Manejo forestal sostenible
Los incendios forestales son también una de las causas de la pérdida de bosques y cada verano en diversos lugares de Chile se debe enfrentar esta situación. Es fundamental educar a las nuevas generaciones con principios que valoren la importancia de los bosques, más allá de las variables económicas.
Latinoamérica tiene una superficie de bosques nativos de 860 millones de hectáreas, el 22% del total mundial, pero la falta de manejo hace que la deforestación cause pérdidas de casi 5 millones de hectáreas por año. No obstante, la FAO ha admitido que Latinoamérica ha sido pionera en la aplicación de mecanismos de conservación. El continente tiene el 24% de las áreas protegidas del mundo, lo que es un testimonio de la voluntad por preservar los bosques que generan una importante actividad económica.
Además, 26 países han implementado programas que apoyan el manejo forestal sostenible y fortalecen la institucionalidad del sector. Esta industria tiene un importante peso económico en América Latina y el Caribe, al emerger como líder en plantaciones forestales: posee más de 17 millones de hectáreas plantadas para usos industriales (principalmente en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay).
El sector forestal es uno de los principales rubros de la zona y provee una importante cantidad del total de retornos de divisas que tiene la Región por sus exportaciones. Pero la actividad forestal rebasa los límites económicos y sociales de la producción de madera, celulosa, papel y combustible, ya que el bosque también presta servicios claves como la conservación de la biodiversidad, la regulación del agua y la mitigación del cambio climático. El tema crítico es cómo lograr una gestión que genere productos, ingresos y desarrollo socioeconómico, y al mismo tiempo preserve el recurso y contribuya a la gestión medioambiental.
Los incendios forestales son también una de las causas de la pérdida de bosques, y cada verano en diversos lugares de Chile se debe enfrentar esta situación, que a veces adquiere características de catástrofe.
Pero lo importante es sacar lecciones de esas tragedias.
Es fundamental educar a las nuevas generaciones con principios que valoren la importancia de los bosques, más allá de las variables económicas, y generar un cambio cultural, donde el hombre forme parte de un ecosistema que involucra a toda la naturaleza.