Incendios forestales en La Araucanía
Veinte focos activos mantiene la Región, los que son enfrentados por brigadistas de Conaf y Bomberos. En Chile, el 99,7% de los incendios forestales es el hombre quien los genera, esto a través de acciones accidentales, negligentes o intencionales.
Una veintena de incendios forestales mantiene en alerta a los trabajadores de las Brigadas de Conaf y voluntarios de Bomberos, quienes extreman esfuerzos para evitar el avance de las llamas en La Araucanía, donde las comunas de Traiguén y Lumaco se encuentran en alerta roja.
De hecho, siniestros que se registran en ambas provincias de la Región generan incertidumbre, toda vez que algunos presentan un comportamiento errático, lo que complica el trabajo de las brigadas en las tareas de control. A ello se agrega, como ocurrió el fin de semana, que varios incendios avanzan cerca de asentamientos humanos.
Se trata de un problema que complica no solo a la Región, sino a toda la zona sur del país, y que se intensifica en la época estival, donde aumentan las temperaturas y las condiciones para el origen y propagación de los siniestros son más favorables.
Para enfrentarlos, Conaf en la Región de La Araucanía cuenta con 21 brigadas terrestres, tres brigadas de heliataque, dos helicópteros, cinco aviones, seis brigadas cisterna, una brigada mecanizada, seis torres de observación y seis puestos de observación, a lo que se suma la colaboración de personal de Bomberos, municipios y la empresa privada.
Sin embargo, a pesar de toda esta preparación, la que implica enormes recursos económicos, además de las incesantes campañas tendientes a evitar los incendios forestales, en lo que va de la temporada 2022 - 2023 ya se contabilizan 586 siniestros, los que se traducen en 8 mil 900 hectáreas quemadas.
Se hace urgente, entonces, que la comunidad entienda los riesgos que implica la mala utilización del fuego en las zonas rurales. Ello porque la misma Conaf detalla que el 99,7 por ciento de los incendios forestales en nuestro país es provocado por el hombre, ya sea a través de acciones accidentales, negligentes o bien intencionales, en tanto que solo el 0,3 por ciento restante corresponde a siniestros de origen natural.