Drásticos cambios sociales impuestos por la pandemia podrían durar varios años
POSTPANDEMIA. Doctor en Sociología y académico Ufro advierte que si bien hay consecuencias positivas, en otros casos la convivencia social se verá afectada.
Ir a un café, viajar, dictar una clase, celebrar un cumpleaños o simplemente saludar de beso, son acciones cotidianas que a partir de la pandemia se transformaron de manera insólita en conductas de riesgo.
Las barreras de distanciamiento social, el uso de mascarilla, el cumplir aforos, entre otras, están provocando transformaciones en la manera en que las personas se relacionan, con consecuencias que aún son insospechadas y que los expertos observan con atención.
Para el doctor en Sociología y académico de la Universidad de La Frontera, Álex Boso, aunque aún puede resultar apresurado determinar consecuencias porque la pandemia aún sigue entre nosotros, "lo que está claro es que todas las pandemias dejan una huella, una herida, una consecuencia. Cuando se habla de la gripe española hay gente que lo vivió de manera traumática y ese trauma incluso lo tienen los nietos de esas generaciones", señala.
Sin embargo, según el investigador, la actual es difícil de comparar con otras pandemias, considerando la interconexión global y el rol que ha cumplido la tecnología. "La tecnología ha sido clave, primero para mantener los vínculos sociales y, segundo, para el control, el seguimiento y la trazabilidad que jugaron un rol importante incluso antes de la vacuna. En definitiva, hay una serie de mecanismos tecnológicos claves que no existían en pandemias anteriores y que han venido para quedarse", sostiene Boso.
Jóvenes
Uno de los aspectos preocupantes ha sido la interrupción de procesos de socialización muy relevantes, principalmente en el caso de los jóvenes. "Todos sabemos que la población joven es la que de manera evolutiva necesita en esa etapa, poder salir y compartir con sus amigos. Para ellos es muy importante lo que los sociólogos llamamos 'la gratificación social', lo que piensan los otros sobre ti, el poderte juntar con tus pares y durante la cuarentena eso fue muy mermado: aumentaron mucho a nivel mundial los problemas de salud mental e incluso la ideación suicida", advierte.
Las mujeres y el cumplimiento de la llamada "triple jornada" de manera simultánea, fueron otras grandes afectadas. "El trabajo en el mercado laboral, cumplir con las tareas domésticas y el cuidado de otros ya sea hijos u otros familiares; es algo que normalmente las mujeres lo hacían en tres partes y ahora se ha producido todo en el mismo momento, con lo cual ha habido un aumento muy importante de las enfermedades de salud mental", expresa.
En definitiva, según el sociólogo "la pérdida importante de vínculos afectivos y sociales puede traer consecuencias negativas bajo mi punto de vista". En cuanto a la duración que tendrán las barreras necesarias para el control de la pandemia como la mascarilla y el distanciamiento, existe la sospecha que llevará años erradicarlas por completo.
"Hablar frente a una pantalla en negro o no poder ver las caras de las personas por la mascarilla, son algunas de las barreras, que sin duda van generando una serie de fronteras internas en la sociedad que vamos a ver de qué manera las podemos ir desmontando, aunque sospecho que no va a ser algo fácil de resolver", concluye Álex Boso.