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Abandonar todo el trabajo realizado durante meses para afinar la sintonía con el sentir ciudadano no está entre los planes de quien acaba de perder, cerca de la meta, las recientes elecciones municipales en Temuco. Así lo expresa Daniel Schmidt Mclachlan, el abanderado de la centro-derecha que obtuvo el 31,70% de la aprobación del electorado; y quien asegura estar en medio de un proceso de reflexión para ver cómo decantar en alguna iniciativa importante los insumos sociales, humanos y políticos recogidos en los distintos macrosectores de la comuna.
El militante RN, arquitecto, quien ha oficiado como decano de la Facultad de Arquitectura de la UA, y quien fuera director del Serviu y presidente de Corparaucamía y de la Cámara Chilena de la Construcción, reconoce hoy los factores que incidieron en los resultados del domingo pasado, entre los cuales destaca la pugna entre Becker y Salinas, ambos de su partido, y las heridas que pudo dejar la gestión pasada dentro del concejo municipal.
Agradecido del respaldo obtenido con una candidatura que, a su modo de ver, comenzó de cero, Schmidt analiza los resultados de las elecciones, el por qué su partido perdió las alcaldías de Temuco y Padre Las Casas, opina sobre el electo alcalde Roberto Neira y confiesa que no está entre sus planes ser candidato otra vez, al menos en el corto plazo.
- ¿Qué le parecieron estas elecciones y el resultado de las mismas?
- En general, creo las elecciones que tienen que ser analizadas con mucho cuidado. Hay una señal potente de respaldo de la ciudadanía hacia la política independiente. Esto va a obligar a los partidos tradicionales a mirarse, a buscar una manera de refrescarse y adaptarse a lo que hoy demanda la ciudadanía. Y en particular, en Temuco, creo que logramos en un tiempo relativamente corto instalar una candidatura, un programa, con un porcentaje muy alto de aprobación de parte de la comunidad y eso se agradece. No fue suficiente para poder llegar al sillón municipal, pero agradezco tremendamente el respaldo recibido.
- ¿Por qué su candidatura no logró el objetivo? ¿Qué análisis hace al respecto?
- Primero, partimos desde una candidatura con bastante desconocimiento. Si bien yo fui una figura pública cuando fui director del Serviu, presidente de CorpAraucanía y decano de la Facultad de Arquitectura y Construcción de la U. Autónoma de Chile, esos son cargos relacionados con un ámbito de la sociedad, pero había que levantar un nivel de conocimiento mucho más amplio, que creo que logramos hacer durante este tiempo, con propuestas y con una campaña en condiciones bastante adversas, así lo fue también para todos. Hacer una campaña en cuarentena no es fácil. También hubo factores relacionados con situaciones particulares en el municipio de Temuco. Hubo una pugna de poder entre la figura de Jaime Salinas y Miguel Becker, algo con lo cual me tocó lidiar como externo, pero que son herencias de un partido como RN, que no estaba cómodo, que buscaba acomodarse luego del plebiscito. Son cosas propias de la política, hay de lidiar con ellas y pudieron haber influido de forma directa en el resultado de la elección. También, hubo un contendor principal que llevaba tres años haciendo campaña para llegar a la alcaldía, ocho años como concejal y, por lo tanto, tenía un nivel de conocimiento de la comuna más amplio y una campaña con un muy alto financiamiento.
- La noche del domingo, al reconocer la derrota electoral, usted dijo: "si bien perdimos las elecciones, ganamos en alcance", ¿a qué se refería con esa frase?
- Creo que hoy logramos hacernos un espacio en el mapa político regional, cuando hace siete meses ese espacio no existía. Creo que hicimos una candidatura fresca, propositiva, alineada con los intereses de la ciudadanía, una campaña donde logramos convocar a un grupo importante de personas para contribuir con ideas para el Temuco que querían ver, y eso se refleja en que, partiendo con una candidatura de cero, alcanzamos el 32% de la votación, con un margen bastante estrecho con mi principal competidor, que era alguien posicionado en el mundo político.
- Habrá alternancia de los gobiernos comunales de Temuco y Padre Las Casas. ¿Por qué cree que la centro derecha perdió estos municipios? ¿Había un desgaste después de 12 años? ¿El electorado castigó el continuismo?
- Nosotros de todas maneras podíamos haber hecho mejor las cosas dentro de la campaña, haber tomado algunas decisiones distintas, pero después de la guerra todos somos generales. Si los resultados hubiesen sido favorables, lo más probable es que estaríamos celebrando. Uno va tomando decisiones sobre la marcha. Yo creo que la gestión de Miguel Becker durante 12 años en Temuco es una gestión que le cambió la cara a la ciudad, pero, al mismo tiempo, quizás deja algunas heridas profundas, principalmente, en su relación con el concejo municipal y ahí podemos ver un reflejo claro de lo que fue un concejo municipal que se alineó detrás de la figura de otro concejal, que fue mi competencia, y que independiente de cuál era su vereda política recibió también respaldo del mismo sector al cual me tocó representar.
- ¿Qué opinión tiene acerca del alcalde electo, Roberto Neira?
