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Lo primero que hizo fue conseguir apoyo de la Universidad Diego Portales que les ayudó a crear un renovado proyecto educativo, los profesores fueron capacitados y el taller laboral que había para los chicos mayores tuvo un vuelco de 180 grados. En vez de un educador diferencial, las clases las asumió un joven chef de Inacap y estas tomaron otro sentido. Todo tuvo un foco laboral. Hacer productos comercializables y con un sentido práctico, lo que se tradujo en servicios de coffe break.
Ese fue el primer paso, comenta María Luisa. Luego, una empresa constructora les permitió hacer la mantención de las casas piloto. Los chicos y chicas eran llevados allí con un monitor y probaban sus capacidades. La misma empresa empleó a otros dos jóvenes para prestar servicios en las oficinas. La escalada de nuevas opciones no se detuvo. Starbucks también abrió sus puertas, al punto que esta empresa ya cumplió 12 años de inclusión a personas en situación de discapacidad intelectual y hoy da empleo a 25 jóvenes, relata la encargada del proyecto, que para entonces tenía como contraparte a la Fundación Desafío, de la cual aún forma parte y que tiene especial presencia en Santiago, Viña del Mar y La Serena.
Este año las energías están puestas en la Región de La Araucanía, donde - a juicio de Olea - aún existe mucho desconocimiento en torno a la ley y, sobre todo, falta preparación en los jóvenes candidatos y voluntad de las familias.
"Debemos crear las condiciones. Lo importante es que hay voluntad de las empresas. De hecho, hace poco nos dieron el vamos desde Burger King Santiago para generar un cupo en la sucursal Temuco, y Jumbo nos ha expresado su deseo de participar también. Lo que no encontramos, curiosamente, son usuarios, jóvenes en condiciones participar", comenta la encargada, quien acota que el proyecto está muy bien pensado, porque cada proceso inclusión considera de un período de capacitación para preparar a la empresa y al equipo de trabajadores, e incluye el acompañamiento de un terapeuta ocupacional para resolver eventuales situaciones (contratado por Edudown), a lo que se suma el apoyo y seguimiento de la corporación.
De lo que se trata todo esto, agrega María Luisa Olea, no es que las empresas consignadas en la ley cumplan con la cuota estimada, sino que se logre un verdadero proceso de integración.
RESULTADOS
El resultado de la experiencia ha sido simplemente "positivo" y permea no solo a las empresas y a los equipos de trabajo. La maravilla es que hay un 95% de éxito en este tipo de inclusión, asegura María Luisa, lo cual se debe en gran medida a que se trabaja en unidad, todos conectados y como corporación siempre se acompaña el proceso.
"Las empresas y trabajadores asumen esta responsabilidad, pero también se van dando cuenta que van ganando mucho con la inclusión. De hecho, nunca hemos tenido una experiencia fallida. Siempre que hay un problema puntual se avisa al instante y para ello hay una línea directa con la terapeuta. Lo importante es que la corporación respeta el acompañamiento", precisa.
Así lo reconoce la encargada de comunicaciones de la cadena de supermercados Cugat, María Paz Benavente Mozón, empresa que hace dos meses contrató a Franz como reponedor del supermercado ubicado en la calle Aníbal Pinto de Temuco, y quien ya está integrado como uno más del equipo.
"Este año empezamos a trabajar un programa de inclusión laboral con apoyo de diversas fundaciones, entre ellas la corporación Edudown, con la cual partimos un piloto en un supermercado de Temuco. Quisimos asesorarnos con expertos a través de las fundaciones, así llegamos a Edudown, que trabaja con jóvenes con síndrome de down y que tiene un equipo completo con terapeutas ocupacionales y a María Luisa liderando el proyecto. Así hicimos este primer ingreso en Temuco", explica la encargada de comunicaciones.
La experiencia ha sido muy positiva para el local, agrega Benavente. "Es la primera vez que integramos a una persona con discapacidad intelectual. Esto significó adaptar ciertos procesos, nos ha significado hacer un trabajo en equipo más colaborativo y entender que siempre debemos estar en la búsqueda de integrar a distintas personas. Ese es el propósito, no solo por cumplir la ley, sino ser conscientes que debemos dar oportunidades y crear un mejor lugar para trabajar".
La empresa y sus trabajadores solo han ganado con esta incorporación, comenta María Paz, porque ha mejorado el ambiente laboral y porque la experiencia en general ha sido un aporte para los dueños de casa y para el colaborador contratado, quien es considerado un capital humano.
Desde su experiencia personal como discapacitada física, la excandidata a concejala por Temuco, María Soledad Ciocca, acota como dato relevante que la inclusión merece mayor fiscalización de parte de la autoridad y recuerda a la comunidad que, de acuerdo a datos entregados en la Expo Inclusión, "existen cifras que justifican que el discapacitado es un trabajador mucho más responsable porque por su historia de vida siempre le toca demostrar más".
Para los interesados los resultados de este proyecto también son ciento por ciento positivos. "Es maravilloso lo que se logra. Primero que nada obtener un trabajo para estos jóvenes es pura felicidad, se sienten importantes, se sienten adultos, una persona aportando a la sociedad, se sienten parte de un equipo y se ven dentro del mundo laboral. Qué mejor", comenta María Luisa Olea.
(Quisimos incluir al Senadis Araucanía en este reportaje, pero por diversos motivos, ajenos a nuestra voluntad, no se pudo lograr el objetivo al cierre de esta edición).