Menores créditos a MyPymes, señal de urgencia
Tenemos una noticia preocupante. La Comisión para el Mercado Financiero informó el retroceso de más del 50% que han experimentado los créditos a MyPymes durante agosto con el fin del Fogape reactiva.
Con ese escenario, es preciso hacer la siguiente reflexión: ¿Qué salida se les da a las Pymes que no solo enfrentaron la pandemia, sino que ahora tienen que enfrentar la crisis económica y sin ayuda de por medio?
Se hace necesario crear una estrategia integral de ayuda a las Pymes que les permita dar opciones para su financiamiento. Que, si la banca les da un portazo, tengan acceso, pero de verdad, a otras alternativas, y no terminen endeudándose con prestamistas informales y con intereses que son difíciles de pagar.
Para finalizar, es importante también que los proyectos que vienen en camino escuchen a las Pymes, porque si bien hay una agenda proinversión anunciada, sigue siendo insuficiente para el mundo emprendedor y el problema de agobio en las Pymes seguirá presente.
Gustavo Ananía
Pensar desde la no violencia
Mahatma Gandhi relevó el concepto de la no violencia y en el mes de su nacimiento se invita a reflexionar a partir de su legado. Su bandera de lucha fue la no violencia, materializada en la búsqueda de la verdad y rebelión contra la injusticia. Comprende una actitud interior que no permite ocasionar daño a nivel físico, emocional o mental a ningún ser humano ni ser vivo, en ninguna circunstancia.
Actualmente la no violencia es entendida como un principio de resistencia pacífica, que no significa ser pasivo, sino que rechazar el uso de la violencia en cualquiera de sus formas.
¿Es posible o necesario llevar estos postulados a nuestra vida cotidiana? Vivimos en una sociedad competitiva con énfasis en el éxito, en la belleza y en la popularidad; que nos limita expresar las emociones o mostrar signos de debilidad.
Nuestro país ha reflexionado recientemente en su historia respecto a la desigualdad, qué duda cabe, habiendo experimentado dolorosamente la pandemia: aún tenemos un aprendizaje pendiente respecto a cómo nos proyectamos como sociedad y de qué manera hacemos parte en ella a todos.
Todo lo que vivimos no puede ser sino una oportunidad para avanzar hacia un entorno de paz, de ayuda mutua, en donde la indiferencia se quede fuera, y en donde la No Violencia sea la manera de resolver nuestros problemas.
Paula Espinoza Paredes, U. Andrés Bello
Impuesto a los bienes raíces
Es común en personas en edad de jubilar la inversión en bienes raíces, transformándose en una fuente para generar utilidades, a través del arrendamiento, cesión de su uso; o la enajenación.
Si bien estas acciones se realizan de manera frecuente, es complejo para el ciudadano común comprender el tratamiento tributario que permite establecer si la utilidad generada por arrendamiento y venta del bien raíz devengará o no impuesto a la renta.
En caso del arrendamiento, se debe distinguir si la persona está o no acogida a las franquicias DFL2. Si no lo está, se requiere establecer si se trata de una renta de bienes agrícolas o no, ya que, si no es el caso, y se trata de una persona natural, estará exenta del impuesto de primera categoría.
Esto se complejiza cuando las rentas provienen del mayor valor obtenido en la enajenación de dichos bienes, pues existen distinciones de carácter temporal que son importantes.
Cuando la operación es realizada por una persona natural que no es contribuyente del impuesto de primera categoría que declare su renta efectiva, y el inmueble fue adquirido antes de enero de 2004, se aplica la ley de impuesto a la renta vigente a diciembre de 2014. De lo contrario, se aplica la ley posterior, que obliga a considerar nuevas distinciones.
Esto hace que resulte complejo establecer el correcto tratamiento tributario de los bienes inmuebles, sin la contratación de una asesoría. Por eso, es necesario simplificar la normativa, estableciendo un estatuto que lo haga más comprensible para las personas y así mejorar la educación tributaria.
Gonzalo Polanco Z., U. de Chile
Cuerpo sano, mente sana
La salud mental está completamente ligada con el deporte. Su constancia es ideal para olvidar el estrés, botar energía y concentrarnos en pensamientos propios.
Mediante el ejercicio se liberan hormonas como la serotonina, endorfina, oxitocina y dopamina que son conocidas como las sustancias de la felicidad que estimulan de manera natural al cerebro y generan bienestar, por lo que la práctica habitual de distintas disciplinas deportivas es una buena opción para obtener y maximizar los beneficios psicológicos.
Además, otro factor relevante y positivo de realizar actividad física es su carácter de actividad social, debido a que en general su práctica promueve la interacción entre los participantes. Espero se comprendan los beneficios que trae el deporte y se comience a valorar su impacto positivo, no solo a la salud física sino que también al bienestar mental.
Daniela Baytelman