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Los gobernadores regionales de Los Ríos, Luis Cuvertino; de La Araucanía, Luciano Rivas y del Biobío, Rodrigo Díaz, conversaron y reflexionaron esta semana acerca de la tarea que tienen como históricas primeras autoridades de un nuevo modelo de administración y, en general, en torno a los primeros pasos que Chile está dando hacia la anhelada regionalización.
Convocados por Corparaucanía, a través una nueva edición del programa de encuentros online denominado "Empoderar la Macrozona Sur", los gobernadores electos se dieron tiempo para compartir lo que ha significado el proceso de instalación de sus respectivas "gestiones de transición", los posibles temas a abordar territorialmente en conjunto y los desafíos que impone la seguridad, la deuda históricos con los pueblos originarios y la participación ciudadana o el traspaso de poder a la comunidad organizada.
Acerca de la instalación de sus gestiones, las autoridades coinciden en que dar respuesta a las expectativas ciudadanas o responder a la confianza depositada en el voto es un norte claro, así como construir la gobernanza que comprometieron en su programa, primero poniendo en relieve la relación con los municipios como un aliado estratégico de su administración y mediante la conformación de la Asociación de Gobernaciones Regionales, la cual acaba de reunirse esta semana con el Presidente de la República.
Esto último, dijeron, es consecuencia de las conversaciones que han llevado a cabo con los poderes Ejecutivo y Legislativo a lo largo de este primer mes de trabajo, principalmente, en la búsqueda de normativas que se debe mejorar para ejercer una mejor representación de las necesidades que tienen las personas que habitan en las regiones, y donde los desafíos para 2021 son consolidar la citada asociación de gobernadores en pos de aspectos comunes y requerir traspasos de competencias, así como en la descentralización intrarregional.
ATRIBUCIONES
- Considerando la ley corta que se discute en el Congreso para el traspaso de atribuciones a los gobernadores y frente a la cual ustedes han acusado falta de voluntad del gobierno. ¿Qué ajustes haría en beneficio de la descentralización política, institucional, de competencia y financiera?
- Luciano Rivas: Aquí hay discusiones que llevamos como asociación. Hay que ser claros, nosotros asumimos la responsabilidad de tomar estos gobiernos regionales cuando las cosas no estaban listas, y esta es una responsabilidad tanto del Ejecutivo como del Parlamento, y dentro de este tema están las competencias. Yendo al fondo, necesitamos más que autonomía desde el punto de vista financiero, nos falta todavía dominio sobre algunos organismos que son importantes; cuando me refiero a esto, son temas, por ejemplo, de vivienda. El gobierno regional pudiera manejar algunos servicios públicos, entre ellos el Serviu. Creo que son relevantes esas líneas de acción, de trabajo, y poder manejar también algunas seremías. Esto es un tema mucho más de fondo. Sabemos que somos los primeros gobernadores y somos gestiones de transición, pero necesitamos que tanto el Ejecutivo como el Parlamento nos hagan esta tarea lo más fácil posible para dejar capacidades instaladas a los gobiernos que vienen. Todavía tenemos ripios, tenemos temas legislativos, faltan claridades en algunas atribuciones entre el delegado presidencial y el gobernador regional; hay discrepancias que aún se están resolviendo a un mes de asumir.
TEMAS COMUNES
- Siendo regiones vecinas, ¿qué asuntos o ámbitos podrían abordar en forma común para tener un mayor impacto en el desarrollo del territorio?
- Rodrigo Díaz: La génesis de la asociación de gobernaciones ha estado llena de buena voluntad entre los distintos actores. En las conversaciones que hemos sostenido siempre ha primado la necesidad de que cuidemos la institucionalidad que está naciendo, y tratamos temas en los que hay unidad de propósito (…). Nosotros pertenecemos a una zona del país donde entre las tres regiones bordeamos casi los 3 millones de habitantes. Eso es bien importante, un polo interesante que tiene características comunes. Somos regiones donde más allá de tener problemas de sequía, donde existe agua, donde hay una gran agricultura, una vocación forestal evidente y donde tenemos presencia de distintos conglomerados o asentamientos humanos: mapuches, de inmigración y chilenos, tenemos una posibilidad de cooperación enorme. Además, las tres regiones tenemos una vocación universitaria importante (…). Por lo tanto, cuando queremos abordar temas como la sequía, creo que la podríamos abordar estructuralmente, también la conectividad, las exportaciones, la cooperación entre universidades para preguntarnos y proponer al país, por ejemplo, cómo resolver las justas demandas de las comunidades indígenas. Hay una posibilidad enorme de colaboración entre La Araucanía, Los Ríos y Biobío.
- ¿Cómo avanzar también en seguridad y en un desarrollo más justo con las históricas demandas de los pueblos originarios?
- Luis Cuvertino: En el espíritu de la creación de nuestra asociación vamos a tener esta suerte de congreso inicial (Cumbre de las Regiones, en octubre de 2021) y esperamos que sea una gran herramienta para seguir profundizando la regionalización. Esta denominación de Macrozona Sur ha estado sesgada hace tiempo, justamente, enmarcada en el conflicto con el pueblo mapuche. Yo superaría esa etapa y en conversaciones preliminares hemos planteado incorporar también a este esfuerzo a la Región de Los Lagos para avanzar en conceptos territoriales integrados. Tenemos un problema complejo que se ha ido agravando desde las políticas nacionales y, lógicamente, hoy estamos en una situación más compleja que hace diez años. Este es un problema de carácter histórico, político y hoy debe retomarse la búsqueda de un diálogo necesario, y que en el marco de la nueva Constitución se está trabajando en la Convención Constituyente también. Ojalá podamos retomarlo desde el conocimiento histórico porque lo que vemos acá hoy son los efectos de un tema no resuelto. Hacia allá deben apuntar nuestros esfuerzos de diálogo, tanto con autoridades ancestrales como con distintos liderazgos (…), con planes integrados que permitan la incorporación del pueblo mapuche territorialmente hablando. Debemos permitir condiciones de diálogo de carácter regional. Hoy, lamentablemente, la institucionalidad pública, y me refiero a Conadi, no está legitimada y eso nos deja en una situación complicada en cuando al acceso a beneficios, a recursos y a políticas sectoriales. Nosotros aspiramos que se haga los esfuerzos políticos para poner en el centro los problemas históricos y sobre eso avanzar en lo que puedan hacer las distintas regiones.
