"La cesantía es grande y nos ha imposibilitado, incluso, juntarnos a ensayar"
La crisis sanitaria, económica y social que trajo consigo el covid-19 ha dejado en evidencia la precariedad e informalidad que pesa sobre los trabajadores del arte. En La Araucanía, el sindicato que reúne a los distintos eslabones del mundo teatral plantea que una solución a su particular freno laboral sería la implementación de permisos especiales, los cuales podrían crear las condiciones para retomar la actividad.
Catorce meses en pandemia llevan a un punto de quiebre y agotamiento a los trabajadores del arte en La Araucanía. Así lo explica el actual presidente del sindicato que reúne al mundo teatral, Sidarte Araucanía, Jaime Silva Díaz.
Con las pocas salas culturales existentes en la Región cerradas y relegados solo a las plataformas virtuales, actrices, actores, directores, dramaturgos, técnicos, vestuaristas, escenógrafos y transportistas asociados, atraviesan hoy un momento difícil, marcado por la cesantía y agravado por políticas públicas que aún no abren opción alguna para el retorno del sector a sus distintos quehaceres (arte, gestión y docencia).
Desde la perspectiva personal y también colectiva, y luego de largas jornadas de diálogo a través de redes sociales y de un importante sentido de asociatividad generado por las circunstancias, Jaime Silva comenta que esta crisis ha evidenciado la precariedad e informalidad del sector, lo que plantea retos y obliga a las autoridades a dar mejores respuestas a los trabajadores del arte, y sobre todo, a ponerse al día con las regiones, claramente, más afectadas por la contingencia. Así lo plantea en esta entrevista.
- Jaime, después de 14 meses de pandemia, ¿cómo encuentra a los actores y actrices esta nueva efeméride del Día Nacional del Teatro (11 de mayo)?
- Nos encuentra en medio de una situación mundial y de país en la cual sentimos que nos toca más fuerte, porque esto viene a develar las condiciones laborales que sufre nuestro sector, por lo precario e inestable que es, porque, aparte de la actuación y del teatro propiamente tal, nuestro sector abarca otros ámbitos de trabajo los cuales también nos hemos visto imposibilitados de hacer. La mayoría trabaja en la docencia relacionada a la actuación y lo primero que cortaron en las escuelas fue lo nuestro, y en los espacios culturales lo primero que hicieron fue prescindir de los monitores. El asunto viene desde la autoridad para abajo. Cuando la ministra dijo que cualquier peso que se invirtiera en cultura iba a ser un peso perdido para otra cosa, solo deja en evidencia la realidad de nuestro gremio, donde nos han visto como lo menos necesario en términos productivos.
- ¿Hay mucha cesantía en entre los trabajadores del teatro regional?
- La cesantía es grande y nos ha imposibilitado, incluso, juntarnos a ensayar, los ensayos hemos tenido que hacerlos en negro y de forma clandestina para poder subsistir de alguna forma, porque ahora está el boom de los contenidos digitales para seguir vigentes. Vale recordar que solo en este último período Padre Las Casas estuvo tres meses en cuarentena y Temuco, dos. Y algo que ha confabulado para agravar la situación es el hecho que se no se nos ha dado un permiso especial para generar las condiciones mínimas de trabajo. Entonces, el escenario este año ha sido más de cansancio. La verdad es que nos unimos, tratamos de buscar desde el sindicato distintas instancias para reactivar el sector económico de nuestro lado, pero ya se ve el agotamiento sicológico y emocional, hay una decepción también porque en términos de ayuda desde el Estado tampoco estamos bien, porque no somos los más pobres y para el sistema crediticio tampoco somos muy ricos. Somos el jamón del sándwich.
- ¿La modalidad virtual ha servido para paliar la situación?
- Ha servido para difundir nuestro trabajo, pero no para comercializarlo. Pasa que el derecho de autor es algo aún muy desconocido para los espacios culturales. Nosotros, por ejemplo, teníamos una creación artística y vendíamos nuestras funciones a distintos espacios; ahora eso se ha reducido significativamente y la gente te pide que hasta le liberes los derechos para pasarlo al aire. No hay consciencia del trabajo que significa cada producción.
- Y los fondos de cultura ¿cómo han funcionado para sostener al gremio?
- También tuvimos problemas con los fondos de cultura porque este año lanzaron una postulación especial para las artes escénicas, gracias a la ley salió para el sector, pero que se implementó de mala forma. Fue muy desigual la postulación y la adjudicación. Se concentró en Valparaíso y Santiago porque la ley se implementó sin un consejo asesor y, en la práctica, las regiones resultamos todavía más afectadas.
- La crisis por la que atravesamos ¿cómo ha incidido en la creatividad del teatro regional?
- Por suerte, cuando atravesamos este tipo de situaciones, complejas o cuesta arriba, la creatividad aflora, así que se ha visto varios procesos de creación de dramaturgia, de búsqueda de nuevos lenguajes, en el cómo uno incorporar los nuevos medios que van saliendo y se han generado también instancias para reunirnos y conversar vía remota. Hemos ganado en asociatividad.
- A pocas semanas del Día del Trabajo, ¿qué plantea Sidarte Araucanía para su sector?
- Hemos emplazado a la ministra y al Ministerio de las Culturas a sentarnos con las distintas organizaciones que trabajamos por las artes, las culturas y el patrimonio para buscar soluciones, porque las políticas han sido súper herméticas. Y ¿qué pedimos? Permisos para poder trabajar, partir de esa base, porque lo que necesitamos son condiciones laborales para retomar nuestra actividad, con protocolos y para ello también tenemos propuestas, y porque creemos que podemos ser actores para generar la concientización sobre la 'nueva normalidad'.
- Respecto de lo que resta del año, ¿cuándo creen ustedes que podría darse un mejor escenario para los trabajadores del arte?
- Creo que vamos a volver cuando las autoridades comiencen a dialogar un poco más con los espacios culturales que son los que acogen lo que nosotros hacemos; y cuando los espacios culturales también tengan recursos para gestionar contenido y volver a la formación y la difusión de las artes, ahí recién vamos a poder reactivarnos. Lo que más pedimos hoy es que se generen las condiciones. Que - por ejemplo - en una escuela se le pague lo mismo a un actor que a un profesor y que no sean los artistas los primeros en ser eliminados cuando algo ocurra. Hay un montón de ámbitos que requieren mejorar para sentar las bases de la seguridad laboral para los trabajadores del teatro.
- ¿Algún mes tentativo para retomar "la nueva normalidad"?
- Yo creo que al término del invierno. Septiembre podría ser el mes para regresar a la actividad.
"Ya se ve el agotamiento sicológico y emocional, hay una decepción también porque en términos de ayuda desde el Estado tampoco estamos bien, porque no somos los más pobres y para el sistema crediticio tampoco somos muy ricos".
"¿Qué pedimos? Permisos para poder trabajar, partir de esa base, porque lo que necesitamos son condiciones laborales para retomar nuestra actividad".