duquesa de Sussex, en la que la pareja dijo haber encontrado actitudes racistas y una falta de apoyo que provocó pensamientos suicidas a Meghan.
La Corona debió enfrentar serios cuestionamientos desde todos los sectores, incluido el político, como las del grupo antimonárquico Republic, que dijo que la entrevista de Winfrey muestra con más claridad cómo es la familia real, y no es una imagen agradable. "Ya sea por el bien de Gran Bretaña o por el bien de los miembros más jóvenes de la familia real, esta institución podrida tiene que acabarse", planteó Graham Smith, del grupo activista, y agregó que "no refleja los valores británicos".
Meghan y Harry anunciaron hace pocas semanas que renunciaron a todos sus privilegios reales para iniciar una nueva vida en Estados Unidos.
Tras la entrevista, también hubo un pronunciamiento del Partido Laborista, inserto en la política tradicional británica. Keir Starmer, líder de esa colectividad, afirmó que "son muy, muy graves" las acusaciones de racismo y salud mental planteados por Meghan Markle y subrayó que hay que tomarlas "muy seriamente".
"Esto es más grande que la familia real. Por demasiados años hemos desdeñado estas cuestiones y las hemos dejado de lado", afirmó.
La portavoz laborista de Educación, Kate Green, dijo a Sky News que espera que las "chocantes" alegaciones de racismo "sean tratadas por Palacio con la máxima seriedad y sean plenamente investigadas".
Desde el gobierno, en cambio, les restaron importancia a las denuncias.
"ya no quería vivir"
Durante la entrevista de dos horas la pareja hizo una descripción poco favorecedora de la vida en la Casa Real, mostrada como una institución fría y falta de empatía de la que tuvieron que escapar para salvar sus vidas.
Meghan dijo a Winfrey que en un momento dado "simplemente ya no quería vivir" y tenía pensamientos suicidas incontrolables. Dijo haber buscado ayuda a través del departamento de recursos humanos de Buckingham, pero le dijeron que no podían hacer nada.
La duquesa, que se identifica como birracial, describió cómo, cuando estaba embarazada de su hijo Archie, hubo en Palacio "preocupaciones y conversaciones sobre qué tan oscura sería su piel al momento de nacer". Harry confirmó esa conversación y dijo que "me quedé un poco conmocionado", aunque se negó a revelar quién hizo el comentario.
Meghan también se pronunció sobre el rumor de que, antes de su boda, ella hizo llorar a su cuñada Kate, duquesa de Cambridge y esposa del príncipe William, al asegurar que eso nunca ocurrió y que, de hecho, "fue al revés".
"La narrativa de que yo hice llorar a Kate fue el comienzo del asesinato de mi 'personaje' (a los ojos de la sociedad británica)", dijo Meghan y lamentó que la Casa Real nunca desmintiera ese rumor, como sí hacía con los que afectaban a "cualquier otro" de sus miembros.
La duquesa alegó que fue Kate quien estaba "molesta por el tema de los vestidos de las damas de honor" de su enlace y añadió: "Me hizo llorar e hirió mis sentimientos".
"Estaba atrapado"
Harry, príncipe desde que nació, describió cómo la experiencia de su esposa le ayudó a darse cuenta de cómo él y el resto de la familia estaban atrapados en una institución opresiva.
"Estaba atrapado, pero no sabía que estaba atrapado", declaró. "Mi padre y mi hermano, están atrapados. Meghan me salvó", afirmó.
"Lo que estaba viendo era la historia repitiéndose, pero definitivamente mucho más peligrosa", dijo Harry en referencia a lo que ocurrió con su madre, Diana.
Ambos elogiaron el apoyo recibido por la reina Isabel II, abuela de Harry: "La reina siempre ha sido maravillosa conmigo". Sin embargo, Harry reveló que ahora tiene una mala relación con su hermano William y dijo que las cosas con su padre habían empeorado.
"Hay mucho trabajo que hacer aquí", dijo Harry sobre su relación con su padre. "Me siento muy decepcionado. Él ha pasado por algo similar. Sabe lo que es el dolor. Y Archie es su nieto. Siempre le querré, pero hay mucho dolor en lo que ha ocurrido".
En uno de los pocos momentos positivos de la entrevista con Winfrey, Harry y Meghan Markle revelaron que el bebé que esperan para el verano será una mujer.