"Los políticos tienen que dar la seguridad de que las Fuerzas Armadas tendrán reglas para actuar"
Christian Slater Escanilla (65) siempre se alegra cuando alguien de Temuco lo llama. Está en Santiago, pero una parte de su corazón quedó para siempre en el Regimiento Tucapel, unidad militar ubicada en el centro de la capital regional de la cual fue comandante entre los años 2004 y 2005.
Slater recuerda que cuando estaba en La Araucanía, el alcalde de Temuco era el actual senador Francisco Huenchumilla, mientras el intendente era el exdiputado Ricardo Celis. "Conservo mucho respeto y afecto por ellos, son personas que le hacen bien al país. Eran épocas en donde en los actos que teníamos del Tucapel, cantábamos el himno del Ejército en mapudungún e íbamos a visitar escuelas y comunidades mapuches", comenta al teléfono.
El coronel (r) se retiró del Ejército de Chile luego de 40 años de servicio, entre los años 1974 y 2014. Fue docente en la Academia de Guerra, oficial de mando en distintas reparticiones y regimientos y también estuvo en el extranjero. Por eso, es voz autorizada para opinar (y criticar) sobre el "Estado Intermedio", el proyecto de reforma constitucional que busca que las Fuerzas Armadas salgan a patrullar y resguardar caminos y sectores de la Macrozona Sur, sin tener que declarar un "Estado de Excepción".
-¿Qué le parece la propuesta del "Estado Intermedio" que pretende concretar el Gobierno en la Macrozona Sur?
-Es un injerto tipo "hombre-gato-gallo" que no está en la Constitución. Es como que el Gobierno quiere sacar castañas con las manos del gato. Hoy en la Constitución están establecidos los Estados de Excepción, con los cuales hemos funcionado muy bien en situaciones de catástrofe o excepcionales. Está claro quién los determine, por qué razones y cuánto duran. Pero este Estado Intermedio es tratar de crear algo que no existe, tratando de que las Fuerzas Armadas, y especialmente el Ejército de Chile, vayan a cumplir funciones de policía, y ni siquiera eso, parece que quieran que sean semáforos y señaléticas en las carreteras.
-¿Qué espera que ocurra con el proyecto de "Estado Intermedio que se está negociando con el Congreso?
-Yo espero que el Gobierno recapacite y que emplee los Estados de Excepción que conocemos para cuando lo estime conveniente. Pero tampoco el Estado de Excepción puede convertirse en normalidad. Un Estado de Excepción significa movilizar tropas, cientos de militares, trasladarlos, se tiene que generar una logística importante de movilización. El bravo Tucapel lo puede hacer, y lo hace bien. Pero estaríamos, nuevamente, transformando el Estado de Excepción en una normalidad. Y eso significa que, una vez más, los políticos no estarían siendo capaces de solucionar un problema político y estarían recurriendo a las Fuerzas Armadas. Lo que ocurre en la Macrozona Sur no es una guerra y las Fuerzas Armadas no estamos en guerra con La Araucanía, no están en guerra con el pueblo mapuche, no están en guerra con nadie. Hay un problema, con políticos de todas las épocas, que no se han hecho cargo de resolver esto y esta es una nueva manera de que las Fuerzas Armadas se hagan cargo del trabajo sucio, para que luego ellos mismos las terminen apuntando con el dedo, eximiéndose de responsabilidades políticas, al no darles respaldo. Si yo fuera comandante en jefe del Ejército y me ordenaran, ahora, según lo que ellos están hablando, salir con este "Estado Intermedio", yo no cumplo, porque es inconstitucional.
-¿Por qué dice que los militares no deberían salir bajo este "Estado Intermedio"?
-Porque existen 80 mil policías, entre Carabineros y PDI, que fueron instruidos y saben respecto a situaciones de índole policial y de prevención. Ellos tienen la responsabilidad de la mantención del orden público y saben cómo resolver situaciones de turbas o manifestaciones. Cuando se decide emplear a los militares, se está echando mano a miles de hombres y mujeres que utilizan armamento de guerra, munición de fusil y que han sido entrenados para las situaciones más extremas que un humano puede experimentar, especialmente para el combate. Un comando, un combatiente, un paracaidista, y todos los soldados, entrenan años para saber defender de la mejor forma a su país. Y no pueden decirles, de la noche a la mañana, que desde ahora serán policías o semáforos.
-¿Qué es lo que debería quedar claro antes de que se apruebe o rechace este "Estado Intermedio?
-Lo que tiene que quedar claro son las reglas de uso de la fuerza, para que los militares tengan bien claro dónde, cómo y cuándo van a poder hacer uso de su armamento. Cuando se utiliza a las Fuerzas Armadas, ellas no salen con gas pimienta, con carros lanzaguas o con herramientas disuasivas, como escudos o lacrimógenas. A los militares les enseñan, y son entrenados, para la guerra. Son parte de una máquina bélica que está destinada a proteger al Estado-Nación. Lo que están haciendo ahora es crear un engendro para que las Fuerzas Armadas sean policías-semáforos.
-¿Qué le dice a los políticos y al Gobierno que están negociando este "Estado Intermedio"?
-Que se pongan los pantalones y apoyen políticamente a las Fuerzas Armadas, si realmente las van a sacar. Para que el Ejército cumpla efectivamente con su labor, tiene que tener la seguridad de que, por actuar o por defenderse, no se van a ir detenidos. Las Fuerzas Armadas van a cumplir con lo que les encomienden, no saldrán disparando como locos, pero tiene que quedar un protocolo bien establecido de su accionar, que asegure que ningún funcionario o patrulla va a quedar encarcelada por hacer uso de su armamento que fue ordenado a salir por la tranquilidad y la paz de la gente.