(viene de la página anterior)
ís, es una institución republicana de la máxima importancia y yo entiendo que ser capaz de acoplar la función institucional a mantener la sinceridad hacia la ciudadanía es la mejor manera de dignificar la función que me toca ejercer.
-¿Cómo espera que sea esa relación en adelante: a) indiferencia; b) hostilidad; c) cooperación; d) juntos pero no revueltos; e) revueltos pero no juntos?
-Yo he llamado permanentemente a la colaboración. Soy humanista cristiana. A diferencia de los neoliberales, que entienden que la sociedad se estructura a partir de la competencia, nosotros entendemos el mundo desde la colaboración. Desde la creación colectiva y la priorización del bien común por sobre los intereses personales. Por eso hemos invitado al Presidente Piñera a colaborar. Le hemos presentado seis iniciativas donde toda la oposición del Senado está dispuesta a colaborar ,porque estamos convencidos que es lo mejor para nuestro país, partiendo por la renta básica universal, que significa terminar con los bonos y préstamos que focalizan y dejan mucha gente fuera del derecho que todos tienen de ser protegidos por el Estado, más aún cuando tenemos al 70% de la población confinada.
Si el Presidente tiene la sabiduría para impulsar legislaciones que unan a los chilenos y chilenas y no insistir en proyectos que generen división, creo que podemos tener una relación de mucha colaboración. Nada mejor para Chile que el gobierno levante el vuelo y supere este vuelo rasante que ha tenido prácticamente desde que asumió.
-En su discurso de asunción señaló que usted ha buscado "el bien general por sobre los intereses corporativos y puramente económicos". ¿Alude a alguien o a algún grupo?
-No. Aludo a una forma de entender la vida en sociedad. Para mí, lo que nos ha ocurrido como país, incluso desde antes del estallido social, es la crisis de un modelo político y económico que privilegia la competencia y el surgimiento personal por sobre la solidaridad, la colaboración y el interés colectivo. Nuestro sistema, en pensiones, en educación, en salud, casi en todos los sectores es fruto de un modelo impuesto por la dictadura que podría resumirse en un "que cada uno se salve solo". El reclamo de los chilenos y chilenas, el reclamo de quienes se manifiestan pacíficamente, es por solidaridad, por justicia social, por el fin de los abusos. Y yo creo que todos tenemos que aportar a una política más reconectada con ese sentimiento, a una institucionalidad que se revalide ante la ciudadanía, a partir de atender esa demanda y construir un nuevo modelo de desarrollo. Ese llamado no es exclusivo a ningún sector. Es para todos los que estamos en alguna posición de influir en los debates públicos.
-¿Qué prefiere: tercer retiro de fondos previsionales, la reforma de pensiones propuesta por el gobierno, ambos o ninguno?
-Yo estoy abogando por una renta básica universal, sobre todo en el contexto de la pandemia, que lleguemos a todas las familias con un piso de recursos mínimo, con una transferencia en dinero, que les permita cuidarse y quedarse en casa sin sufrir, ni pasar frío o hambre. Creo que tenemos que superar la lógica del gobierno, de los bonos o créditos, con múltiples requisitos, que dejan fuera a mucha gente. Esta idea de que el Estado tiene que ahorrarse plata, como que la fuera a malgastar si la traspasa a las familias. La crisis social, de salud y económica es tan grave, estamos con cuarentenas limitando la libertad de trabajo en tantas partes, que es inoperante tratar de buscar una focalización cuando según los informes oficiales casi el 90% de las familias no tienen lo mínimo para terminar el día.
Si el tercer retiro del 10% avanza en el Congreso lo hará además con votos de parlamentarios de gobierno. Y si eso es así, será por la propia incapacidad del gobierno de tomar las decisiones adecuadas para llegar con apoyo real a las familias que sufren.
-¿Qué opina de las medidas para la pandemia recientemente anunciadas?, ¿son suficientes?
-Esta semana el Presidente Piñera anunció nuevos bonos y créditos a la ciudadanía y las pequeñas empresas. Dijo como buena noticia que su paquete de ayudas era un 2% del producto interno bruto del país. Bueno, lo que dice el Banco Central es que los dos retiros de los fondos de previsión representaron un 11% del PIB. Fue eso lo que permitió subsistir a millones de chilenos. Fue eso lo que ayudó a apuntalar la economía y a mantener la paz social. Estoy convencida de que nuestro país habría vivido un nuevo estallido social, y en medio de la pandemia, si la única respuesta a las necesidades de la gente hubiesen sido las propuestas del gobierno y los retiros de los fondos de pensiones no se hubiesen concretado.
-Las crisis sociales y sanitarias, ¿debieran sortearse usando ahorros individuales?
-No. Por el contrario. Yo abogo precisamente para que sea el Estado y no las familias, el que se meta la mano al bolsillo. El problema es que las soluciones ofrecidas por el Estado hasta ahora han sido tardías e insuficientes.
-¿Cuál es su visión sobre la reforma de pensiones propuesta: qué le gusta y qué no?
-Creo que la propuesta del gobierno es un último intento desesperado por salvar el modelo de capitalización individual y no avanzar a una reforma de fondo. Es una minireforma que consolida el sistema actual a cambio de un incremento menor en el pilar solidario. Yo prefiero que las bases de un verdadero sistema de seguridad social sea una discusión de la Convención Constitucional. Me parece que eso es lo coherente en el momento político del país.
-¿Cuáles proyectos legislativos considera que tienen mayor urgencia?
