Desoyendo las innumerables recomendaciones de sociedades científicas y expertos en este ámbito, la autoridad de Salud insiste en la estrategia de cuarentenas dinámicas.

En el caso de La Araucanía hay 25 comunas en cuarentena total (Fase 1) y solo siete en Fase 2 o de Transición, con confinamiento solo los fines de semanas (Gorbea, Pucón, Teodoro Schmidt, Victoria, Imperial, Purén y Melipeuco).

De acuerdo con un informe de la Fundación Vivienda, la mayor concentración de fuentes laborales en la Región Metropolitana se encuentra en Santiago, Providencia, Huechuraba y Las Condes. Así, hay razones estructurales que obligan a los santiaguinos a movilizarse en una misma dirección. Solo hay que ver cómo está de saturado el transporte público en horas punta.

Según el doctor Claudio Olmos, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Andrés Bello y coordinador de la Unidad de Investigación Indisa, puesto que se sabe que la división territorial por comuna es una delimitación de carácter administrativa, no hay razones sanitarias para distinguir entre una zona u otra. Al contrario, al establecer cuarentenas solo en ciertas zonas de la Región, sin incorporar las de mayor tránsito, se logra hacer circular el virus, pero no detener su propagación, lo que conlleva a la pérdida de efectividad de las medidas y a la "fatiga pandémica" de sus habitantes.

Con ocupación de camas críticas en su máxima capacidad en todo el país, ad-portas de unas elecciones trascendentales, que incluyen elección de gobernadores regionales, alcaldes, concejales y constituyentes, y que hasta el momento están programadas para el 10 y 11 de abril, la medida a tomar debiese apuntar a un cese completo de actividades no esenciales, por un corto periodo de tiempo (dos semanas). En ese sentido, Olmos y otros especialistas plantean que un encierro breve pero efectivo, permitiría descongestionar camas, disminuir contagios y mejorar trazabilidad.

Según historiadores sería Julio César quien dijo "divide et impera", divide y vencerás, una estrategia que hemos visto con dolor como en casi un año de pandemia. El gobierno ha implementado sistemáticamente en el tema turístico, atendiendo así solo una parte de las justas demandas generales, las que se han visto debilitadas desde adentro del sector, por quienes han recibido tentadoras ofertas de apoyos y beneficios por separado en cada región.

Y es que las autoridades simplemente no reconocen el protagonismo estratégico económico del turismo chileno, no les conviene recordar que este sector constituía casi el 3,5% del PIB nacional y que siempre aportó divisas, alegrías y orgullo por una marca que internacionalmente fue sinónimo de belleza incomparable y buen servicio.

El "Pago de Chile" es lo que ha recibido el turismo que luego de entregar tanto al país durante más de una década, hoy sus autoridades lo han olvidado en el peor momento de la pandemia. Las quiebras y cesantía se dan por cientos, sumiendo en la desesperación a valientes emprendedores que no alcanzan a entender el por qué de este ensañamiento, sin una ley de rescate y solo con paquetes de medidas insuficientes, llenas de letra chica que nadie puede cumplir y generando dolor y resentimiento.

Y es que jamás los empresarios se imaginaron que el Estado llegara a ser su enemigo, y que aprovechara un sistema de organización gremial débil que diluye voluntades a través de cámaras de turismo, asociaciones, agrupaciones y un sinnúmero de formas de representación territorial existentes, que hacen aparecer a la industria sin chimeneas como "atomizada" y representada por muchas voces y sectores que defienden por separado sus opiniones y necesidades, lo que es muy entendible y lamentable.

Y esa propia ambigüedad y falta de fuerza y unidad nacional turística, hacen ver a esta industria disipada y poco relevante como motor económico de Chile, lo que -duele decir- ha sido bien aprovechado por las autoridades económicas estatales, las que se han empeñado en imponer un modelo que no sirve, al contrario, ahoga y desaparecerá por años a un sector que daba buenos trabajos y fomentaba el amor por la tierra.

¡De esta dura experiencia el turismo debe aprender! "cambiar su posición" con el Estado y las regiones; generar la fuerza interna y que se conforme una "Red Nacional de Turismo", con representantes por cada región de Chile junto a los gremios nacionales, tomando el protagonismo que merece, exigiendo a "cada candidato presidencial que declare su posición" con el sector en su programa de gobierno, además que exija que se avance en "la modernización y actualización de la Ley de Turismo" y que se conforme una comisión especializada en la Cámara de Diputadas y Diputados para que de esta forma ocupe su lugar como fuerza nacional, y con apoyo de los líderes comunales, regionales, nacionales, la comunidad en pleno y los medios de comunicación , ocupe el lugar que se merece.

Sebastián Álvarez,

presidente regional de Evópoli y diputado por La Araucanía