Espacio público y calidad de vida
Urge abordar el tema de la calidad del espacio público de manera integral, buscando soluciones más allá de lo netamente técnico. En Temuco se aprecia una deficiente educación vial en los conductores, que incurren a diario en acciones prohibidas y peligrosas.
Desde hace años que la capital regional viene registrando un fenómeno que preocupa no solo a las autoridades, sino también a los ciudadanos, y que tuvo una verdadera explosión hace un par de semanas, tras el retorno a la presencialidad en las aulas. Se trata de la pérdida de calidad en el espacio público, impulsada, principalmente, por la deficiente transitabilidad que ofrece este lugar a quienes se desplazan por él.
Si bien en Temuco se han realizado grandes inversiones para optimizar la infraestructura vial en el espacio público, como el mejoramiento de calles de alto tránsito o bien la construcción de emblemáticas obras, como el puente Treng Treng Kay Kay, lo cierto es que el impacto de estos avances queda opacado por los problemas que a diario se aprecian en la ciudad, y que son provocados por una sobrecarga de la capacidad vial.
Ello porque las calles de la Temuco no están diseñadas para soportar la enorme cantidad de vehículos particulares que de lunes a viernes y principalmente en las horas punta -esto es, a la entrada y salida de clases o bien del trabajo- copan las vías, impidiendo un desplazamiento óptimo.
Sin embargo, a ello hay que agregar un elemento que no puede dejarse al margen en este tema, y es la deficiente educación vial de los conductores en Temuco, la que se ve agravada por la adopción de ciertas conductas que tienden al individualismo y la agresividad, lo que complejiza aún más el panorama.
Ejemplos de esta conducta se aprecian todos los días y toman forma en conductores circulando a exceso de velocidad, haciendo uso del teléfono mientras conducen, estacionando o deteniéndose en lugares no aptos y que incrementan la congestión, virando en doble fila o bien ocupando espacios que están destinados para otros medios de transporte, como las bicicletas, solo por nombrar algunas conductas.
De ahí que es necesario, si se quiere mejorar la calidad de vida en el espacio público, además de potenciar el transporte público y la infraestructura vial, generar instancias educativas que permitan formar mejores conductores y en definitiva, personas con mayor simpatía por el prójimo.