Hay un texto muy viralizado en grupos de wasap y otras redes sociales. Lo firma el historiador "Pompeyo Prieto", seudónimo del profesor Francisco Urzúa Prieto según he averiguado. En dicho texto habla de los mapuche, negando nuestra condición de pueblo originario y tildándonos de invasores que llegamos a Chile poco antes que los españoles.
El texto, la verdad sea dicha, está plagado de inexactitudes de principio a fin. Por ejemplo, se cita un libro de un supuesto autor mapuche: "Comanches, Apaches y Mapuches: El origen de los pueblos Che" publicado en 1981. Este libro, se afirma, sería la prueba irrefutable de la llegada de los mapuche desde Asia por el Estrecho de Bering.
"Tras un largo peregrinar fue bajando por América hasta llegar a las pampas argentinas desde donde ingresó al sur de lo que sería Chile. En este peregrinar quedaron otros dos pueblos chés en Norteamérica: los Apaches, y los Comanches, hermanos de los mapuches, cosa muy bien descrita en este libro de un autor mapuche", señala Prieto.
Primera aclaración: su autor no es mapuche, es el publicista chileno Oscar Fonck Sieveking, una especie de Salfate de los años setenta y que como hobby publicaba pseudo-investigaciones sobre la Atlántida, los vikingos y otros "grandes enigmas" sin resolver. Dato farandulero: hablamos del abuelo de Cecilia Bolocco, ya fallecido. De rigor histórico y académico mejor ni hablar.
Ello tal vez explique la segunda barbaridad que sostiene Prieto: que en este largo periplo desde Asia otros dos pueblos "ches" quedaron asentados en Norteamérica. Lo curioso es que ni los apaches ni los comanches se autodenominan de esa forma: "Diné" es el verdadero nombre de los apache y "Numunuu" el de los Comanche, siendo los otros imposiciones de los invasores europeos.
Llamar "apache" a un diné es tan absurdo y ofensivo como llamar "esquimal" a un inuit, "pascuence" a un rapanui o "araucano" a un mapuche. No, no existe aquello de la misteriosa hermandad de los pueblos "ches", ocurrencia de Oscar Fonck que sin duda se sustenta -más allá del absurdo de los "pueblos ches"- en la popular "teoría siberiana" del poblamiento americano. Esto es que todos bajamos desde Alaska hace 13.000 años aprox.
Ello es lo que la comunidad científica creía hasta el hallazgo de Monte Verde en el territorio williche y que data en 14.800 años la presencia humana en estas latitudes, casi dos mil años antes que los clovis de Nuevo México, los primeros americanos según se sostenía. La investigación, liderada por el arqueólogo Tom Dillehay y la Universidad Austral de Chile, revolucionó para siempre las teorías del poblamiento en América. Bueno ya que lo sepan.
Una última precisión. "Casi se desconoce el genocidio cometido por los mapuches contra los tehuelches de Argentina", subraya también el fantasioso texto. Es un mito recurrente entre los nacionalistas criollos de ambos lados de la cordillera: que los mapuche -acá dicen que somos "invasores argentinos", allá dicen que somos "invasores chilenos", ¡por favor, pónganse de acuerdo!- exterminamos a los tehuelches.
También es falso. Entre mapuche y aonikenk (su verdadero nombre) hubo un largo contacto, comercio y cruce cultural, al punto que hasta nuestros días existen comunidades mixtas en las provincias de Chubut y Santa Cruz. Me consta, las he visitado. Nunca hubo tantos teléfonos inteligentes en manos de personas tan estúpidas, sentenció Umberto Eco hace unos años. Mi consejo: no viralicen todo lo que reciban. Usen el lonko, la cabeza.
"Llamar 'apache' a un diné es tan absurdo y ofensivo como llamar 'esquimal' a un inuit, 'pascuence' a un rapanui o 'araucano' a un mapuche. No, no existe aquello de la misteriosa hermandad de los pueblos 'ches'".