El trabajo híbrido es una realidad que se instaló en gran parte del mundo y que muchos pueden realizar desde sus hogares, ya sea con jornadas presenciales de manera parcial o, derechamente, en la modalidad de teletrabajo.

De acuerdo a algunos expertos en climas laborales, la iniciativa del Gobierno, que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, no sólo es una buena noticia para los trabajadores, sino que un desafío para que las empresas puedan conectarse positivamente con sus colaboradores y lograr un ambiente de trabajo seguro, además de impulsar una mejor calidad de vida.

Con la posibilidad de esta nueva realidad laboral se hace fundamental lograr equilibrar las expectativas de las empresas versus las distintas realidades de las personas. Según Rodrigo Correa, gerente operaciones de Mandomedio, si bien esta iniciativa es una buena noticia, también es importante que las jornadas sean más productivas, con el objetivo de equilibrar el trabajo con la vida personal, pero sin dejar de lado el bienestar de los colaboradores y que esto vaya de la mano con la felicidad de ambas partes.

Para esto, es importante que las jefaturas sean cercanas a sus trabajadores, además de interesarse en saber cómo se sienten con el sistema establecido y poder conocer su opinión al respecto.

Un líder inspirador, que sea un buen articulador con respecto a las ideas, es y será alguien que logre mejor conexión con sus colaboradores. Incluirlos en las nuevas ideas de negocio, hacerlos sentir parte de los desafíos es otra manera de lograr una mejor relación.

Lograr el equilibrio laboral y personal muchas veces puede ser más fácil de lo que se cree. Si bien la felicidad es un concepto bastante amplio, y que puede variar en una u otra persona, en lo laboral radica básicamente en encontrar el punto medio ente el tiempo y el esfuerzo que los trabajadores invierten en ella, a cambio de una recompensa. Esto, no sólo dará como resultado la conciliación de la vida profesional y personal, sino que logrará trabajadores más comprometidos y relaciones duraderas en el tiempo.

El Aprendizaje Basado en Fenómenos es un enfoque finlandés y se puso en marcha en el año 2016, principalmente busca que el estudiante desarrolle la capacidad de entender fenómenos complejos desde un punto de vista más sistémico y holístico, a su vez se ha desarrollado como una respuesta a los retos del mundo actual.

Los fenómenos por lo general, se encuentran en la vida real, y que el establecimiento educativo utiliza con el fin de que se incorporen conocimientos desde una perspectiva interdisciplinaria.

Los métodos del aprendizaje basado en fenómenos apoyan y facilitan que los estudiantes aprendan habilidades muy importantes como resolver problemas, razonar, pensar críticamente, y analizar, los cuales son vitales en la sociedad moderna, en la vida real fuera del establecimiento educativo y en la vida laboral. Mediante el aprendizaje basado en fenómenos los estudiantes también obtienen un conocimiento más profundo de los temas y contenidos.

Es importante mencionar que en este tipo de enfoque se plantean importantes metas de aprendizaje y combina los objetivos de las materias y los cursos de la escuela tradicional. La enseñanza y el aprendizaje que se basan en fenómenos usan la curiosidad natural de los niños, niñas y adolescentes, además, el foco se pone en el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Los estudiantes trabajan en equipos y construyen nuevo conocimiento y desarrollan proyectos. El rol del docente es utilizar estrategias constructivas o de mediación y guiar el proceso de aprendizaje de los estudiantes para que el proceso de enseñanza - aprendizaje se abra del aula a los ambientes que la rodean y virtualmente al mundo entero. Para que el aprendizaje sea auténtico se utilizan herramientas, materiales y métodos auténticos. La tecnología se emplea como una herramienta para pensar y construir conocimiento.

Viviana Lanza Lanza,

directora de Consultora

Educativa Viviana Lanza