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quintiles más vulnerables y de esos 10 mil por nivel el 80% de los escolares de segundo básico no sabe leer o lee con dificultad; a lo que se suma - según la misma encuesta local - que el 54% de los niños de tercero y el 40% de los niños y niñas de cuarto año básico repite la historia. Visto así, recalca del director ejecutivo, "la necesidad de atención para lograr la capacidad lectora en niños de segundo a cuarto básico de la Región afecta a 17 mil niñas y niños, en promedio".
EN 2023
El desafío es grande. En 2023, AraucaníAprende comenzó su trabajo en marzo con 80 rescatistas para apoyar a 252 escuelas de las 32 comunas, esto con el objetivo de atender a 1.400 escolares de tercero básico con los recursos que cuentan hasta el momento, dado que, si bien se trata de una actividad sin fines de lucro, el trabajo de los rescatistas es remunerado y la operatividad requiere recursos para solventar costos asociados como la gestión, movilización y materiales.
Paralelamente, desde fines del año pasado, esta entidad forma parte de la "Red Por un Chile que Lee", esfuerzo público-privado que aspira a acortar la brecha nacional, precisamente, en cuanto a la capacidad lectora de los escolares de norte a sur y que hoy tiene a la Fundación AraucaníAprende al frente de una de las mesas de trabajo de dicho emprendimiento, la mesa de "Tutorías para la Lectura", dada la experiencia que acumula en esta materia desde el año 2006, trabajo que consistirá en coordinar a otras organizaciones en el rescate lector, a través del asesoramiento para aplicar el programa de Rescate Lector en todo Chile, lo que a juicio de Carlos Dreves debiera significar una inversión pública.
"Acá hay un tema clave que tiene que ver con los recursos porque la cobertura que se pretende implica muchos fondos y las fundaciones convocadas no tienen los recursos para atender a los 80 mil niños que propone el Mineduc. Por lo tanto, el ministerio deberá definir de cuántos recursos dispone para trabajar. Porque la red puede disponer experiencia, profesionales, materiales, capacidad de gestión y despliegue territorial, pero el trabajo concreto con los niños requiere una inversión de parte del Estado y privados. Esos fondos aún no están claros. Nosotros podemos poner el avión, pero la autoridad debiera aportar el combustible", comenta el directivo, lo que a su juicio no debiera superar una inversión de 15 mil dólares para un propósito tan trascendente como el que se propone.
El ideal con este plan nacional, explica Dreves, es tratar de disminuir el rezago de dos años que tienen los niños en este plan de la lectura, "porque la situación nos hizo retroceder a lo que había hace diez años y tenemos dos a tres años para hacer que nuestros niños recuperen el nivel lector que tenían pre-pandemia".
IMPACTO
El trabajo de AraucaníAprende mediante el programa Rescate Lector, es incalculable e impagable en la dimensión humana, porque el atraso aquí no solo es en la capacidad de lectura.
"Hoy - explica el psicólogo educacional - un niño de tercero básico no tuvo kínder ni primero, y un niño que entraba a segundo en 2022 no tenía prekínder, kínder ni primero básico. Es decir, los niños de primero y segundo no han tenido estimulación de preescolar, que es aquella que permite desarrollar la emocionalidad del niño, la capacidad social, la capacidad de pensar en modo escolar y el desarrollo físico: las cuatro dimensiones (…). Entonces, el impacto de esos años sin escolarización no solo radica en la lectura, sino en el desarrollo completo del niño. Por lo tanto, si bien este esfuerzo es para que los niños lean, el problema que enfrentan las escuelas hoy es recuperar dos o tres años sin estimulación temprana (…)".
Para que los niños lean, agrega Dreves, se requiere un sustrato de desarrollo personal, emocional y social que es mucho más complejo, trabajo que hoy asumen los y las rescatistas, y principalmente las profesoras jubiladas que ha sido la primera línea de este programa desde 2006 en adelante, quienes "ponen al servicio de los niños una tremenda experiencia con la que balancean muy bien la firmeza y el cariño, aportan estrategias, son verdaderas máquinas para hacer diagnósticos y un baúl gigantesco de recursos para enfrentar el problema, a lo que se suma el hecho que presentan la continuidad del programa".
En ese grupo de 80 profesionales hoy forman el equipo de rescatistas, está Miria Cares, profesora jubilada residente en Lautaro que se integró al programa en 2019, y que - confiesa - año tras año pasa de la frustración a la alegría cuando trabaja y consigue egresar a los niños que le son asignados.
"Llevo casi 4 años en la fundación. En pandemia tuve que aprender y adaptarme a la virtualidad. Allí me ayudó una nieta. Esto me permitió trabajar con niñas y niños de Villarrica, Labranza y Lautaro y con buenos resultados. Hoy, me enfoco en transmitir a los niños que no hay imposibles, que el 'no puedo' es superable y si bien la crisis lectora se agudizó por múltiples factores, siempre hay un camino para revertirla", comenta la profesora.
Como ella, Gloria Manríquez, de Temuco, sigue la senda de otras rescatistas que conoció cuando ejercía como docente antes de jubilarse en 2017. Desde 2018 forma parte de este proyecto que - dice - la llena de satisfacción.
"A mí me encanta hacer lo que hago. Voy feliz a los colegios donde soy muy bien recibida por profesores y directivos. En este trabajo no solo enseño a los niños a leer, también comparto con ellos, les hablo de cosas del diario vivir y mediante la lectura les ayudo a repasar materias que están estudiando. Yo siempre digo que este trabajo te cambia la vida y para bien", confiesa Gloria Manríquez.
Así es la experiencia de esta fundación y el impacto del trabajo anual que realiza es mucho más amplio que el logro de la lectura. Así lo cree Carlos Dreves, tal como lo expresan las rescatistas: " el profesional le enseña a los niños también la tolerancia a la frustración, a hablar por turno, a conversar con los compañeros, a respetar los espacios de los demás. Esta no es una clase donde cada niño hace lo que puede, sino el espacio para que un profesional ayude integralmente a un ser humano en formación".