Investigadores de la UFRO elaboran plataforma única a nivel mundial para registro, evaluación e intervención con jóvenes infractores de ley
El desarrollo tecnológico, creado por un equipo multidisciplinario de sicólogos, trabajadores sociales e ingenieros, liderado por Ricardo Pérez-Luco, doctor en Psicología y académico de la UFRO, realiza planes de intervención personalizados que disminuyen el riesgo de reincidencia delictiva. Dicho proyecto comenzará a ser utilizado con jóvenes de Programas de Libertad Asistida Especial del Sename.
Una plataforma única a nivel mundial para el registro, evaluación e intervención con jóvenes infractores de ley fue lo que creó un equipo de investigadores de la Universidad de La Frontera, liderados por Ricardo Pérez-Luco, doctor en Psicología, quienes llevan más de 10 años desarrollando un Modelo Multidimensional de Intervención Diferenciada con Adolescentes, MMIDA.
El sistema tecnológico, denominado SIGID-MMIDA, que fue probado con 92 adolescentes durante 2019 y 2020, permite diseñar, monitorear y aplicar planes de intervención personalizados y en línea, de acuerdo a las necesidades de los adolescentes que están en el sistema. Asimismo, el modelo permite diferenciar las trayectorias delictivas de los jóvenes de acuerdo a formas específicas de delincuencia.
"Los resultados obtenidos en los pilotos muestran reducción en el riesgo de reincidencia delictiva. La plataforma permite trabajar planes de intervención específicos y oportunos que van generando retroalimentación inmediata para su mejora continua y en plazos no superiores a 3 meses, asegurando que se realiza el trabajo adecuado para cada caso", afirma Ricardo Pérez-Luco.
La plataforma además genera otros indicadores ligados a la calidad y efectividad de la intervención, adherencia de los adolescentes a las actividades programadas, entre otros. "El sistema por detrás tiene construido los algoritmos que generan los indicadores, donde además el adolescente puede, por ejemplo, evaluar la relación que tiene con el profesional a cargo", detalla el investigador de UFRO.
Este proyecto se da en línea con el propósito de la Universidad de La Frontera de contribuir desde La Araucanía con el desarrollo de conocimiento para potenciar el patrimonio natural, social y cultural de Chile.
En ese contexto, este viernes 13 de agosto la Universidad de La Frontera firmó un contrato de licenciamiento de la plataforma con la Fundación Tierra de Esperanza, entidad que administra Programas de Libertad Asistida Especial (PLE) -licitados por Sename- y que utilizará la plataforma con aproximadamente 300 jóvenes de Santiago, Temuco y Antofagasta. En dicha actividad, participó la directora nacional(S) del Sename, Fabiana Castro y el rector de la Universidad de La Frontera, Eduardo Hebel.
Adicionalmente, como parte de este proyecto, UFRO certificó a 21 profesionales de la fundación, siete en calidad de expertos y 14 en calidad de especialistas, convirtiéndose en la primera organización en acreditarse en el uso de esta plataforma en el país.
Asimismo, el equipo de investigadores se encuentra en un proceso de transferencia internacional para el Estado de México, que se espera concretar durante este segundo semestre, para que especialistas de ese país se puedan formar en el sistema y aplicarlo a los jóvenes infractores de ley.
Esta investigación se da en un contexto donde el proyecto de ley que busca la creación del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil se encuentra, desde enero de este año, en tercer trámite constitucional. "Nuestro modelo tiene una tremenda sintonía con el proyecto de ley. De hecho, cuando se estaba elaborando se realizó un estudio sobre la formulación del modelo de intervención que debía tener este nuevo servicio, donde se constituyó una mesa de expertos en la que participé", cuenta Pérez-Luco.
En ese sentido, el proyecto de ley plantea que habrá un solo modelo de intervención a nivel nacional, que debe ser aplicado por todas las organizaciones. "Nosotros lo que señalamos es que aquí hay un modelo, el que incluye todos los elementos que están dentro del modelo que define conceptualmente el nuevo servicio", comenta el académico. Además, añade que el proyecto de ley "habla de la creación de un expediente único, un sistema de registro unificado a nivel nacional, que permite la gestión de la información de adolescentes para la ejecución de la sanción. Eso es la primera parte del SIGID-MMIDA, ese expediente ya está armado".
Radiografía de los infractores de ley
Uno de los estudios realizados en el marco de la elaboración del modelo, determinó una radiografía de los adolescentes infractores de ley, en el que se analiza tres formas generales de delincuencia: transitoria, compleja y persistente. En este último grupo, de jóvenes están los reincidentes; sus trayectorias delictivas se inician antes de los 13 años con delitos de baja gravedad (escasa violencia directa a las personas), pero en alto volumen y durante la adolescencia evolucionan hacia una mayor complejidad y especialización delictiva. Entre ellos los autores del MMIDA han identificado 5 formas específicas, en tres de las cuales hay compromiso de variables personales (trayectorias pasiva desesperanzada, explosiva autodestructiva y antisocial estabilizada) y en los otros dos su actuar delictivo que depende más de variables sociales y de contexto.
El "infractor persistente" - muestra el MMIDA-, comete preferentemente delitos contra la propiedad como hurtos reiterados, robos a vehículos motorizados, un delito que cuenta con 31% de participación de adolescentes, robos con violencia (23% de participación) y robo en lugar habitado (15%), además del robo por sorpresa o lanzazo.
Para esto, el equipo estudió durante cuatro años a 571 menores de edad, incluyendo a distintos grupos: "aquellos que se encuentran en programas alternativos a las sanciones penales -por ejemplo, PSA o programas de atención ambulatoria en drogas-; a adolescentes privados de libertad y los que cumplen condena en 'medio libre', esto es en organizaciones especializadas como Fundación Tierra de Esperanza", explica Pérez-Luco.