Coro de Niños Cantores
EXPERIENCIA INTERNACIONAL. Aplaudida y destacada fue la agrupación en su gira por las tierras cafetaleras.
Una experiencia inolvidable vivieron los niños, niñas y jóvenes del Coro de Niños de La Araucanía, en su reciente gira por Colombia, donde su repertorio de obras indígenas mapuches fue aplaudido y destacado por los diversos públicos que disfrutaron de sus presentaciones en el Festival Corearte, donde se reunieron con coros de México, Argentina, Colombia, entre otros, los que dieron vida artística multicultural a la ciudad de Manizales, con una semana de conciertos y presentaciones, en diferentes lugares de valor cultural.
Rubén Orellana, director del coro, señaló que "con el arribo a la capital de Colombia, Bogotá, nuestro coro dio inicio a su aventura musical por tierras de cafetales, palmeras y aguacates, donde lograron conquistar los corazones. A través de las voces de niños y niñas de diferentes comunas de La Araucanía, se pudo regalar a los oídos colombianos la fuerza y el ímpetu de nuestras tierras gracias a un repertorio formado por cinco obras indígenas, producto de un arduo trabajo en rescate de nuestros pueblos originarios, realizado en las cuarentenas producto de la emergencia sanitaria".
en gira
El viernes 18 de noviembre el coro fue despedido por todas las familias de estos embajadores culturales nacionales, al comenzar su IV Gira Internacional, en el Aeropuerto de La Araucanía, haciendo su arribo en el aeropuerto internacional de Santiago, para luego dejar tierra chilena y llegar a la capital de Colombia, Bogotá.
A su llegada eran esperados por la comitiva de Corearte, institución organizadora de festivales en diferentes países del mundo, quienes hacen la selección de coros para unir culturas, tradiciones, lenguas y un sinfín de experiencias que se comparten en todas las reuniones sociales que permiten estos encuentros. El coro realizó una visita al centro de la capital, declarado patrimonio cultural, dejando esta ciudad para luego llegar al aeropuerto de Pereira, para el último tramo que el elenco realizó a la ciudad de Manizales.
La gira internacional comenzó en lo musical con la tradicional visita a un colegio público, en esta ocasión al Colegio de Villa María, en el departamento (municipio) de Caldas. Allí fueron recibidos por la banda del colegio y su director, con quienes compartieron un concierto en el gimnasio del recinto.
"Dicha banda es parte de un programa del gobierno de Manizales, dirigido específicamente a niños y jóvenes de establecimientos, en prevención de drogadicción y todo lo que afecte al desarrollo de sus alumnos", apunta Rubén Orellana, quien agrega que "cada colegio de esta ciudad tiene bandas compuestas por diferentes niveles según edad, los que trabajan de lunes a sábado, de catorce a veinte horas, dejando solo el día domingo libre".
festival
La participación de los representantes de La Araucanía en tierras cafetaleras continuó con la excelente participación al tercer día con la obertura del Festival, desarrollado en el Palacio de La Gobernación, donde todos los coros invitados fueron recibidos por las máximas autoridades políticas y culturales del Departamento de Caldas y coros locales.
"Una destacada participación realizó nuestro Coro de Niños Cantores de La Araucanía, impresionando sobre manera al público con el repertorio indígena, y luego con unas obras latinoamericanas, para terminar agradeciendo a Colombia con la popular Pollera Colorá. El orgullo se apoderó de nuestros corazones al estar frente a tanto público y compartir las obras indígenas de nuestro país, las que fueron muy bien recibidas por ser una cultura fresca que Chile muestra a través de nuestro elenco".
el "Tío Conejo"
El miércoles 23, cuarto día de la gira, la delegación de La Araucanía salió muy de mañana en dirección a los campos de Manizales.
"Fuimos a la Finca del Tío Conejo, ubicada a 25 minutos del centro de la ciudad", señala el director Orellana, quien agrega que "quedamos muy asombrados a la llegada con la imponente geografía colombiana y con el hermoso paisaje cultural cafetero. A su llegada el coro disfrutó del aroma, de la historia y de los procesos del café que esta finca familiar ofrece".
El personal de la Finca, curioso y ansioso, comienzan a pedir que el coro cante unas canciones. "En gradecimiento, compartimos nuestro baile nacional, el que por supuesto emocionó hasta las lágrimas a los espectadores cafeteros", señala el director del coro, quien agrega que "una de las dueñas de la finca con sus ojos llenos de lágrimas ante la emoción de presenciar nuestro baile nacional interpretado y bailado por alumnos del coro, dijo una frase que caló hondo nuestro corazón al decir 'lo que ellos aprendieron de café, nosotros aprendimos de humanidad, con estos niños. Al ver en ellos el amor, amabilidad, pasión, respeto y orgullo por su tierra'. Fue un día lleno de aventura y emoción que con seguridad nunca olvidaremos".
Tras esta visita, ya en el quinto día, el coro de La Araucanía continuó compartiendo con los coros en la Iglesia de la Inmaculada, en el centro de Manizales, unidos en el escenario con el Coro de México. El mismo día por la noche, el tremendo trabajo que Niños Cantores de La Araucanía hace representando a Chile, lo realiza en la Universidad Nacional, emocionando y alegrando una vez más a todo el público asistente.
La cita para el viernes 26 se dio en la casona colonial donde está ubicada la Secretaría Cultural del Departamento de Caldas, sitio que el Coro de Niños Cantores de La Araucanía compartió todo el repertorio preparado para esta gira.
Tremenda fue la sorpresa recibida por parte de la organización Corearte, al solicitar la participación de los representantes de La Araucanía en la gala de clausura del festival, que tenía programada la presentación de los talleres que recibió el coro, con la maestra Vanesa Utz, y el concierto Requiem de Faure.
"Para cerrar nuestra participación, la primera obra compartida fue Del Ñielol se oye el Canto, con el tremendo orgullo de representar a no solo el pueblo mapuche sino a 5 de los 11 pueblos indígenas de Chile", señala Orellana, quien agrega que "continuamos con dos aplaudidos pies de cueca, bailados por una pareja de alumnos del coro, y cerramos con la popular obra colombiana La Pollera Colorá", luciendo ambas banderas en el teatro Los Fundadores, con capacidad de dos mil butacas, las que estaban repletas".
embajadores
"Fue una semana llena de grandes momentos", subraya Rubén Orellana, quien agrega que "fue un arduo trabajo lleno de incertidumbre ante el escaso apoyo de la Región, si bien queremos agradecer a Subvenciones Presidenciales, a las municipalidades de Pitrufquén y Temuco, como también a las diferentes pymes que aportaron con premios para la rifa que los padres organizaron para lograr la suma que nos permitió realizar la gira".
El coro, además de ser destacado por sus excelentes presentaciones, fue muy bien evaluado en diferentes ámbitos: en el orgullo mostrado por sus raíces, el amor por sus culturas, por ser disciplinados, alegres, respetuosos, amables y atentos, cualidades que fueron destacadas en los pasillos del hotel donde se alojaron por los diferentes coros y maestros participantes de este certamen internacional.
"Con gran alegría y orgullo, podemos decir que hemos cumplido esta gran misión", señaló Rubén Orellana, quien agregó que "una vez más niños, niñas y jóvenes de nuestra Región han dejado una muy buena impresión, logrando cautivar no solo los corazones de Colombia sino también de todos los coros participantes y del mundo".