- Yo creo que cualquier persona que logre captar un 37% de la aprobación ciudadana en una elección es alguien que está vinculado con la ciudadanía y eso es un gran logro. Hay que reconocer ese logro de Roberto Neira y, al mismo tiempo, esto representa una tremenda responsabilidad. Hoy, nosotros obtuvimos una aprobación un poco inferior y, por lo tanto, también nos entrega una suerte de rol fiscalizador en la gestión que viene para poder contribuir desde una mirada constructiva, pero desde una mirada crítica; contribuir a que los proyectos que logramos levantar, tanto nosotros como las propuestas que levantó Roberto, se lleven adelante. Todos los candidatos que nos enfrentamos a esta elección de alguna forma coincidíamos en un diagnóstico, quizás teníamos algunas diferencias en cómo abordar la solución, pero había coincidencia en que buscábamos soluciones para los problemas que la comuna tiene y, por lo mismo, vamos a estar disponibles para contribuir y también para observar cómo se lleva adelante la gestión.
- ¿Qué pasará con el proyecto que venía trabajando con su equipo?
- Se trabajó con harto entusiasmo, con interés, pero también con profesionalismo en este proyecto. Convocamos a un grupo muy relevante de personas, desde distintos ámbitos, a contribuir a lo que podría ser un programa de gobierno comunal; esa información está disponible, es información que tenemos levantada y sistematizada en un programa comunal. Muchas de las iniciativas pueden tener eco desde una perspectiva privada, de una organización que eventualmente pudiese nacer desde ese trabajo realizado. Hoy, estamos en proceso de reflexión, de decantar lo realizado, que es un trabajo tremendo, muy arduo y cercano a la ciudadanía, con un nivel de respaldo importante, y eso conlleva la responsabilidad que ese proyecto no se termine de un día para otro, sino que pueda tener algún grado de relevancia en lo que pueda ser la agenda pública en los próximos años.
- Después de esta experiencia electoral, ¿cuál es su percepción acerca del sentir ciudadano? Y ¿cuál cree será el rumbo de la política y las elecciones futuras?
- De acuerdo a las impresiones levantadas durante la candidatura, el ciudadano lo que busca es tener cada vez más posibilidades de ser protagonista del desarrollo, de participar en la toma de decisiones, de ser alguien opinante, alguien a quien se le tome en cuenta, por lo mismo, está el desafío de hacer gobiernos locales más participativos. Eso, por supuesto, se traspasa también a la política. Sin procesos participativos la política se resiente. Es importante abrir los espacios para que la ciudadanía se sienta más representada por los proyectos políticos y también por los representantes que asumen cargos de poder.
- ¿Cree que los partidos tradiciones comenzaron a desdibujarse?
- Creo que lo que se está dando es la renovación generacional en la política. Los partidos siempre van a ser necesarios para poder conducir un país en términos de lograr acuerdos. Lo vemos hoy en lo que está ocurriendo con los mínimos comunes. Tiene que existir una contraparte dialogante, tiene que existir la posibilidad de lograr consensos dentro de ciertos conglomerados y de contar con espacios de diálogo que permitan aglutinar opiniones, y eso los partidos tienen que entenderlo, y ver la forma de generar los espacios para este recambio generacional y permitir el surgimiento de los liderazgos jóvenes. Pero siempre incorporando la visión de quienes tienen más trayectoria y experiencia para que no se cometan errores que se pudo haber cometido en el pasado.
- En el ámbito más personal, ¿qué lecciones le deja el proceso recién vivido?
- Llevar adelante una campaña de este tipo, particularmente, para alcanzar la alcaldía, permite un gran acercamiento con la ciudadanía, permite entender cuál es la realidad de muchos de los vecinos de Temuco hoy y es algo que no me gustaría soltar. Me gustaría seguir vinculado a todas las organizaciones y personas con las que tuvimos contacto durante la candidatura, que fueron muchísimas; contamos con esta información y creo que es importante que la pongamos al servicio de la ciudadanía de algún otro modo. Es tremendamente relevante también que la política se acerque a ese ámbito, al ámbito del cocimiento en terreno, de la gestión en terreno, de la articulación de las soluciones en terreno y no desde un gabinete.
- ¿Dónde depositará sus esfuerzos y capacidades en adelante?
- Eso aún no lo tengo definido. Como decía antes, estamos en un proceso de reflexión. Lo bueno es que hay múltiples posibilidades y alternativas. Pero sí lo que me gustaría es seguir vinculado, de alguna forma, a la gestión social como urbana. Creo que es importante que todo el trabajo realizado no quede en nada.
- ¿Volvería a ser candidato si se lo pidieran?
- Creo que las decisiones uno tiene que tomarlas en el momento en que se puede. Ahora, yo vuelvo a ser un ciudadano, vuelvo a ser una persona que tiene que plantearse un futuro y, en este momento, no está dentro de mis aspiraciones volver a ser candidato en el corto plazo.
"La gestión de Miguel Becker (…) le cambió la cara a la ciudad, pero, al mismo tiempo, quizás deja algunas heridas profundas, principalmente, en su relación con el concejo municipal y ahí podemos ver un reflejo claro de lo que fue un concejo municipal que se alineó detrás de la figura de otro concejal".
"Muchas de las iniciativas pueden tener eco desde una perspectiva privada, de una organización que eventualmente pudiese nacer desde ese trabajo realizado (…). (Está) la responsabilidad que ese proyecto no termine de un día para otro, sino que pueda tener algún grado de relevancia en lo que pueda ser la agenda pública en los próximos años".