Retiro de ambulantes
¿Y por qué el señor Roberto Neira tiene que pedir ayuda a la ciudadanía para poder terminar con el desorden que él mismo formó en sus campañas políticas?
Como alcalde es él con sus asesores los indicados para resolver el puzzle que completó.
No es fácil ser alcalde. Cumpla con su compromiso.
Myriam Poblete
Dime con quién gobernarás y te...
¿No le parece a usted que los dos candidatos a la Presidencia de Chile, a estas alturas del partido, en plena tierra derecha, y como una ayuda a los todavía millones de indecisos, deberían presentar la lista de personas que compondrían su equipo de ministros de Estado, en definitiva los cargos más relevantes de su gobierno para no estar con las "volteretas" hasta el último momento, que un día Zutano, no tiene cabida en mi gobierno, otro día, Zutano no quiere participar en mi gobierno y hoy día, Zutano será un tremendo a porte para mi gobierno?, ¿no le parece?
De seguro los más agradecidos con la lista de los ministros de Estado de cada candidato, serían los "indecisos" y además se despejaría la gran duda de que no se siga ocupando el nefasto nepotismo, el regresivo cuoteo político, amiguismo, "pagadera de cuentas y de favores", etcétera por encima de los sobrados méritos que deban tener los elegidos para ocupar puestos ministeriales y otros.
"Dime con quién gobernarás, y te...".
Luis Enrique Soler Milla
La guerra contra otro
"En los tiempos donde nadie escucha a nadie, prefiero estar al lado del camino", decía hace casi dos décadas un músico argentino. Inmersos como estamos -todavía- en estos tiempos de sordera, la idea de hacerse al lado ya no parece ser opción. Esta es una época donde se impone el tomar partido, y no hablamos solo de política partidaria, sino de defender valores culturales a ultranza. Tal como en la guerra, cualquier amago de consenso es sospechoso y un potencial acto de traición.
¿Qué ha pasado? Bueno, algunos le han llamado a esto guerra cultural. Un conflicto que viene de antiguo y que, cada tanto, reaparece para azuzar pasiones en términos de polarización y descarte. En Chile, esa lógica se ha extendido y, por cierto, en la política y en especial en la última campaña presidencial. No es la primera vez que el país ha caído en un espiral de polarización, pero sí la primera vez que en mucho tiempo este se expresa con tal nivel de furia, sobre todo a través de las redes sociales.
Si bien la idea de guerra cultural es más anglosajona que latina, la hemos adoptado infelizmente y con bastante alcance: esa lógica del amigo/enemigo para disponer y desechar las ideas del otro. El acto no admite medias tintas: cualquier asunto, por nimio que este sea, se ha vuelto casi una elección de vida o muerte. A un lado, mis creencias y mi estilo de vida; al otro, solo destrucción. Si bien nos reímos y palidecemos de la caricatura del gringo que defiende su derecho a portar armas para matar osos, la misma caricatura se ha instalado en la discusión pública. Es una lógica binaria, donde no hay acuerdos, ni consensos, ni medias tintas, ni grises. En suma, es cualquier cosa menos el mundo real, complejo, variado y difícil casi siempre.
Entender la lógica sobre la explotación de las diferencias y agravios dramáticamente polarizados es el primer paso para desactivar estas verdaderas amenazas a la convivencia social. Demonizar al otro es un camino sin retorno. Y es en estos momentos cuando debemos apelar a lo verdaderamente democrático y ciudadano: un proyecto país común como el único lugar para vivir en comunidad, y no en una guerra, donde no hay espacio para el otro. Quienquiera que este sea.Andrea Gartenlaub, Universidad de Las Américas
El mar en la nueva Constitución
El desafío que representa el mar para nuestro país es inconmensurable. Solo podríamos compararlo con la exploración y explotación del espacio exterior: algo sabemos, pero, es mucho lo que nos queda por conocer.
Viendo solo los aspectos medioambientales, tales como la conservación de las especies, que constituyen la principal reserva alimenticia del futuro; la contaminación por plástico, que implica una drástica reducción del ciclo del oxígeno disponible para la preservación de los seres humanos; el acceso a sus recursos, vivos y no vivos, mediante estrategias de preservación de los mismos, son claros ejemplos, entre muchos otros, en que nuestro mar debe ocupar un lugar destacado en la nueva Constitución para lo cual pareciera existe consenso.
Lo importante ahora está en directa relación con el "qué va a decir" de tal manera que no se limite a una simple visión ideológica de las actividades en torno a él, por el contrario, asegure su racional empleo y lo lleve a posicionarse como la realización de esa promesa de futuro esplendor que nuestros antecesores nos anunciaron.
Marcos Gallardo Pastore,
Liga Marítima de Chile