La actualidad del talento en Chile
En respuesta a las cartas emitidas previamente sobre esta temática en medios de circulación nacional, es importante actualizar la realidad del desarrollo del talento académico en Chile.
Efectivamente, desde el año 2001, la Pontificia Universidad Católica de Chile inició un camino fructífero para el desarrollo de iniciativas de enriquecimiento extra-escolares y extra-curriculares orientadas a niños y niñas con potencial de talento académico.
A la fecha, existen siete programas de desarrollo del talento académico en Chile, cada uno de ellos alojado en universidades desde la macrozona norte hasta la zona austral de nuestro país. Estos son Delta -UCN, Beta-PUCV, Penta-UC, Semilla-UCM, Talentos UdeC, Proenta-Ufro y Alta-UACh, quienes en conjunto logramos atender las necesidades socioeducativas de solo un 1% del total del estudiantes que presentan este alto potencial.
Cada una de estas iniciativas ha desarrollado modelos propios y enriquecido su propuesta, gracias a las particularidades de sus casas de estudio, regiones, comunas y estudiantes.
Estos programas han demostrado su efectividad e impacto en la historia de vida de miles de personas.
Muchísimos de sus egresados/as son hoy destacados profesionales, académicos/as e investigadores/as en Chile y el mundo; personas profundamente comprometidas con el desarrollo social, político, científico, cultural y artístico.
En la actualidad, es esta diversidad de experiencias y la voluntad de compartirlas, que ha permitido posicionar la discusión sobre la importancia del desarrollo de los potenciales de talento académico en nuestro país.
Sin embargo, tal cual como la doctora Gómez y doctora Conejeros y otras investigadoras señalan recientemente en el Mercurio, aún es insuficiente.
Debemos mirar hacia el presente y el futuro, avanzando en conjunto para que ningún niño, niña y joven con potencial de talento académico siga invisible frente a los ojos de nuestro país.
Alejandro Proestakis (Delta-UCN Antofagasta), Carolina Vidal (Beta-PUCV, Valparaíso), Alejandro Villalobos (Semilla UCM, Talca), Gracia Navarro (Talentos U de Concepción), Helga Gudenschwager (Proenta-Ufro, Temuco), Lavinia Armasu (Alta-Uach, Valdivia)
El único candidato que votó rechazo
Entre los candidatos que podemos votar como presidentes, hay uno que para sorpresa de algunos, y alegría para otros, es el único que llamó e hizo campaña para votar rechazo, aquél candidato no es más que José Antonio Kast, y además de ese claro diferenciador con respecto a los otros candidatos, podemos ver su lucha constante en visibilizar el narcoterrorismo que por años azota a La Araucanía, siendo esta región su principal refugió para avanzar con su campaña presidencial, pues, ya es sabido que dentro de sus principales preocupaciones, es poder establecer el Estado de Derecho nuevamente.
Por otro lado, algo que llama de igual manera la atención, tanto de sus votantes, como los que no lo son, es el compromiso para bajar a la mitad el sueldo presidencial y ministerial, reducir de 24 ministerios a 12 ministerios, y eliminar o reducir los impuestos que cada ciudadano paga con el esfuerzo de su trabajo, tocando abiertamente sobre eliminar el impuesto territorial argumentando que ningún chileno debería de seguir pagando algo que ya pagó. Esto, beneficiaría directamente a las personas con menos ingresos que se ven entrampados en una situación económica, donde no ven salida para poder aumentar su calidad de vida por los mismos impuestos que se le irán sumando/aumentado por cada vez que traten de subir sus ingresos u obtener algún bien, observando aquello como una muralla que no los deja poder avanzar.
José Antonio Kast es un presidenciable que está entre los preferidos por la ciudadanía según las encuestas que él, dice, no creerles mucho, pero que le servirá de apoyo para poder seguir abarcando terreno, al igual que los demás candidatos.
Francisco Villarruel Morales
Plebiscitos dirimentes
La idea de realizar plebiscitos dirimentes sobre las materias en las que la Convención Constitucional no logre los quorum de los 2/3, es violar las reglas del juego a las que todos nos sometimos cuando votamos en el plebiscito de octubre de 2020.
Son los convencionales los que están llamados a generar los acuerdos para alcanzar un texto constitucional que luego será sancionado por la ciudadanía en un plebiscito de salida. Si no, ¿para qué hicimos una Convención Constitucional?
Si los representantes de la izquierda, que son los que impulsan estas consultas temáticas, no son capaces de hacer su trabajo dentro del marco reglamentario -labor por la cual les pagamos con nuestros impuestos-, mejor que den un paso al costado.
Catalina Pérez Cruz.