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A fines de noviembre asumió el liderazgo de la Corporación para el Desarrollo Productivo de La Araucanía, Corparaucanía, el presidente más joven que ha tenido la entidad desde su creación en 1999. A juicio del propio Lira, su gestión de dos años, buscará visibilizar el potencial de la Región y articular redes que permitan atraer inversión para favorecer el despegue de una zona con una enorme riqueza cultural que, habitualmente, se ve opacada por los hechos de violencia derivados del llamado "conflicto".
Como un hijo adoptivo de la Región se define el recién asumido presidente de Corparaucanía, Ignacio Lira Molina (36), quien llegó hace casi cuatro años a La Araucanía para asumir el cargo de subgerente de Asuntos Corporativos de CMPC.
Aunque nació en Santiago y ha desarrollado gran parte de su vida profesional en la capital, este arquitecto reconoce estar encantado con nuestra "maravillosa Región", la que ha podido recorrer de principio a fin, por prácticamente las 32 comunas, reconociendo en cada rincón un enorme potencial que no siempre ha sido visibilizado.
Precisamente uno de sus grandes desafíos será sacar a relucir todas las potencialidades de La Araucanía y articular puentes de diálogo con todos los actores que permitan atraer inversión, intentando terminar con el estigma de una zona únicamente marcada por la ocurrencia de hechos de violencia.
Como subgerente de Asuntos Corporativos de CMPC, (Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones), Lira Molina posee una amplia experiencia en relacionamiento con autoridades políticas y con comunidades, sustentabilidad, gestión integral de proyectos de inversión social, participación, asuntos indígenas y desarrollo local.
- Ignacio, en el tiempo que lleva en la Región, ¿cuál ha sido su impresión general de La Araucanía?
- Yo diría que es una Región única en el país. No hay otra que tenga una riqueza cultural y una gran diversidad en muchos ámbitos, tanto en lo cultural, histórico, paisajístico, productivo, en lo geográfico; es una zona muy rica dentro de Chile. Si revisamos tenemos la zona andina-cordillerana, con lagos, volcanes, el valle central, con actividades productivas, agrícolas, forestales, también la costa, los ríos que la cruzan, es decir es una Región única y con mucho potencial. Sin embargo, al mismo tiempo es una región que lamentablemente está atravesada por un conflicto… Un conflicto con mucha violencia que en los últimos años ha ido creciendo y que lastima seriamente el potencial de desarrollo que tiene y por eso es que hay que pelear para que no sea así.
-¿Cómo evalúa el rol de Corparaucanía a lo largo de sus más de 20 años de existencia?
- Yo creo que el gran aporte de Corparaucanía es que ha sido capaz de construir un espacio de vinculación entre el mundo empresarial, tanto empresas grandes, medianas y más chicas de la Región; con el sector público que también participa de toda esta organización, con las universidades que tienen sede en la Región, con los gremios y entre todos ha sido posible generar un espacio de diálogo, siempre con una visión puesta en el mediano y largo plazo para buscar los caminos que permitan alcanzar el desarrollo en la Región. Creo que ha sido un espacio de mucha franqueza, mucho diálogo, mucha transparencia, donde pueden encontrarse estos distintos actores en pos de un objetivo común.
-¿Cuáles son los desafíos futuros que enfrentará Corparaucanía a partir de su gestión en la presidencia del directorio?
- Un gran desafío que tenemos por delante es mostrar el lado positivo de la Región, los potenciales de inversión y desarrollo que tiene. Es cierto que tenemos la cancha bastante en contra porque si uno toma un periódico importante del país, probablemente las noticias que aparecen de la Región de La Araucanía son en su mayoría noticias negativas, entonces tenemos que asumir esa realidad y dar la pelea por mostrar todo lo positivo que tenemos.
-¿Cree que eso ha faltado a lo largo de estos años?
- Yo creo que siempre se puede mejorar. Yo sé que Corparaucanía siempre lo ha tenido entre sus misiones, pero creo que se puede hacer con más fuerza, con más estrategia y sin ser ingenuo porque junto con promocionar todo lo positivo que tiene la Región, hay que abordar el tema de la violencia producto del conflicto, que es lo que al final más impacta por no poder desencadenar todo ese potencial que muchas veces se ve opacado por los actos de violencia.
