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Los cielos de La Araucanía
No puede, ni debe, entenderse como una actividad puramente observacional, donde toda la experiencia se concentra en aquello que vemos con nuestros ojos. Una noche en el campo, bajo un cielo estrellado nos llenará los sentidos más allá de la mera vista, el olor a bosque nativo, el aire fresco que mece las ramas de las araucarias, que tantas noches de verano acompaña al gigante Orión por sus andares en el cielo, o incluso la esporádica visita de los animales silvestres de camino a nuestros lugares de observación. Todo esto son solo experiencias que pueden acompañar al cielo de La Araucanía, que va mucho más allá de sus estrellas y que engloba todo el conjunto de vivencias que podemos vivir practicando astro-turismo aquí y no en otro lugar.
Pero no solo la gama de emociones que rodean la experiencia de observar en este lugar es el motivo para practicar astro-turismo en los parques nacionales de La Araucanía, pensando en cosas más prácticas, la realidad es que en esta Región se ha trabajado mucho para que la experiencia turística de aquellas personas que deciden venir a conocer nuestros cielos y bosques sea satisfactoria. En este sentido, la Región cuenta con una infraestructura turística envidiable, buenos accesos, puntos de información, restaurantes tradicionales, hoteles con encanto, un patrimonio cultural cuidado y dispuesto para ser conocido, todo ello hace que venir a disfrutar de los cielos de La Araucanía sea una experiencia turística excepcional. Está claro que hay sitios muy remotos como el desierto de Atacama donde el cielo nocturno será espectacular, pero observar las estrellas después de haber paseado a caballo por un bosque milenario, tras haber visitado las termas y haber descansado en un hotel maravilloso es sencillamente una experiencia sublime.
La Araucanía aúna cielos de calidad e infraestructuras turísticas de primer nivel, para garantizar que tu paso por nuestra Región te deje un recuerdo agradable, cómodo y una experiencia inolvidable bajo nuestros cielos, de día y de noche.
Angie Barr Domínguez, dra. en Astrofísica, Universidad Autónoma de Chile, sede Temuco
El mar a la Constitución
Las cifras económicas que reflejan el beneficio que tiene del mar de Chile para el país son realmente impresionantes: más del 94% del comercio internacional, con todo el impacto que ello significa, se mueve por mar.
En cuanto a su carácter geográfico el territorio marítimo respecto del territorio terrestre es superior: más de cinco veces en tamaño y con la capacidad de unir las tierras ubicadas en tres continentes: América, Oceanía y la Antártica. Y las comparaciones pueden seguir, desde las reservas alimentarias en términos de fuentes de proteínas hasta una vasta minería, metálica y no metálica.
Chile posee un océano, que en lo material, efectivamente, responde a la promesa de nuestro himno: promete futuro esplendor. Cabe preguntarse: ¿qué se requiere para ello?
Desde luego que la exploración y explotación responsable en términos del respeto del medio ambiente y de las generaciones futuras; el desarrollo de una legislación orientada al establecimiento terrestre para que no continúe contaminado las aguas; y el impulso de políticas públicas para fomentar una conciencia nacional que mire al mar como su principal fuente de progreso, son algunas consideraciones a practicar.
Nuestro país, todos los chilenos, es propietario de un inmenso patrimonio real que a la fecha se ha tratado como una propiedad inmaterial, que se transmite en la cultura y en ciertas tradiciones u oficios, principalmente, debido a un desconocimiento de su real dimensión y porque tiene un carácter dinámico y creciente en cuanto a sus posibilidades, que no alcanzamos a darnos cuenta.
Estas características que son causa inmanente en el tiempo es lo que obliga a enfrentar muchos desafíos, entre otros, el establecimiento de planes educacionales desde el nivel preescolar hasta la educación superior que permitan el conocimiento y la generación de profesionales para desempeñarse en el medio marino.
Para que este patrimonio inmanente se transforme en uno trascendente, resulta innegable que debe contar con una adecuada protección jurídica. No es suficiente la existencia de leyes que, según las necesidades, vayan apareciendo, muchas veces, inconexas entre ellas mismas. Dicha protección requiere estar en el sitial más alto del ordenamiento del país y servir de guía a toda la comunidad nacional, en cuanto a servir de orientación político - estratégica y dirigir sus efectos.
Llevar el mar a la Constitución significa que este país ha alcanzado un grado de madurez suficiente para mirar el futuro con el debido optimismo que adquiere la persona cuando descubre que no solo tienen potencialidades, sino, que puede crecer sin límites a partir de ellas.
Marcos Gallardo Pastore, director de la Liga Marítima de Chile
Ratificación de quórum
En relación con el quórum de 2/3 cabe comentar que la Convención Constitucional no tenía nada que aprobar o ratificar; solo debe cumplir lo establecido por la Carta Fundamental que le dio origen.
Adolfo Paúl Latorre