La Araucanía debe ser prioridad
Cambiar el estado de ánimo y enfocarnos más en aquellas cosas que nos unen y que significan desafíos relevantes debe ser una prioridad. En el sentir de los chilenos está la necesidad de que se ponga fin a los abusos y al mal uso de los recursos públicos.
El actual Gobierno requiere definir algunas tareas prioritarias y sacarlas adelante para comenzar a dar respuesta a las demandas de la ciudadanía. La pobreza, la necesidad de mayores oportunidades, la creación de mejores empleos, la salud, educación, las pensiones, la paz social, abordar el combate a la delincuencia y al narcotráfico, son tareas urgentes, de mucho esfuerzo individual, pero que necesitan liderazgos que las empujen.
La Araucanía también debe ser un eje prioritario, situación que quedó demostrada ayer con la frustrada visita de la ministra del Interior, Izkia Siches, a la comunidad de Temucuicu, la cual tuvo que ser abortada debido a una secuencia de disparos al aire. En ese sentido, el actual Gobierno debe también escuchar a quienes viven y sufren con la violencia en la zona, tal como lo manifestó el gobernador regional, Luciano Rivas.
Una encuesta realizada por la empresa Ipsos, reveló que la delincuencia, el control migratorio y las mejoras al sistema de salud, son los desafíos reales que la ciudadanía encuentra prioritarios para que los enfrente el Gobierno de Gabriel Boric.
Pero también en el sentir de los chilenos está la necesidad de que se ponga fin a los abusos y al mal uso de los recursos públicos; un rol más activo del Estado para salvaguardar cuestiones como las pensiones, la salud, la educación, la justicia, el medioambiente, temas que están regulados en mayor o menor medida, pero que exigen acciones más definidas de las autoridades y del servicio público.
Cambiar el estado de ánimo y enfocarnos más en aquellas cosas que nos unen y que significan desafíos relevantes, que aquellas que nos dividen, debe ser una prioridad tanto para los gobernantes como para quienes tienen algún tipo de liderazgo, porque son más las situaciones que nos unen que aquellas que nos dividen como sociedad. Hay que apuntar a crear un país que avance en la realización de sus sueños fundados y que vuelva a confiar en sus líderes e instituciones tradicionales. Lo que requerimos es definir las tareas prioritarias y sacarlas adelante con la participación de todos, sin exclusiones.