Aunque persisten dudas, expertos valoran medida sobre limitar el uso de mascarilla
SALUD. Si bien se trata de una decisión recomendada por la Comisión Nacional de Respuesta Pandémica considerando el actual momento epidemiológico, aún será necesario evaluar el comportamiento de la población, la que debe tener en cuenta que el cubrebocas sigue siendo obligatorio en espacios cerrados.
En espacios abiertos donde pueda mantenerse una distancia física mayor a un metro, el uso de mascarilla dejará de ser obligatorio en las comunas en las fases de bajo y medio impacto sanitario, a partir del próximo jueves 14 de abril.
Esta es la información entregada por el Minsal, persistiendo algunas dudas sobre el comportamiento que efectivamente tendrá la ciudadanía; es decir si el mensaje fue bien comprendido y qué ocurrirá en medio de las clásicas aglomeraciones que se producen al aire libre tanto en colegios, universidades o en las filas de servicios o locales comerciales.
Lo primero es que la mascarilla sigue siendo obligatoria en espacios cerrados, en los cuales si se dejara de usar, el riesgo de infección aumenta 18 veces. Por ello, si bien se puede prescindir de su uso al caminar por la calle, en parques, etc., al utilizar el transporte público o al entrar a un centro comercial, será necesario utilizarla porque sigue siendo obligatoria.
Frente a esto, la doctora en Medicina Preventiva y académica del Departamento de Salud Pública Ufro, Teresa Balboa, cree que inicialmente se pueden generar conflictos y será necesario un periodo de adaptación. "La medida está bien pensada, pero no sabemos qué va a pasar en la realidad. Los niños, ahora que están usando mascarilla, no respetan la distancia y cuando no la usen va a ser lo mismo, entonces la gran dificultad será cómo hacer efectivamente un buen uso y eso será un desafío", explicó la especialista quien, pese a ello, cree que se trata de una medida acertada que fue adoptaba en base a las recomendaciones de expertos y de la cual ya hay evidencia en otros países.
"Por ejemplo, en España se suprimió el uso de mascarilla en exteriores el 10 de febrero y después de ello han tenido una continua disminución en los casos. Entonces, creo que estamos en una condición epidemiológica como para avanzar en esa línea para retomar un poco la tan deseada normalidad", indicó la epidemióloga.
Además es necesario tener en cuenta que el uso de mascarilla en exteriores no es inofensivo y puede causar problemas a la salud. "El uso de mascarilla en exteriores sobre todo en personas que tienen algún problema crónico respiratorio puede generar más problemas que beneficios porque les dificulta la respiración", enfatizó la doctora Balboa.
Estrés pandémico
Aliviar en parte el estrés pandémico propio de los últimos dos años es otra de las justificaciones para la medida.
En tal sentido, el psicólogo y jefe de carrera de jornada vespertina de la U. Santo Tomás Temuco, Alejandro Orrego, señaló que esta medida sin duda puede favorecer el estado de ánimo, considerando la sensación de una mayor libertad, además de volver a ver las expresiones faciales de la gente en la calle, algo que se había perdido completamente.
"Descubrirse la cara va a significar poder encontrarse con otras personas, el abrir la comunicación y volver a mirarse las caras", aseguró el profesional, quien a la vez advierte que esta medida puede generar distintas reacciones que tienen que ver en cómo las personas interpretan lo que está ocurriendo. "Por eso es una buena noticia en el sentido que permite soltar un poco las trabas y comenzar a vivir más libremente la vida, sentir que se está llegando al final de este proceso y mejorar el ánimo", dijo.
Asimismo, Orrego precisó que de alguna forma "el respirar el aire en la calle sin la mascarilla, tiene un significado importante en cuanto a volver a sentirnos vivos, volver a respirar y a mirar al otro a la cara. El poder respirar de mejor forma e inhalar el aire puro (...) genera un estado anímico muy positivo que incluso puede reducir algunos malestares y derivar en mayor motivación para las actividades que se tengan que realizar. También pueden haber otras personas que van a sentir que es una medida irresponsable y por eso depende de las vivencias de cada uno".
Incertidumbre
Así como algunas personas experimentarán una sensación de libertad y alivio, otras en cambio sentirán inseguridad considerando que la mascarilla ha otorgado altos niveles de protección durante los 2 años de pandemia.
"La mascarilla generaba una mayor sensación de confianza y de prevención en las personas ante la posibilidad de contagio", expresó el doctor Eduardo Sandoval, psicólogo e investigador de la Universidad Autónoma, quien sostiene que algunas personas "aumentarán la sensación de riesgo y estrés, sobre todo aquellos que tienen una percepción de riesgo muy elevada frente a la pandemia". Algo similar ocurrirá en el caso de personas que han perdido un familiar directo como consecuencia de la pandemia y que han vivido más de cerca los contagios.
A su juicio, "quienes tengan un pensamiento más rígido, lo más probable es que decidan seguir usando la mascarilla en todo momento como medida de autoprotección y autocuidado. En general, a mi parecer, habrá un nivel de incertidumbre progresivo y se mantendrá una sensación de desconfianza frente a estas decisiones", concluyó.
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"El poder respirar de mejor forma e inhalar el aire puro (...) genera un estado anímico muy positivo que incluso puede reducir algunos malestares y derivar en mayor motivación".
Alejandro Orrego,, Psicólogo y académico UST