CÓMO AVANZAR
- Considerando iniciativas que datan desde 1990 en pos del encuentro entre el Estado y el Pueblo Nación Mapuche, y que incluyen la Mesa Asesora Presidencial y Consulta Indígena 2016. ¿Cómo dialogar para avanzar en este proceso? ¿Es el reconocimiento constitucional el primer paso? El cual no se ha dado, por cierto...
- Luciano Rivas: Siempre que se habla de diálogo se extrapola a la violencia que vivimos en la macrozona. Lo que estamos viendo hoy, con este esfuerzo que levantaron los rectores y la presencia del Centro Nansen de Noruega acá en la Región, creo que va en la línea de lo correcto. Pero la disposición a dialogar en la macrozona existe. Uno de los últimos esfuerzos fue en el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet, donde se llegó a 32 propuestas y a puntos de consenso entre distintos actores. ¿A qué voy? A que nadie se puede cerrar al diálogo, pero lo que no podemos hacer es tomar como interlocutores a los grupos radicales que tanto daño están haciendo, porque no corresponde el nivel de violencia que hemos visto en el último tiempo. El diálogo nace de la voluntad de las personas y no tengo duda que el pueblo mapuche lo que quiere es buscar soluciones y avanzar. Y uno de los puntos relevantes es el reconocimiento constitucional, que no es un tema de ahora, este se viene postergando hace muchos años. Es uno de los puntos de avance, sin lugar a dudas, en los cuales tenemos que trabajar.
- ¿Es posible sentarse a conversar entre estas regiones vecinas aun cuando los temas de seguridad son dominio de los delegados presidenciales?
- Rodrigo Díaz: Primero, estoy convencido que una de las responsabilidades de nuestro cargo es intervenir es esta materia para delimitar bien las cosas. Siendo intendente me tocó suscribir un acuerdo por la paz social en la provincia de Arauco y una de las cosas que aprendí fue que queda incompleto abordar el tema parcialmente. Si hay una nación mapuche esta existe más allá de los límites geográficos de las regiones creadas en 1974 y años sucesivos, nosotros los gobernadores regionales, incluido el de Los Lagos, debiéramos asegurar continuidad en las discusiones. Y segundo, hay voluntad de abordar este tema de manera conjunta y probablemente nos articularemos en torno a La Araucanía como punto más equidistante. Entonces, sí al diálogo, porque la alternativa es violencia y toda mi vida la he rechazado como herramienta de acción política. Creo que el problema que tenemos es profundamente político, y esto tiene dos dimensiones: una es de carácter reivindicativa, social, de reparación, prestación de servicios sociales, de reconocimiento constitucional, desarrollo de la lengua y de autonomía política, y la otra es un problema de violencia ligado a abigeato, al robo de madera, al tráfico de droga y de armas. Lo que debemos hacer es la separación en estas dos materias. Y la forma es ponerse los pantalones y resolver ya los problemas que escudan a quienes persiguen fines ilícitos. Esto significa que no podemos seguir alargando compromisos incumplidos. Luciano tiene razón, venimos hablando de reconocimiento constitucional hace más de 20 años, entonces, lo que tenemos que pedirle a quienes vayan a gobernar el país es "resuelvan este tema ya".
- Tras el estallido social la población chilena expresó que quiere que trascendamos la democracia representativa. ¿Cómo hacer efectiva la participación ciudadana en los gobiernos regionales?
- Luis Cuvertino: Este es uno de nuestros compromisos programáticos. Queremos avanzar de un estándar consultivo de participación a un estándar en el que podamos traspasar decisiones importantes. Hay instrumentos y estamos conversando con los municipios, como la incorporación de los presupuestos participativos (…). En nuestra Región se aplicaron los FRIL participativos, eso ha ido avanzando. En estos días estamos trabajando la posibilidad de coadministrar territorios importantes donde haya fortaleza de las organizaciones. Es el caso del humedal afectado en el río Cruces y que involucró a la empresa Arauco, donde con los recursos obtenidos por multa se ha ido fortaleciendo la capacidad territorial de 68 organizaciones. Sobre eso hemos estado planteando que ellos puedan ellos coadministrar dicho territorio junto con Conaf. Es decir, hoy tenemos la voluntad de traspasar capacidades y creer las organizaciones.
"Más allá de tener problemas de sequía, donde existe agua, donde hay una gran agricultura, una vocación forestal evidente y donde tenemos presencia de distintos conglomerados o asentamientos humanos: mapuches, de inmigración y chilenos, tenemos una posibilidad de cooperación enorme".
"Uno de los puntos relevantes es el reconocimiento constitucional, que no es un tema de ahora, este se viene postergando hace muchos años. Es uno de los puntos de avance, sin lugar a dudas, en los cuales tenemos que trabajar".
"Queremos avanzar de un estándar consultivo de participación a un estándar en el que podamos traspasar decisiones importantes (…). En estos días estamos trabajando la posibilidad de coadministrar territorios importantes donde haya fortaleza de las organizaciones".