Correo
Occidente y sus factores
Es cierto que los últimos análisis hechos en torno a la causa y origen de la civilización de occidente han señalado válidamente seis factores: "Competencia, ciencia, derechos de propiedad, medicina, sociedad de consumo y ética del trabajo" (Ferguson, Civilización, Occidente y el Resto" 2012).
Pero éstas son cualidades formativas del carácter individual que requieren obediencia a reglas institucionales sujetas a disciplina, sanción y represión en el marco de un orden jurídico-político fundado en convicciones sólidas de conciencia acerca de Dios, del mundo y de sí mismo. Luego, tales instituciones sustentadoras e impulsoras de las conductas ciudadanas son de carácter religioso-bíblicas: La Iglesia local, el sagrado día domingo destinado al culto a Cristo y la familia bien constituida en el matrimonio monógamo.
Ni los chinos, las naciones africanas, ni las naciones indígenas americanas precolombinas; tuvieron jamás esas mismas normativas de principios y conductas personales, escritas y consagradas en un Libro Único, fundamental, permanente y al alcance de todos. Fue la evidente ventaja histórica de los europeos al asimilarse a aquella religión bíblica oriental o cristianismo (Párrafos de mi libro: "Evolución y Ley Natural" 2015, pg. 90).
Sergio Liempi Marín
Historia
Cuando el Servel llama a votar, la publicidad de ese ente electoral estatal (que todos pagamos) dice que el 4 de septiembre va a ser un día "histórico" y, con ello, está faltando a la obligatoria prescindencia de la cual dicho organismo debiera ser un ejemplo. Esa afirmación sugiere que el proyecto de constitución gana el plebiscito. Pero si ese proyecto pierde, como es lo más probable según las encuestas, habrán otras instancias en las cuales se definirá la Constitución que nos rija y, por lo tanto, el 4 de septiembre no será un día histórico.
Llegará un día en que la Constitución que resulte del actual proceso, acordada por una amplia mayoría, cumpla 40 años y goce de buena salud. Ése será el día en que los historiadores mirarán hacia atrás y lo reconocerán como un "día histórico".
José Luis Hernández Vidal
Lluvia de trenes
Lluvia, si una verdadera lluvia, pero no de agua, sino que de trenes, si de trenes, es la que se pronostica para varias regiones en el país.
La intensidad de la lluvia de trenes va a depender de los "inviernos" que la respectiva región, lleva esperando la pasada del tren, porque hay algunos proyectos que son nuevos y otros son ya parte del "mito urbano". Para decirlo en otras palabras, hay chilenas y chilenos, que nacieron y ya sus padres estaban esperando la pasada del tren, y no es chiste.
La promesa de la llegada del tren debe ser la más usada en las elecciones, todos cual más, cual menos, la han prometido, si hasta se hicieron las estaciones, pero el tren, nunca llegó.
Es de esperar que los que pronostican esta lluvia de trenes, no se equivoquen, para que de una vez, se cumplan los compromisos y no se siga jugando con las expectativas de las chilenas y de los chilenos, a lo largo de Chile con la añorada llegada del tren.
Parafraseando la frase de Juan Luis Guerra.
¡Ojalá que llueva café (trenes) en el campo (territorio nacional)!
Luis Enrique Soler Milla
Franja del No, en el Rechazo
Hemos leído una carta con el mismo título: "Franja del No en el Rechazo", donde los firmantes comentan de su participación en la creación de esa franja del No de 1988, y el regreso de la (o ésta) democracia al país, sintiéndose molestos y manipulados por ello; siendo así créanme que el suscrito como muchos en nuestro país, diría muchísimos con el tiempo desde que volvió "ésta democracia" que tanto exalta, también nos sentimos manipulados y defraudados con ella, pues el nivel de desencuentro al que nos llevó, más el rotundo fracaso de ella en lo que se esperaba.
Hoy tenemos un país dividido y una sociedad repleta de derechos mal interpretados, sin deberes y responsabilidades en tantos casos y etc., y lo peor, una calidad de vida en ella digna de lamentar… droga, violencia, delincuencia y terrorismo normalizados nunca vistos y en aumento, todo como un aliño más o condimento de la comida, que vergüenza, y …¡se pensará que es el costo de una democracia! Me merece serias dudas por tanto la nueva democracia en nuestro país, o esta democracia tan alabada no ha demostrado hasta aquí, ser el mejor sistema de convivencia para (una) nuestra sociedad y personalmente valorando algunos logros, no me parece que haya mucho más que celebrar.
También me encuentro muy molesto y desilusionado.
José Manuel Caerols Silva