-Hemos invitado al presidente a legislar seis materias. Primero, la renta básica universal. Segundo, reforma profunda a Carabineros. Necesitamos una policía que realmente nos proteja de la delincuencia, que desaparezca cualquier sospecha de corrupción y que se aleje de todo hecho de violación a los derechos humanos. Tercero, sacar adelante la ley de adopciones, que los niños que están en el Sename puedan ir más rápido a las familias que les ofrecen un hogar. Cuarto, fortalecer ahora y dotar de más recursos a Fonasa, sistema de salud que utilizan más de 14 millones de chilenos y chilenas. Quinto, terminar con el CAE y condonar al menos parte de la deuda que agobia a las familias. Y sexto, sacar ya la reforma al Código de Aguas, que lleva 10 años bloqueada en el Parlamento.
-Respecto a la modificación al Código de Aguas, ¿cómo ve la situación hídrica del país?
-Más que del país, la falta de agua en el mundo y el cuidado del medio ambiente es una materia global. Esta semana de hecho estuve en un encuentro mundial destacando aquellos aspectos pendientes de Chile con este tema. Necesitamos ahora una ley que privilegie el agua para el consumo humano, no como es actualmente que se privilegia la propiedad más que la necesidad de agua para las personas, los animales y los ecosistemas.
-¿Hay alguna agenda regional que le parezca particularmente atendible?
-Por cierto. Yo soy nacida y tengo mi casa en Vallenar. Conozco bien la realidad de las regiones del país y tengo un compromiso con descentralizar el poder, con acercar las decisiones a las comunidades y territorios. Si la ciudadanía no siente que las decisiones están más cerca que votar cada cuatro años, la democracia va perdiendo sentido y legitimidad. Soy parte de la bancada regionalista del Senado desde que fui electa. Tenemos pendiente una Ley de Rentas Regionales que entregue recursos y poder real de decisión a las regiones. Tenemos pendiente otra ley de transferencia de competencias desde el centro a las regiones. Chile ya no resiste más que para poner un semáforo en una ciudad de regiones haya que pedir autorización a Santiago.
El gobierno en esto ha estado remolón. No es un problema de derecha o izquierda. El centralismo no tiene color político. Los regionalistas también estamos en todos los sectores y yo espero colaborar sobre todo este año, en que por primera vez en nuestros 200 años de vida republicana vanos a elegir un gobernador regional. Por primera vez en nuestra historia la primera autoridad de cada región no será un representante del presidente o presidenta de turno en la región, sino que será un representante de la ciudadanía de la región ante los otros poderes del Estado.
-¿Qué le parece la proliferación de candidatos, tanto de oposición como oficialistas? ¿Lo considera algo saludable o una muestra de falta de acuerdos?
-Mire, yo he optado por ser una presidenta del Senado que cumpla su rol institucional y que además contribuya a la unidad de la oposición. La oposición es mayoría en el Senado y creo que su trabajo unido, con posturas claras ante el gobierno, contribuye a la recuperación de la paz social y la gobernabilidad que se han perdido en estos años. No es mi rol comentar una carrera presidencial que legítimamente se está desarrollando.
-¿Su investidura le impide asumir posiciones respecto de los candidatos?
-Es de público conocimiento que mi candidata es la senadora Ximena Rincón, que ganó la primaria de mi partido, la Democracia Cristiana. Fui parte de su equipo de vocerías hasta que me tocó asumir como presidenta del Senado. Espero que sea posible construir la unidad de la oposición en torno a ella.
-¿Es partidaria de una primaria para toda la oposición que incluya el PC?
-Yo soy partidaria de la máxima unidad opositora y de ningún camino propio. Creo que la mejor opción para Chile es un gobierno de mayoría y de centroizquierda. Pero como le dije, desde el rol que desempeño ahora, creo que el tema de las candidaturas presidenciales y los procesos electorales es una materia que corresponde a las directivas de los partidos políticos. No corresponde que yo emita una opinión. Además tenemos, si la pandemia lo permite, una elección en dos semanas más que me parece clave para los chilenos y chilenas, para la calidad de vida en cada territorio. Los concejales, alcaldes y gobernadores regionales son la elección más cercana a los territorios para mejorar la calidad de vida de las familias. Y los constituyentes encarnarán la soberanía popular para escribir el texto que definirá el país de los próximos 40 o 50 años. Mi llamado es a que cada cual, de cualquier sector, se la juegue por promover a los candidatos que le parezcan mejor para el país en esa elección que es muy relevante.
-¿Qué espera de la Convención Constitucional?
-Que pueda de verdad encarnar el espíritu de Chile para diseñar el país del futuro, el país de la colaboración. Construir una sociedad basada en la solidaridad y el bien común. La Convención será un hito histórico, paritaria, con pueblos originarios, un ejercicio de soberanía ciudadana como ningún otro hemos visto y espero como presidenta del Senado hacer todo cuanto esté en mis manos para ayudar a que tenga un desarrollo exitoso en beneficio de las grandes mayorías que queremos un Chile más acogedor y justo.
el traspaso del mando en la testera del senado: adriana muñoz entregó la presidencia a yasna provoste.
"Si el Presidente tiene la sabiduría para impulsar legislaciones que unan a los chilenos y chilenas y no insistir en proyectos que generen división, creo que podemos tener una relación de mucha colaboración".
"Si el tercer retiro del 10% avanza en el Congreso lo hará además con votos de gobierno. Y si eso es así, será por la propia incapacidad del gobierno de tomar las decisiones adecuadas para llegar con apoyo real a las familias".