"La otra guerra"
me resulta muy shockeante que nos acordemos de Malvinas para los aniversarios y el resto del tiempo no es un tema presente. Estas 2 cosas no son reparación pero sí un punto de partida: hacer un reconocimiento por parte del estado de la responsabilidad que hubo de todos los gobiernos de no ocuparse. Y por qué no se ocuparon. Y, construir una memoria colectiva en relación al conflicto, como la que hay con los desaparecidos de la dictadura.
-Ya es normal que de tu producción periodística se hagan libros. ¿Cambian mucho en el traspaso?
-En las recopilaciones como "Frutos extraños", "Zona de obras" y "Plano americano", los artículos están tal cual fueron publicados, por supuesto en sus versiones casi siempre más extensas.
-Y en el libro "La otra guerra", ¿cómo fue?
-Es un caso especial, distinto a todo. Esto empezó como un artículo de la revista dominical de El País semanal. Desde la primera entrevista -en 2018- fueron dos años de trabajo no permanente, y salió publicado un artículo muy largo, extravagantemente largo, pero me quedé con un documento aún más largo. Era un tema que buscaba de alguna forma el libro. Se terminó publicando en la colección "Cuadernos de Anagrama". Entre la versión que se publicó en El País y ésta no hay modificaciones de estructura. Comienza en la plaza de Mayo repleta de gente vitoreando a Galtieri por la declaración de la guerra. Lo que sigue de eso, los testimonios intercalados, el desmenuzamiento del conflicto entre la asociación de familiares y la identificación de cuerpos, está todo igual. Pero en el libro hay más testimonios de familiares, con historias mucho más desarrolladas, con más detalles. Es la vida de los vivos, que pasó con ellos después de la muerte de su soldado en la guerra. Es una versión mucho más extendida, pero el planteo es igual.
-Ya que mencionaste a los suicidas, otras muertes trágicas, ¿qué vacío dejan en los familiares las muertes sin sentido?
-Estos libros están enfocados precisamente en la vida de los que quedan, en los enormes impactos que producen esas muertes en los que quedan. Por muy distintas causas. Porque en el caso de los suicidas quedan llenos de culpa, de estigma, de vergüenza, de cosas no dichas, etc. En el caso de Malvinas se juegan otras cosas: dicen "si lo hubiera impedido", "si lo hubiera llevado a Paraguay", pero es otra cuestión. Me parece que los impactos en la vida de los que quedan son muchísimos. En el caso de los muertos de Malvinas no hubo cuerpos que pudieran velarse, al contrario de los suicidas que tuvieron la oportunidad de hacer los ritos de los muertos. En el caso de Malvinas es algo muy duro porque es fantasmal. Te dicen que todavía lo están esperando, eso es algo que aparece mucho en los testimonios. Queda este vacío, este hueco de las vidas truncas. La gente lo procesa de distintas maneras. Hay gente que está un poco más equipada para lidiar con esto. Los familiares de Malvinas son en su mayoría personas de familias bastante humildes y no han recibido apoyo terapéutico. Hay una desolación muy grande, lo que se ve en todos los familiares que viven esas muertes que sucedieron hace décadas como si hubieran sucedido muy poco tiempo atrás, son duelos que no pudieron cerrar, esa desolación es una desolación permanente.
leila Guerriero es una periodista argentina conocida por sus libros de crónicas y perfiles.
Leila Guerriero
Anagrama
96 páginas
$9 mil
viene de la página anterior
"Me parece muy doloroso que no haya habido ningún contacto oficial del Estado con los familiares, comunicando el fallecimiento de estos hombres".
"Los familiares de Malvinas son en su mayoría personas de familias bastante humildes y no han recibido apoyo terapéutico".
Diego Sampere