Arturo Vidal fue titular en la despedida de dos leyendas del Flamengo
FIESTA. El volante Diego y el arquero Diego Alves se retiraron en el Maracaná.
Arturo Vidal fue protagonista de la fiesta con que Flamengo celebró ayer su último partido de la gloriosa temporada 2022 en la que se coronó como campeón de la Copa Libertadores y que también sirvió para decirles adiós a dos grandes leyendas del club: el volante Diego y el arquero Diego Alves.
Contra Avaí en el Maracaná poco importaba el resultado pues nada podría quitarle a los rojinegros la alegría de ser campeones de América y aunque cerró el Brasileirao muy lejos del campeón, Palmeiras, no estaba en riesgo su clasificación a la próxima edición del principal torneo continental gracias a que tenía el quinto puesto asegurado (en Brasil se clasifican los seis primeros).
Con esa tranquilidad total, los hinchas del Mengao llenaron el estadio para desatar un carnaval en el que el volante chileno fue titular y Erick Pulgar estuvo sentado entre los suplentes.
El autogol de Wellington a favor del cuadro local generó más jolgorio en la cancha y en las tribunas y el empate de Marcinho para el visitante, que ya estaba descendido, no le importó a nadie.
Homenajes
Cuando apenas se habían superado los 10 minutos del segundo tiempo fue el momento de los homenajes: Thiago Maia reemplazó a Diego, quien jugó su último duelo y se despidió a los 37 años luego de ganar dos Copas Libertadores y dos Brasileiraos con la camiseta rojinegra. Al salir, el astro le dio la jineta de capitán al arquero Diego Alves y la camiseta 10 a Gabriel Barbosa, "Gabigol".
Apenas unos minutos más tarde Hugo Souza entró en el arco para permitir la ovación a Diego Alves, que se retiró con el mismo palmarés que su compañero en el adiós.
La fiesta era tan grande que pocos se dieron cuenta del gol de Felipe da Silva que le daba el triunfo al Avaí y menos de la salida del "Rey Arturo" a diez minutos del final del encuentro.
La fiesta siguió hasta que se fue el último hincha del estadio y se prolongó en las calles de Río de Janeiro mientras Vidal preparaba sus maletas para viajar a Chile y sumarse a la Roja.