Rol de la PDI
En Chile, la delincuencia se incrementa a niveles que no habíamos visto hace mucho. La seguridad pública es una piedra en el zapato para el Estado y los gobiernos de turno. Una amenaza para todos quienes queremos vivir en paz y desarrollarnos de la mejor manera posible en un país que lo permitía, no a la perfección, pero lo permitía. La percepción es de una delincuencia que ha ido tomando espacios que quizás sin darnos cuenta hemos ido cediendo cada día. Y, para quienes deben garantizar la protección de todos nosotros, le será muy difícil recuperar estos espacios si no actúa a tiempo, con fuerza legítima y mucha convicción.
Las causas de este fenómeno son innumerables, pero desde una perspectiva del control social, particularmente en lo policial. Existen dos ámbitos que el Estado puede usar para sostener la seguridad y el orden público: la prevención y la investigación de los delitos y dos instituciones para ejecutarlas: Carabineros y la PDI respectivamente. Pero solemos confundirlas, porque vemos que ambas, aparte de cumplir su rol, hacen, además, lo que debe hacer la otra, y el resultado: entorpecimiento operativo y un gasto importante y evitable de recursos de todos los chilenos.
Se habla de reformarlas como algo inevitable, pero para que este proceso tenga éxito, debe hacerse con mucha seriedad, pensando en recuperar los espacios perdidos y hacer de ambas policías, las mejores. Para eso es necesario legitimidad, inteligencia, fuerza mayor a la del oponente, respaldo político, convicción y disciplina para combatirla. Lo demás es sólo música.
La PDI es una organización estatal, estructuralmente sólida, que en las últimas décadas ha experimentado un extraordinario avance y desarrollo. Pero también, y esto es muy importante decirlo, ha aprendido de los errores, errores que ocurren en todas las policías del mundo. Ha superado, además, las responsabilidades extraordinarias a partir del año 2019, en un escenario distinto dado el estallido social y la pandemia, sin descuidar su rol esencial.
El Estado, en este proceso de reformas, debe darse cuenta de que a la PDI solo hay que fortalecerla y mucho más, para continuar este camino de desarrollo y avance que ha venido experimentando.
En este mes de junio, la PDI cumple sus octogésimo noveno aniversario, ocasión que quiero aprovechar de saludar y agradecer a cada uno de sus componentes, que sé que despliegan con gran esfuerzo su experiencia y talento para el cumplimiento de su rol esencial. También un sentido saludo a las familias y las familia de sus mártires.
Mario Fernández Torres, prefecto PDI (r)
La inacción del Estado
Luego de ocho meses de violenta ocupación de la sede del Instituto Nacional de Derechos Humanos, esta fue entregada con daños en su infraestructura, baños rotos, basura orgánica acumulada en los pasillos, muebles destruidos. El organismo cifra en más de cien millones su reparación.
Durante esos ocho meses de ocupación ilegal, el INDH no utilizó las herramientas legales que le permitían el desalojo de un bien público, se abstuvo de intervenir y permitió el vandalismo. Hoy día no hay responsables; ni los violentistas destructores ni los directivos del INDH y paga Moya, es decir, nosotros los chilenos con nuestros impuestos.
¿Le parece razonable que se siga destruyendo nuestro país y los responsables se laven las manos?
Rodrigo Montesinos Vásquez
Por un Chile más activo
Ante la primera cuenta pública del Presidente Gabriel Boric, vemos con optimismo los anuncios de los próximos avances en el mejoramiento de las infraestructuras deportivas escolares en los colegios públicos más vulnerables. Y más aún, nos llena de esperanzas que el Gobierno conciba al deporte como un derecho, lo cual comienza a cambiar el futuro en esta área en el país.
Estamos seguros que todos nuestros esfuerzos deben guiarse a potenciar e incentivar el deporte desde tempranas edades, ya que muchos de los niños y niñas no tienen el acceso a poder desempeñar diferentes actividades físicas. Vemos como pequeños talentos se pierden por no tener los recursos o el acompañamiento necesario.
Actualmente vivimos en un mundo muy agresivo, rápido, y para nadie es ajeno que está afectando la salud mental de todos y su bienestar físico, debemos cuidarnos. Como easycancha tenemos un propósito claro, y es poder incentivar y facilitar el acceso a la actividad física tanto en el país como también en Latinoamérica.
Chile tiene importantes exponentes en esta área y son ellos los que sabemos que ayudarán a motivar y comenzar el cambio a una vida más saludable; es un largo camino, pero ya lo comenzamos.
Daniela Baytelman