"Lo más probable es que si se rechaza el proyecto se llame a una nueva constituyente"
El experto aborda avances y nudos que observa en el trabajo de la Convención, menciona los problemas de gobernabilidad que puede generar la poca reflexión de normas como homologar movimientos sociales con partidos políticos, y le preocupa que alrededor del 30% de la ciudadanía no tenga "idea de nada". "Sin sistema político, no hay Constitución", previene.
Como "hemorragia de creatividad" califica el sociólogo y experto electoral Axel Callís algunas de las propuestas e indicaciones que han salido desde la Convención Constitucional y que han empañado algunas expectativas para tener un proyecto robusto de Carta Magna de cara al plebiscito de salida.
Callís reconoce que hay días en que pierde la esperanza, pero que hay otros en que la recupera. Todo esto a casi tres meses del plazo fatal (4 de julio) para entregar el documento que quedará al arbitrio del voto ciudadano. Desde su labor como encuestador (TuInfluyes.com), y junto con revelar sus mayores preocupaciones en cada comisión, también anticipa que está trabajando en un estudio buscando revelar las "capas" del apruebo y el rechazo, con sus singularidades, miedos y puntos intransables, cuyos resultados se conocerán en la primera semana de abril.
-¿Qué mirada tiene del trabajo de la Convención Constitucional?
-Hay días buenos y días malos. Hay días en que uno está como recuperándose y vuelven los días malos. Hay días en que uno amanece esperanzado y otros, pesimista. No hay como una línea continua. Más allá de los deseos personales, uno tiene que hacer una mezcla entre lo que uno quisiera y lo que uno puede tolerar y lo que va a salir es una mezcla de varias cosas.
-¿Ha cambiado su percepción a medida que se acerca la fecha final para la propuesta?
-En general lo que he visto es que las personas que manejan mayor nivel de información están un poquito más moderadas en el optimismo. Pero esa es la menor cantidad de personas en Chile. Como el voto es obligatorio, seguramente los grandes titulares van a ser los que generen la conducta electoral. Los derechos sociales, lo plurinacional, tanto en lo bueno como en lo malo, por ejemplo. Cada bando va a establecer cuáles son sus jerarquías comunicacionales para incentivar o desincentivar la votación del que está enfrente. Pero tomando un poco la experiencia de algunos plebiscitos y el Brexit, la colección de "no" es bien eficaz a la hora de generar votación.
-¿Cómo es esto?
-Para alentar el apruebo, o para confirmarlo, generalmente se hace un paquete total, coherente. O sea, se habla de la nueva Constitución y se va a poner enfrente la de Pinochet. No se entra en el menudeo o detalle salvo en el tema de los derechos, que yo creo que va ser lo más atractivo, que es el tema de los derechos sociales como la salud, las pensiones, la calidad de vida. Esa va a ser la bajada del apruebo. Pero en el caso del rechazo la experiencia demuestra que, en términos constitucionales, como el Brexit u otros acuerdos de paz, tú lo que haces es desmembrar los "no", entonces puedes irte, porque esta Constitución tiene un problema, porque es abortista o porque es indigenista, y comienzas a ponerle nombres y puedes colocarle 25. Desmembrar los "no" es bastante eficaz a la hora de establecer estos plebiscitos en términos de generar una percepción. Entonces, la pregunta que hay que hacerse es cuál va a ser la ponderación entre una cosa y otra.
-Sobre todo ahora que hay voces por el apruebo y el rechazo sin que siquiera haya todavía un documento.
-Claro. Lo que pasa es que hay personas que ya tienen posiciones tomadas. En las encuestas que nosotros hacemos (DataInfluye.com) hay un 40% de los votantes que ya tiene su decisión tomada, tanto en el rechazo como en el apruebo; y después hay un campo grande de personas que quieren aprobar. La masa total del apruebo está por sobre el 50%, y no es 50 y 50, sino que entre medio hay indecisos. Pero yo diría que la mayoría de las personas tiene una predisposición a aprobar una nueva Constitución. Entre ellas hay personas que están disponibles a aprobar a paquete cerrado, vale decir, salga lo que salga, y otras que están disponibles, pero con reservas basadas en sus convicciones o principios. No es cosa de dos grupos. Hay bastantes grupos y creo que hay un 30% que no tiene idea de nada. No maneja información de nada.
-Ya hay un gran flujo de noticias, consignas y fake news. Todo hace presumir que debiéramos sufrir un bombardeo en estos últimos tres meses, ¿no?
-Seguro. Primero, para mí lo más importante es el sistema político. Ahí se juega todo. Y si no hay sistema político no hay Constitución. Una Constitución sin sistema político sería un listado de derechos sin que nadie lo ejecute. No habría un diseño de Poder Ejecutivo, lo que sería la negación de una Constitución. Por lo tanto, creo que gran parte del prestigio de lo que salga se juega en el sistema político. Y por lo menos en lo que he leído y conversado en los últimos días, hay una posibilidad de que exista un acuerdo, pero igual esto va a dejar heridos. Por ejemplo, que se cambie de Con-
"La mayoría de las personas tiene una predisposición a aprobar una nueva Constitución. Entre ellas hay quienes están disponibles a aprobar a paquete cerrado, vale decir, salga lo que salga, y quienes están disponibles, pero con reservas basadas en sus convicciones".