Ley Tamara
El Congreso Nacional despachó a promulgación la denominada "Ley Tamara", texto legal que agrava e incrementa las penas de un delito en contra de una víctima menor de 18 años, adulta mayor o persona con discapacidad y que es un importante avance en materia de defensa de poblaciones vulnerables como las anteriormente señaladas. Sin embargo, al revisar el resultado de la votación, llama la atención la abstención de los diputados Mauricio Ojeda y Stephan Schubert. Ambos parlamentarios por nuestra Región y ambos electos por el Partido Republicano, férreo defensor de la familia y los valores tradicionales. Al menos en el papel.
La salud de nuestra democracia se fortalece cuando sus representantes electos por la voluntad popular son capaces de explicar sus votaciones, más aún en temáticas tan importantes y sensibles para la sociedad. Por lo mismo, quisiera ocupar la tribuna de este destacado medio para hacer dicho emplazamiento. Su electorado y la Región a la que representan merecen esa respuesta.
Ricardo Felipe Coñoepán Barahona
"¿Chile vota informado?"
A estas alturas, la campaña "Chile vota informado" del gobierno se encamina a ser un rotundo fracaso.
Lo anterior, no solo porque se han esforzado desmedidamente en "desmentir" supuestos fake news del "Rechazo" - que han quedado en evidencia, con el acuerdo firmado por el oficialismo la semana recién pasada, que no son tal - sino que, además, no han informado lo más relevante: que las próximas elecciones son obligatorias, que la no asistencia conllevará multas de hasta 3 UTM y que hay nuevos locales y mesas de votación para los votantes arriesgando considerablemente la participación en este proceso tan importante para el futuro de nuestro país.
Así, gracias al gobierno, no solo podríamos llegar el 4 de septiembre con un Chile votando poco informado, sino que quizás con un Chile "ni siquiera votando".
Marcelo González C.
Plebiscitum
En el derecho romano: "Plebiscitum est, quod plebs iubet atque constituit", plebiscito es lo que la plebe ordena y dispone. Elaborado por los plebeyos y con fuerza vinculante limitada. Un alto grado de sofisticación jurídica de los romanos para permitir que el pueblo llano participara en la vida civil. (287 A.C.).
¿Está Chile realmente maduro en 2022 para asumir los resultados del plebiscito constitucional? ¿Seremos los chilenos capaces de debatir sin caer en crueles y divisibles confrontaciones, donde el efecto más importante se percibirá en nuestros hogares? Enfrentados a estos desafíos y responsabilidades es imperativo que nos informemos sobre los méritos y deméritos de lo que se propone en este referendum nacional. Cualquier acto humano que se realiza con temor difícilmente puede ser un acto inteligente. No obstante, debemos pensar que el libre debate está garantizado a medida que nos acercamos a la votación, donde el secreto del voto es inviolable.
Como cristiano, me parece importante destacar que Jesucristo continúa siendo el ejemplo más valedero de como participar en un debate donde hay desacuerdos significativos. Pero, Él no solo se quedó allí, fue más lejos: entregó su vida por los que también estuvieron en su contra. Cualquiera sea el resultado del plebiscito, digamos que hemos tomado nuestra mejor decisión por el amor a nuestra patria y la búsqueda del bien común.
Gustavo M. Astorquiza, P. Eng.
Derechos sociales
Mientras más nos acercamos al 4 de septiembre es que veo con preocupación como los argumentos para votar apruebo se encierran en una lista de derechos sociales que el Estado deberá garantizar (cosa que de ninguna manera significa que realizará eficaz ni eficiente). Solo algunos que se me vienen primero a la cabeza: Art. 50: Derecho a cuidar, ser cuidado y cuidarse, Art. 56: Derecho a la alimentación adecuada, Art. 59: derecho a un mínimo vital de energía asequible, Art. 61: Derecho al placer sexual, Art 86: Derecho a participación de un espacio digital libre de violencia, Art. 91: Derecho al ocio; entre otros.
Quiero dejar claro que no estoy en contra per sé de estos derechos, pero sí me causa duda la manera en que se planea que el Estado los entregue, garantice y defienda, la manera en que se utilizan para pasar en la votación un retroceso importante en materias de justicia, gobernabilidad, balance de los poderes y seguridad.
Recordemos que una constitución política es una carta de navegación que nos debe acompañar por décadas, y no la lista de supermercado del domingo que solucione los problemas que tenemos en el corto plazo.
Javier Ávila Parada