Universidad Católica cerró ayer un gran capítulo de su historia al disputar el último partido en el estadio San Carlos de Apoquindo que la vio salir campeón muchas veces y vivir los mejores momentos de las últimas décadas.
El recinto de la precordillera será reemplazado por el que, según anuncian los dirigentes de Cruzados, será uno de los más modernos de Sudamérica. Pero durante el año y medio que demorará su construcción el equipo universitario deberá transitar por otros recintos para jugar como local.
La despedida era una fiesta: el equipo dirigido por Ariel Holan venció por 3-0 a Audax Italiano con lo que completó un global de 5-0 que instalaba a la UC en cuartos de final de la Copa Chile. Pero los hinchas causaron desórdenes que impidieron el final del encuentro.
Temprano se puso en ventaja el cuadro cruzado con gol de Fernando Zampedri a los 19 minutos de juego, con una definición exquisita de "sombrerito" sobre el arquero Tomás Ahumada para finiquitar una gran jugada colectiva del equipo local.
Apenas tres minutos más tarde el mismo goleador obligó a una desafortunada acción de Pablo Alvarado que marcó en contra de su propio arco para el 2-0 parcial.
Estadio lleno
Con la llave prácticamente definida los hinchas comenzaron a celebrar el adiós y la clasificación. Según la cifra oficial entregada por el equipo local, hubo casi 9.000 espectadores controlados, aunque evidentemente había cerca de 12.000, muchos de los cuales entraron por la fuerza.
En la tribuna, los ídolos cruzados comentaban el partido y recordaban sus mejores momentos en ese estadio.
Juvenal Olmos se reía al acordarse que fue él quien marcó el primer gol cruzado en esa cancha: "Alfonso Swett, el gestor del estadio, nos dio una charla y nos dijo que el primer jugador del equipo que marcara en esa cancha tendría una placa con su nombre. Arica Hurtado, Chamuca Barrera, Luka Tudor le pegaban desde cualquier parte porque querían ser el de la placa. Y al final fui yo, que no hacía muchos goles, después de un pase de Pablo Yoma".
A su lado Alberto Acosta decía que los mejores momentos de su carrera fueron ahí: "Entrar a la cancha era disfrutar. Yo marqué los dos primeros goles cuando se inauguró el tablero electrónico: fueron mis primeros goles por Universidad Católica.
Cierre con caos
A los 80 minutos de juego, Zampedri sentenció el 3-0 final. Fue el último gol marcado en esa cancha y el último momento de fútbol también, porque poco después los hinchas empezaron a causar desórdenes: algunos se metieron a la cancha a robarse banderines, redes y pasto.
Otros quemaron las serpentinas que estaban al borde de la cancha. El árbitro Cristián Garay suspendió el duelo y funcionarios de Carabineros entraron para intervenir.
La fiesta total se convirtió en caos: no fue un final feliz para San Carlos.
8.814 espectadores controlados se anunciaron oficialmente, aunque cientos entraron por la fuerza sin pagar entrada.