Chile sin incendios ¿Es esto posible?
Siete regiones con incendios forestales, más de 70 focos activos -según datos de Conaf- y un avión "Ten Tanker" en el país para combatirlos, es un panorama desalentador que pareciera tener una fecha propia en el calendario chileno: fines de enero y principios de febrero.
¿Pero qué hacer para que esto no siga pasando? Está claro que el 99,7% de los siniestros en los bosques los causa el hombre, ya sea por acciones accidentales, negligentes o derechamente intencionales. Entonces, creo que debemos apelar a la educación y acciones impositivas.
Con acciones educativas podemos cambiar los hábitos y la conducta de la población en actividades propias de la época de vacaciones. Dentro de las medidas más básicas se debiera considerar no hacer fogatas, no fumar en lugares no autorizados y no quemar basura.
Por ejemplo, si se va a realizar una fogata, hay que tener siempre al alcance elementos para apagarla (agua o tierra), cubriendo por completo las brasas y, quienes viven cerca de bosques o en el campo, deben mantener la casa despejada de arbustos que puedan arder con facilidad.
También es recomendable no dejar basura u otros elementos en el bosque que puedan acelerar o servir como combustible al avance del fuego, además de identificar siempre las zonas con más riesgo y sus respectivas vías de evacuación.
Las medidas impositivas, en tanto, promueven cambios de conducta a través del cumplimiento de leyes y, para que esto sea efectivo, se necesita una amplia difusión de las normas y contar con sanciones ejemplificadoras para quienes no cumplan con lo establecido.
Siempre será más fácil evitar un incendio forestal que controlarlo. Creo que es tiempo de que dejemos de ver a febrero como una "temporada de incendios" y nos preocupemos como país de invertir en prevención y no en mitigación.
Patricio Saavedra jefe disciplinar de Prevención de Riesgos Escuela de Procesos Industriales IACC
Animalitos bajo el sol
¡Cuánta pena da ver perritos y gatos bajo el terrible sol de febrero por las calles de Temuco! Por eso, creo que todos quienes amamos a los animalitos, debemos ser conscientes de cuánto sufren en días de calor, sobre todo ahora que con el cambio climático las temperaturas están arriba de los 30 grados.
Por eso, llamo a la comunidad a ayudarlos, y a disponer de agua limpia en recipientes que puedan ser ubicados en veredas, ojalá a la sombra. Ese simple gesto puede significar la vida para estos seres indefensos, que nada pueden hacer para afrontar un verano como el que estamos viviendo en La Araucanía.
Karen Cerna
Violencia contra la mujer en zonas rurales
Aun cuando ha sido significativo el trabajo realizado por los movimientos sociales y feministas para empujar cambios de paradigmas respecto de la mujer, desde el reconocimiento de la pertenencia del cuerpo y la libertad para decidir sobre él, hasta la discusión sobre los roles atribuidos socialmente, estudios demuestran la persistencia de la violencia que afecta a muchas solo por el hecho de ser mujer.
La violencia de género es entendida como acciones que dañan a personas en razón de su género. Como toda forma de violencia tiene asociada el abuso de poder, además en este caso, según Segato (2013) está asociada al sistema patriarcal prevaleciente, donde la masculinidad constituye un estatus de superioridad.
Las diferencias estructurales de poder basadas en el género colocan a las mujeres en situación de mayor riesgo frente a manifestaciones de violencia. Y, aunque la violencia de género afecta a todas, a algunas las afecta mucho más. Desde un análisis interseccional cuando al género se le adicionan otras características como orientación sexual, raza, discapacidad, situación socioeconómica o territorio, la violencia se ve multiplicada.
Para comprender la violencia de género que experimentan las mujeres en zonas rurales es necesario comprender primero cómo se vive la ruralidad en Chile. Sus códigos, condiciones de vida y la representación de la masculinidad, atendiendo la diversidad territorial y social existente junto a patrones culturales asociados a estereotipos de género. La dimensión territorial permite comprender de mejor manera la desigualdad y las brechas de desarrollo de las comunidades y sus efectos en las personas.
Si bien han existido avances importantes en lo rural en general, las mujeres permanecen en una doble posición de discriminación, por sexo y por zona, con mayores brechas de participación laboral remunerada, de pobreza, de educación, y de una sobrecarga con el trabajo de cuidado y del hogar.
Dra. Jessica Candia directora de Trabajo Social U. Las Américas Sede Concepción