Precariedad laboral en el deliveryEl reciente informe "Fairwork Chile", liderado por la Universidad Adolfo Ibáñez, que evalúa las condiciones laborales de las plataformas de ventas online, puso en evidencia las graves precariedades que viven los trabajadores de delivery en Chile, siendo las más preocupantes la informalidad, jornadas extenuantes, y riesgos de robos y asaltos. Lo anterior pone nuevamente sobre la mesa la urgencia por mejorar las condiciones de trabajo en las empresas que operan desde la primera hasta la última milla. Para ello, es indispensable no solo poner sus esfuerzos de inversión en tecnología para sacar pedidos a tiempo o mejorar sus márgenes, sino que, además, generar ecosistemas laborales favorables. Eso se logra con modelos de negocio basados en las personas, y que contemplen remuneraciones justas, contratos formales de trabajo, incentivos económicos y horarios de trabajo diurnos que mitiguen la posibilidad de sufrir riesgos en ruta, sobre todo en tiempos de pandemia, cuando los choferes y transportistas se han convertido en la primera línea del e-commerce. A la larga, generar este tipo de acciones es positivo tanto para proteger a los trabajadores y dar tranquilidad a sus familias, como para mejorar el rendimiento de las organizaciones. Solo así se logrará combatir el bajo estándar del servicio de repartos y cadenas de distribución, que por años ha sido el estigma y la piedra en el zapato para la profesionalización del rubro logístico de nuestro país.
Eduardo Segovia
Salir a la cancha
A inicios de mes, Mujeres Empresarias llevó a cabo su Cuarto Encuentro de Actualidad y Contingencia "Qué nos depara", el que contó con la presencia de Juan Sutil, presidente de la CPC, quien entregó su mirada sobre lo que nos depara para el segundo semestre de este año en torno al escenario político, social, económico y sanitario actual, desde la visión empresarial.
Lo más destacable del encuentro fue la perspectiva desde la cual se llevó a cabo la conversación. En un escenario donde abundan las visiones apocalípticas de la sociedad, se extrañaba una mirada algo más positiva sobre el estado actual del país, donde, pese a las evidentes carencias, sin duda hay mucho que rescatar aún.
Efectivamente, es posible crear condiciones de equidad e igualdad en un país con menos del 10% de pobreza extrema, con un mercado de capital donde más del 25-30% de los recursos de las AFP financian la vivienda de todos los chilenos, y que tiene las tasas más bajas de la región. Más allá de la manera en que se haga, lo que se necesita es que cada uno desde su aporte e influencia salga a la cancha para desear y buscar lo mejor que podamos tener.
Somos un país de gente valiosa y buena, que quiere vivir y transitar en paz. Todo mensaje que aporte en ese sentido se agradece, y es una forma de ayudar a un desarrollo sostenible en el tiempo, para todos y todas.
Carolina Eterovic y Francisca Valdés
Vamos por las buenas
La declaración de los 150 constituyentes es, evidentemente, una cuestión de obediencia o desacato a la Ley; y ésta, tal como está escrita en la Constitución vigente, cuyo fin es regular el bien común, el orden y la convivencia humana civilizada.
Considérese que "el espíritu de la ley" está presente tanto en lo estrictamente ético-religioso como en lo estrictamente jurídico-político, respectivamente en lo privado como en lo público, tanto en el creyente como en el no creyente. Por eso, esta civilización de la Era Cristiana, siglo XXI, asume que: "…cuando los gentiles (profanos) que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos" (S. Pablo Ro. 2:14,15).
¿Quieren esos constituyentes redactar una Constitución en recta línea histórica progresiva chilena, iniciada desde el Primer Reglamento Constitucional de 1812, luego la Constitución de 1818, 1822, 1826, 1833, 1925, 1980, 2005? Claramente, convenir hoy en ajustarse al perfeccionamiento progresivo de éstas es irse "por las buenas"; que irse "por las malas", es estancarse en ruinas revolucionarias sin fin.
¡Vamos Chile por las buenas! ¡Que 21 siglos nos contemplan de victorias de la fe, de ejercicios del derecho al conocimiento, la verdad y libertades creadoras de la ciencia y tecnología, propias de esta "civilización única" en el acontecer universal de la humanidad!
Sergio Liempi Marin
Tragedias
En una semana dos accidentes automovilísticos graves, uno con consecuencias fatales y causado por menores de edad se han producido en la comuna de Villarrica.
El primero de ellos entre Villarrica y Licán Ray y el segundo en este último balneario.
Estamos de acuerdo que las policías estén sobrepasadas en la zona por el conflicto mapuche y los controles covid pero si cualquier irresponsable, ignorante e inexperto toma el volante tendremos más muertes que con los dos problemas nombrados anteriormente.
Hugo Leuenberger