A no dejar en el olvido
Se han intensificado las estafas a través de los dispositivos electrónicos y generalmente estos delitos comienzan desde el momento en que un delincuente roba o hurta un celular en la vía pública. El Estado no obstante sus esfuerzos, no está garantizando aún la igualdad del acceso en el caso de la universidad.
Soy profesor de Estado y por ello no puedo eludir el comentario respecto a la realidad gris de nuestra educación en todos sus niveles tal vez apartando a un mejor observar a la conocida como educación preescolar.
Hay un dicho que "cuando mucho se abarca poco se aprieta" eso es lo que está ocurriendo en el plano educacional por la élite política y gubernamental, divagando y haciendo observaciones injustas, por ello creo que en honor al pasado vale la pena recordarles a las nuevas generaciones de autoridades que la constitución política de 1833 incorporó el principio de Estado Docente definido como la preocupación preferente de Estado.
Este derecho constitucional fue mantenido por la carta constitucional de 1925 que hizo posible que los hijos de los obreros, campesinos y clase media pudieran acceder a la enseñanza básica, media y universitaria, creando una legión de jóvenes con distintos niveles de conocimiento y grados de especialidades, que aportaron por más de 140 años en la construcción de un país que llevó la vanguardia cultural de América Latina.
De la educación estatal chilena surgieron los profesionales, los técnicos, los artistas y los intelectuales, muchos de ellos de origen modesto que el país necesitó para crear belleza, instituciones políticas y judiciales, crear ciudades, industrias, comercio y servicios de distinta índole permitiendo además, una importante movilidad social.
El añorado Estado Docente fue eliminado por el régimen militar, lo que tuvo como consecuencia un vuelco importante en el financiamiento de la educación pública, iniciándose un proceso de tránsito hacia modalidades de autofinanciamiento, un tétrico ejemplo la Universidad de Chile bajo la vigencia del Estado Docente recibía del Estado el 95% de su presupuesto para las actividades de docencia, investigación y extensión; hoy reciben alrededor del 23%, a ello se debe agregar que lamentablemente existen universidades estatales que reciben el 3% de su presupuesto como aporte del Estado.
Hay otro refrán que dice que "lo que abunda no daña", pero en materia del tema que trato no estoy muy claro. La educación superior integrada por instituciones estatales y privadas, tiene algo más de 250 instituciones, de las cuales 66 son universidades, 67 institutos profesionales y 120 son centros de formación técnica.
Otro dato gris que debo sumar a esta columna es que los sectores de jóvenes más ricos ingresan al sistema en un 65,9% mientras que los más pobres suben 5 puntos porcentuales de posibilidades de ingresos a los estudios superiores.
Puedo decir entonces finalmente que el Estado, no obstante sus esfuerzos, no está garantizando aún la igualdad del acceso en el caso de la universidad.
Roberto Muñoz Barra,exsenador
presidente Instituto Estudios Públicos Social Demócrata