El valor del turismo
Es necesario profesionalizar al máximo la actividad y poner al turista en el centro neurálgico de ella, mejorando todos los aspectos relacionados. El turismo en la Región está en etapa intermedia y necesita de mucho progreso para llegar al nivel de otras latitudes.
La sabida percepción de que el turismo es parte sustantiva del desarrollo de La Araucanía queda absolutamente comprobada con hechos y realidades que son de público conocimiento y que refrenda habituales estudios sobre esta temática.
Reiterados informes plantean que en La Araucanía se registra un crecimiento mayor al promedio nacional, lo que releva como punto muy importante al área de servicios, en la cual el turismo destaca cada vez más. Hoy, puntualmente, debido a la apertura del Plan Paso a Paso, hay un aumento muy notorio de visitantes a las diversas comunas turísticas de la Región, lo que ha beneficiado al comercio, hoteles, restaurantes y negocios ligados directa e indirectamente. Sobre todo si se considera que el verano pasado el rubro fue fuertemente golpeado por la pandemia y las cuarentenas.
Considerando todos estos antecedentes es imprescindible fijar la mirada con la mayor fuerza posible en el rubro turismo para potenciar y profesionalizar al máximo la actividad, que comenzó hace décadas y que ahora se ve fortalecida. Más allá de la pandemia, el turismo ha existido, existe y existirá como ha quedado demostrado al paso del tiempo y cada vez con mayor desarrollo considerando la tremenda potencialidad que exhiben ciertos sectores de La Araucanía, en especial el lacustre.
El turismo en la Región está en etapa intermedia y necesita de mucho progreso para llegar al nivel de otras latitudes. Para esta temporada se espera un aumento importante de visitantes y eso obliga aún más a ir mejorando la calidad en la atención, en todos los servicios, cuidando los precios y poniendo a su disposición las informaciones adecuadas, mejorando las infraestructuras.
Queda muchísimo camino por recorrer, pero el sector turismo puede y debe ser una herramienta decisiva en el futuro de La Araucanía. Para ello se debe poner al turista en el centro neurálgico de esta actividad.