Daño en ciclovía
La madera es más fuerte que la piedra. Este antiguo pensamiento es totalmente aplicable a lo que ocurre en la ciclovía que va en paralelo a avenida Rudecindo Ortega, en el acceso norte a Temuco, donde los enormes árboles han levantado el cemento de la ciclovía con sus grandes raíces.
El tema es que cada día que pasa se deforman más las ciclovías de esta parte de la ciudad , y el peligro ya no es solo para quienes transitan por allí en bicicleta, sino también para los transeúntes. Esto es especialmente preocupante y riesgoso de noche, cuando estas imperfecciones quedan ocultas en la sombra de estos mismos árboles.
Ojalá algún organismo encargado pueda ver este tema, porque de seguir así, en algún minuto las raíces romperán el pavimento y asomarán en medio de la ciclovía.
Verónica Álvarez
inclusión familiar en tiempos de pandemia
Esta crisis sanitaria ha dejado de manifiesto una situación muy asfixiante para los enfermos de Covid-19 y sus familias, se trata de la soledad de la persona hospitalizada y la incertidumbre en que queda toda su familia.
La pandemia evidenció con mayor fuerza el carácter restrictivo predominante que clínicas y hospitales en Chile tienen sobre la inclusión familiar y la flexibilidad de los horarios de visitas, lo que está totalmente justificado para una pandemia mundial, dado el alto nivel de contagio del virus y las medidas sanitarias que se decretan para evitar la propagación de la enfermedad.
Sin embargo, la invitación ahora es a analizar cuál es la mejor forma en que podemos superar esta arraigada práctica que en nuestro país se promueve desde hace muchas décadas, y que en países desarrollados, ya antes de la pandemia, ha migrado hacia a inclusión familiar y la flexibilidad de los horarios de visitas como una fortaleza, que ha demostrado científicamente que no aumenta las infecciones siempre que se cumplan las medidas de protección adecuadas, y que por el contrario, disminuye los días de estadía en UCI, las complicaciones cardiovasculares, la agitación y confusión del paciente, y además, está descrita como una de las intervenciones no farmacológicas más efectivas para prevenir el delirium.
Incluso la Joint Comission, entidad internacional acreditadora en el campo de la seguridad del paciente, recomienda la presencia de la familia en los cuidados como una medida que evita los errores de la práctica clínica. La familia en sus distintas formas, es un eslabón indispensable en la vida de un ser humano, brinda soporte emocional y sensación de seguridad irremplazable. Entonces, el desafío ahora debería ser una progresiva tendencia a la liberalización de las políticas restrictivas en la recuperación de los enfermos. Este cambio es un proceso que requiere tiempo, asesoría y apoyo, tanto por la propia pandemia del Covid-19 que aún vivimos, como también para la reflexión, el consenso y la adopción de acuerdos de colaboración en las instituciones de salud
Beatriz Arteaga directora Escuela Técnico de Nivel Superior en Enfermería Universidad de Las Américas
Cambio climático
Es impresionante cómo ha cambiado el clima de La Araucanía desde el tiempo en que ésta se llamaba Novena Región. Los inviernos se caracterizaban por sus lluvias que podían durar días, y por veranos donde las temperaturas eran muchísimo más benignas que las actuales, donde todo se seca por los duros rayos del sol y por la falta de agua.
Los ríos, sin ir más lejos, pasaban mucho más cargados de agua en su paso por las ciudades, y hoy -para quienes llevamos décadas viviendo en estos territorios- solo parecen pequeños riachuelos, donde se puede caminar gran parte de su curso.
Cuesta creer que todavía hayan personas -y lo peor, personas con poder de cisión en el tema medioambiental- que signa negando el cambio climático. Lamentablemente, para quienes conocimos el clima moderado de antes, es imposible negar que el clima ha cambiado y sus efectos hoy están a la vista, en el profundo déficit hídrico que en los campos obliga a que una caravana de camiones aljibe transporten el preciado líquido a familias que de un año para otros vieron secarse sus pozos; en la sequía que día a día avanza más y va transformando el mapa sureño en un lugar con menos bosques, con lagos cada vez más vacíos y con campos donde el pasto está dando paso a la tierra y al polvo, y al otro fenómeno que ha ido creciendo de temporada en temporada, como son los incendios forestales, que cada vez se acercan más a los centros poblados.
Es un panorama desolador, que preocupa, por eso hoy cuidar el agua, cuidar la naturaleza, es esencial, en el fondo es cuidarnos a nosotros mismos y a las generaciones que vienen, que algún día nos cobrarán el no haber sido previsores.
Loreto Castillo