-¿De qué manera Corparaucanía puede aportar en una posible salida a esta problemática?
- Yo creo potenciando el rol de Corparaucanía como un espacio de diálogo donde confluyen muchos actores: el mundo empresarial, mundo público, las universidades, gremios y en definitiva sumarnos a todas las instancias de diálogo, como lo es hoy día lo que se está desarrollando a través del Centro Nansen. También tenemos el desafío de abrirnos a otras zonas de la Región porque si bien estamos muy fuertes tal vez en Temuco, también tenemos mucho potencial en Malleco y en otras zonas. Hoy día efectivamente la misión es articular redes con otros actores de la Región que comparten los mismos objetivos.
-La agenda de Corparaucanía estará marcada a partir de ahora por la instalación del nuevo Gobierno, ¿ha existido la oportunidad de sostener conversaciones con los candidatos que llegaron a la segunda vuelta?
-Sí. Nosotros durante el mes de noviembre invitamos a ambos candidatos a venir a la Región para que pudieran plantear sus propuestas para los próximos 4 años. Por problemas de agenda no pudieron venir ambos candidatos, pero tuvimos sí conversaciones con cada uno de ellos por separado donde tratamos de transmitirles por nuestra parte la realidad de la Región y cuál es el sentimiento que hay para que de esa manera también ellos lo incorporaran en sus planes de Gobierno. Creo que ambos manifestaron una intención de abordar las problemáticas que acá se viven, cada uno con sus distintos matices, pero efectivamente estos dos años presidiendo el directorio de Corparaucanía van a ser dos años muy particulares en la historia del país, con un nuevo Gobierno y también con una asamblea constituyente que en este plazo debería presentarle al país una propuesta de nueva Constitución. Entonces es un momento muy significativo, muy clave para el desarrollo del país, en el cual nosotros como Corparaucanía tenemos que estar atentos para posicionarnos en este contexto y poder defender y presentar nuestras propuestas orientadas al desarrollo sostenible de la Región.
-¿Cómo se evalúa desde Corparaucanía, la implementación del Estado de Emergencia en La Araucanía?
- La semana pasada tuvimos la oportunidad de reunirnos con la presidenta del Senado, Ximena Rincón, quien realizó una gira por La Araucanía y nosotros le transmitimos nuestra visión favorable con respecto a la implementación del Estado de Excepción que ha logrado generar una mayor sensación de seguridad y de paz en la Región. Efectivamente ha habido una disminución muy considerable de los hechos de violencia y, al mismo tiempo, reforzamos que en lo posible se mantenga el Estado de Excepción por un tiempo razonable. (…) Consideramos que el Estado de Excepción ha sido una buena herramienta y, si bien es solo una herramienta, ha permitido reducir al menos los hechos de violencia. Ahora, creemos que el estar renovándolo cada 15 días no es lo óptimo porque hay que planificar, hay que hacer logística y hay que tomar medidas que a veces necesitan de plazos más largos.
-A su juicio, ¿hay una relación directa entre la pobreza, el tema mapuche y los hechos de violencia?
- Yo creo que son tres temas que se entrecruzan considerablemente y crean combinaciones impensadas. Sin embargo hay que distinguir entre la justa causa mapuche, de reivindicación, de reconocimiento, de poner en valor su cultura o la interculturalidad que tenemos aquí en la Región; de lo que definitivamente es vandalismo y delincuencia. El que no logra hacer esa distinción le hace un flaco favor a la causa mapuche. Lamentablemente la violencia se esconde detrás de la capa de la causa mapuche, pero son dos cosas que hay que separarlas y saber hacer esa distinción. La situación de pobreza es un elemento muy lamentable: tenemos los peores índices del país donde un dato concreto es que La Araucanía es la región que más gasta en camiones aljibe para distribuir agua en el país; es la región que tiene el mayor porcentaje de su población con déficit de acceso al agua, siendo que es una zona donde no hay escasez, pero el problema es que hay falta de inversión, falta de planificación y de acciones concretas para alcanzar soluciones.
-En tiempos que han sido particularmente convulsionados e inciertos, ¿cómo cree que será posible proteger la convivencia en toda la macrozona sur de Chile de cara al futuro cercano?
