Mundial Qatar 2022
A pesar de lo importante que pueda ser un mundial de fútbol, las luces del espectáculo no han logrado opacar la difícil situación que viven los ciudadanos de Qatar.
Aparentemente, lo que se considera "norma" en Chile, sin profundizar en los problemas internos de la nación, es un lujo para los qataríes. Este experimento del primer país de medio oriente como anfitrión ha demostrado el crudo detrás de escena lleno de violaciones a los derechos humanos de la población trabajadora migrante, la discriminación y negación a la existencia de miembros de la comunidad LGBTQI+ y la clara inequidad de género con predominio de la tutela masculina.
¿Es este el escenario aceptable para el futuro del deporte?
Daniela Briceño, Universidad del Desarrollo
Litio
Argentina este año producirá 30 mil toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) y llegará a 278 mil el 2027. En cambio, Chile producirá 200 mil toneladas este año, pero solo crecerá hasta 330 mil toneladas el 2027.
A este ritmo el país trasandino superará a Chile en el 2030, lo que ya hizo Australia en 2017. ¿Cuántos más nos superarán antes de que reaccionemos? ¿Cuánto está perdiendo y perderá el país? La sustentabilidad hídrica se lograría con un cambio tecnológico para reducir la evaporación de agua, eso depende de inversión.
El tema es que la demanda seguirá subiendo solo a corto plazo. Solo tenemos una ventana de 20 años o poco más antes de que el litio sea reemplazado y nos quedemos con la mayor parte de los 13 millones de toneladas que poseemos como país.
Por eso, sin disminuir las exigencias, tengamos un mecanismo de evaluación más rápido y eficiente, una estrategia entre privados y públicos que nos permita terminar con las incertidumbres y podamos desarrollar proyectos amigables con el medio ambiente, en terrenos aptos y con la incorporación de las comunidades que los habitan.
Hay que liberar el proceso burocrático hoy, mañana será muy tarde.
Iván Suazo, vicerrector de Investigación y Doctorados de la Universidad Autónoma de Chile
Inaceptable violencia contra niñas y mujeres
La violencia contra mujeres y niñas sigue siendo preocupante. Según cifras oficiales, en el mundo una de cada tres mujeres sufre algún tipo de violencia de género y cada 11 minutos una mujer o niña muere asesinada por un familiar.
La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual, delito que muchas veces goza de una invisibilización social, lo que se suma a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que lastimosamente sufren las víctimas.
Aunque algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables, como es el caso de aquellas que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex; las migrantes y refugiadas; las de pueblos indígenas o minorías étnicas; o mujeres y niñas que viven con el VIH, discapacidades o en constantes crisis humanitarias, hay que ser enfáticos en asegurar que, independientemente de la condición de la víctima, la violencia contra la mujer es inaceptable y sigue siendo un obstáculo para alcanzar la igualdad, el desarrollo y la paz, al igual que el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas.
Es fundamental, en consecuencia, tomar acciones concretas que no solo ayuden a visibilizar esta situación, sino que derechamente logren terminar con el siempre injustificable maltrato contra nuestras mujeres y niñas.
Harry Grayde K., director ejecutivo de World Vision
Misil en Polonia
Podemos estar más aliviados. Al menos en esta oportunidad, un misil en un país de la Otan, como el que terminó en Polonia y dejó dos fallecidos, en plena andanada de proyectiles rusos contra Ucrania, se estableció que no fue una acción deliberada. Se investiga y estamos más tranquilos, por ahora.
Sin embargo, quedó en evidencia la fragilidad de la cual depende la guerra a gran escala, o una a nivel mundial. Un conflicto de nueve meses que no cesa ni tiene posibilidades reales de terminar todavía.
Los costos gigantescos de la agresión siguen y aumentan, en vidas y destrucción, no solo para Ucrania y a quienes la apoyan, sino que igualmente para Rusia, pese a que el régimen absoluto los oculta y sofoca toda información confiable.
En algún momento, aún indeterminado, se sabrá, y el veredicto será lapidario para Putin. Cuesta mantener el control y la calma ante tales hechos, si bien occidente, no debe entrar en el juego de las provocaciones irresponsables. El misil en Polonia ha logrado demostrarlo, de momento, aunque la inseguridad prosigue. No solamente entre las partes en guerra, sino también, frente a la eventual acción de terceros, como Corea del Norte, Irán u otros, que busquen posicionarse. Dependemos del curso de la guerra, de actores desquiciados, y en gran medida, de una tecnología bélica incierta.
Samuel Fernández, académico Facultad de Derecho, UCEN