Uno de los atentados más violentos de los últimos meses se produjo el lunes en la noche contra el Molino Grollmus, en la comuna de Contulmo, acción que terminó con cuatro personas lesionadas de gravedad, tres de ellas con balazos, entre ellos Carlos Grollmus (79 años), a quien los médicos que lo recibieron tras el ataque debieron amputarle una pierna, que había quedado completamente deshecha tras recibir múltiples disparos.

Ante este nuevo hecho de violencia en la Macrozona Sur, el Gobierno reaccionó de inmediato y el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, viajó a la Región del Biobío donde confirmó que se querellará: "Por supuesto que nos vamos a querellar, estos son delitos gravísimos, está en riesgo la vida de las personas y por supuesto que el Ministerio del Interior se va a querellar".

"Hasta ahora, con los antecedentes de que dispongo, no estoy en condiciones de decir que vamos a invocar la Ley de Seguridad del Estado, lo que sí puedo decir es que hay delito muy claro, muy nítido, todos son graves y obviamente el Ministerio del Interior se va a querellar por ellos", precisó.

Monsalve sostuvo también que "yo creo que ni el Gobierno ni el país están conformes con los resultados en materia de persecución penal y eso es porque hay dificultades objetivas para llevar adelante la persecución de manera eficaz y por eso es que el Gobierno ha reiterado su disposición a colaborar con el Ministerio Público".

Ataque brutal

Ayer Erika Zúñiga, esposa de Carlos Grollmus, compartió su testimonio sobre lo vivido e hizo un fuerte llamado a terminar con la violencia en la Macrozona Sur.

"Estaba ahí trabajando, estaba haciendo fragua o alguna cosa, y en vez de haberse encerrado él, se quedó acá, y acá estaban los terroristas. Mataron al perro: recién enterré a nuestro perrito", contó la mujer a Tele13.

Añadió que "con su impotencia (Carlos) salió acá (de la casa) y creo que si no murió es porque le destrozaron la pierna".

También sostuvo que "lo que sucedió es algo que nosotros lo veíamos venir con miedo; es terrorismo, pero eso no es causa mapuche".

Además, reveló que tenían un plan de emergencia por si llegaba a ocurrir un hecho de este tipo: "Que nosotros nos quedáramos y arrancáramos para atrás donde están las vacas, pero nosotros no nos íbamos a enfrentar a nada".

Los habitantes del lugar ya habían sido recibido amenazas, pero no esperaban un ataque de más de 20 encapuchados con armas automáticas que robarían vehículos en su camino al Molino y bloquearían los caminos cortando árboles y atravesándolos en ellos. Fue una violencia nunca antes vista.

Al cierre de esta edición, Carlos Grollmus se mantenía conectado a ventilación mecánica en el Hospital Regional de Concepción, donde se le amputó una pierna.

Boris Oportus, director del Hospital de Concepción, explicó que el paciente ingresó al establecimiento y "fue intervenido a las 00:30 horas; posteriormente a eso se encuentra en la unidad de cuidados intensivos, conectado a ventilación mecánica y su condición es grave".

En medio del ataque, otro adulto mayor, de 82 años, también fue baleado y se encuentra internado fuera de riesgo vital en el Hospital Naval de Talcahuano.

Contra las personas

Durante la tarde de ayer el grupo Resistencia Mapuche Lavkenche reivindicó el atentado y afirmó que "con esta acción mandamos una clara señal al Gobierno de que debe responder a las demandas de los presos políticos mapuche".

El delegado presidencial en Arauco, Humberto Toro, afirmó en radio Universo que fue "un atentado hacia las personas porque dispararon primero hacia la casa; no se produce el incendio al comienzo, sino que dispararon frontalmente hacia la casa".

"Con su impotencia (Carlos) salió de la casa y creo que si no murió es porque le destrozaron la pierna".

Erika Zúñiga,, esposa de Carlos Grollmus

"Por supuesto que nos vamos a querellar. Estos son delitos gravísimos, está en riesgo la vida de las personas".

Manuel Monsalve,, ministro del Interior

106 años operó el molino Grollmus en la comuna de Contulmo y fue declarado patrimonio arquitectónico.

4 personas resultaron heridas en el ataque, 3 de ellas con impactos de bala. Carlos Grollmus fue el más grave.

Durante 106 años operó el molino de Grollmus en la comuna de Contulmo, donde se había convertido en un atractivo turístico en que el propio dueño, Helmuth, hacía visitas guiadas a quienes se acercaban por el inmueble declarado Patrimonio Arquitectónico y reconocido como parte del aporte de la colonización alemana a la zona. Emplazado en el kilómetro 3 de la Ruta P-700, a cinco minutos de Contulmo, la construcción conservaba gran parte de su valor en continuar operativo; fue el primer sistema a turbinas que dotó de electricidad a la zona, y también se convirtió en el primer lugar donde los campesinos acudían con sus granos para hacer harina. Un documento de 2018, que detalla la actualización del plan regulador comunal, destaca al molino Grollmus como parte de los elementos patrimoniales del lugar y como parte del patrimonio tangible a preservar. Asimismo, detalla "la participación alemana en el desarrollo de la comuna".