-Yo creo que es muy importante el poder generar espacios de diálogo como los que genera Corparaucanía. Por eso en este momento que vivimos en el país, estos espacios son más importantes que nunca. Hay que generar puentes entre personas que piensan distinto o que vienen desde distintos ámbitos, eso es muy relevante para ir construyendo objetivos comunes, visiones comunes que nos permitan ir avanzando. Creo que si al final uno conversa directamente a la cara y se plantean las distintas posiciones, nos damos cuenta que al final todos buscamos algo que no es tan distinto y que es el desarrollo y el bien del país.
-¿Cree que la falta de una descentralización real agrava el problema de La Araucanía?
-El nivel de centralización que tiene el país es un problema importante que en algún grado ha disminuido el potencial de desarrollo de las regiones. En algún grado hoy día la figura del gobernador regional entrega una cuota de esperanza para que la Región pueda tener un rol más activo en la definición de sus caminos de desarrollo. Entiendo que hay sectores muy críticos de cómo se ha conformado esta figura, pero yo valoro el que sea un proceso que nos permite ir ajustándolo. En particular, nuestro gobernador Luciano Rivas creo que ha tenido un gran rol dentro de la Región, en cuanto a poder visibilizarla, con mucha habilidad política y con una visión clara del camino.
-Comparte la visión de algunos sectores que plantean que si el conflicto de La Araucanía, ocurriera o afectara a Santiago, ¿ya se habría encontrado un camino de solución?
-Lamentablemente eso es cierto. Creo que si en Santiago se viviera la realidad que se vive en muchas partes de la Región, otra sería la historia. Por eso, todos los que vivimos en esta Región, tenemos tal vez la responsabilidad de visibilizar, de comunicar lo que se vive y de poder explicar claramente cuál es la realidad para así poder concitar una mayor opinión pública de respaldo a nivel país.
-Independiente del gobierno que asuma en marzo, ¿ve con optimismo la posibilidad de tender puentes con las nuevas autoridades para poder avanzar en los temas que interesan a nuestra Región?
- Yo al menos tengo mucha esperanza de lo que se viene para el futuro del país. Creo que hoy día nos damos cuenta que el tener una segunda vuelta electoral es una gran herramienta que nos permite ir construyendo mayorías consistentes que avalen un proyecto de país y eso implica que las posiciones tienden a moderarse, a centrarse, a tomar más el sentido común. Por eso creo que siempre hay que tener una actitud positiva frente a la vida, estoy esperanzado y desde ya en Corparaucanía vamos a poner todo de nuestra parte para colaborar por el desarrollo del país, gobierne quien gobierne.
-Finalmente Ignacio, ¿cuál será el sello que quiere imprimirle a su liderazgo al frente de Corparaucanía?
- Por un lado quiero potenciar todo lo positivo que tiene esta Región. Quiero transmitirlo con un mensaje claro, invitando a los inversionistas para que desarrollen sus proyectos acá. Para eso no podemos trabajar solos: tenemos que trabajar junto con el Estado y el Gobierno Regional para generar esas condiciones que permitan atraer inversión internacional, nacional y regional para el desarrollo de La Araucanía. Lo segundo, será abrirse más dentro de la misma Región, porque así como existe centralización a nivel nacional también existe a nivel regional donde Temuco concentra mucho y por eso tenemos que abrir una red más fuerte en toda la Región. Todo esto debe estar cruzado por la necesidad de potenciar a Corparaucanía como un espacio de diálogo y de encuentro para los distintos actores, además de retomar la presencialidad en la medida que las condiciones sanitarias lo van permitiendo porque también le otorga un valor agregado al encuentro, a la posibilidad de reunirse y encontrarse con gente para construir redes y contactos.
"Un gran desafío que tenemos por delante es mostrar el lado positivo de la Región, los potenciales de inversión y desarrollo que tiene".
"Consideramos que el Estado de Excepción ha sido una buena herramienta y, si bien es solo una herramienta, ha permitido reducir al menos los hechos de violencia".
"Estoy esperanzado y desde ya en Corparaucanía vamos a poner todo de nuestra parte para colaborar por el desarrollo del país, gobierne quien gobierne".